Nuevo golpe a ETA

Con la detenci¨®n del grupo m¨¢s activo y din¨¢mico de ETA desde la ruptura de la tregua hace poco m¨¢s de un a?o -el comando o complejo Vizcaya, formado por ochos miembros legales y su jefe Arkaitz Goikoetxea, fichado desde antiguo por la polic¨ªa- se cumple una constante de la lucha antiterrorista en los ¨²ltimos a?os: el cada vez menor intervalo de tiempo transcurrido entre la actuaci¨®n terrorista y la detenci¨®n de sus autores. En este caso, apenas unos meses a partir de los numerosos atentados que se les atribuye, entre otros el del cuartel de la Guardia Civil de Legutiano, en el que perdi¨® la vida el agente Juan Manuel Pi?uel, aunque no, probablemente, el asesinato del concejal socialista Isa¨ªas Carrasco, el pasado mes de marzo en Mondrag¨®n.

Tras el fiasco del llamado proceso de paz, en el que el Estado tante¨® sin ¨¦xito la posibilidad de un final dialogado del terrorismo, la actuaci¨®n policial y judicial se ha revelado con mayor fuerza si cabe como el instrumento m¨¢s eficaz entre los que dispone el Estado de derecho para acabar con ETA. La detenci¨®n de 306 supuestos etarras desde enero de 2007 muestra con claridad la estrategia adoptada por el Gobierno, por lo que parece darse la condici¨®n que viene exigiendo Rajoy para prestarle su apoyo en la lucha antiterrorista en esta nueva etapa. La actuaci¨®n policial cobra mayor relieve si se la relaciona con la ca¨ªda apenas hace dos meses en Burdeos, fruto de un operaci¨®n policial conjunta de Francia y Espa?a, de la c¨²pula dirigente de ETA, incluido su n¨²mero uno, Javier L¨®pez Pe?a, Thierry, impulsor de la ruptura de la tregua y responsable de la voladura de la T-4, en la que murieron dos ciudadanos ecuatorianos.

El destino de las nuevas hornadas terroristas salidas de la kale borroka, como es el caso de Goikoetxea, es su captura cada vez m¨¢s r¨¢pida y la c¨¢rcel. Su entorno social y pol¨ªtico deber¨ªa sopesar seriamente, m¨¢s all¨¢ de las razones pol¨ªticas y morales, qu¨¦ sentido tiene empe?arse en una actuaci¨®n criminal que, adem¨¢s de estar socialmente cada vez m¨¢s deslegitimada en el Pa¨ªs Vasco, acumula casi 600 presos en Espa?a y 150 en Francia. En este contexto se hace especialmente inoportuna, aparte de su radical ilegitimidad, la consulta pretendida por Ibarretxe, cuyo rechazo por el Estado dar¨¢ pretexto a ETA, como se?al¨® Imaz, para seguir actuando "en nombre de una presunta voluntad popular no atendida".