El ingl¨¦s no arranca en la escuela
S¨®lo la mitad de los alumnos posee un dominio b¨¢sico del idioma al concluir la ense?anza obligatoria - El nivel no cubre los requisitos del mercado laboral
El alumnado triling¨¹e queda lejos. Apenas la mitad de los estudiantes catalanes de secundaria acredita el nivel b¨¢sico de ingl¨¦s en el tramo final de la ense?anza obligatoria, seg¨²n el baremo de la Escuela Oficial de Idiomas (EOI). El porcentaje se reduce al 40% si se incluye la expresi¨®n oral.
En cualquiera de los casos, este nivel no les servir¨ªa para lograr un trabajo en el que se pusiera como condici¨®n saber esta lengua. As¨ª se desprende de la prueba realizada por el Departamento de Educaci¨®n a 1.500 alumnos que cursaban 4? de ESO en 2006.
Este d¨¦ficit emerge tras recibir clases de ingl¨¦s durante ocho cursos consecutivos, desde tercero de Primaria hasta completar la ESO, a raz¨®n de tres horas por semana. "Hace falta mejorar, pero no es un nivel de desastre", se?al¨® ayer el consejero de Educaci¨®n, Ernest Maragall, tras presentar los datos.
El documento no contempla la expresi¨®n escrita, una de las variables que arroja peores resultados en otros estudios similares. Tampoco recoge el porcentaje de escolares que toman clases de ingl¨¦s fuera de la escuela, lo que eleva la media de los resultados obtenidos por el conjunto de alumnos.
"M¨¢s de la mitad ha aprobado", apunt¨® Maragall. La satisfacci¨®n contrasta con la capacidad real de los estudiantes. "Con el nivel b¨¢sico no se puede llegar muy lejos. Ni para viajar ni para encontrar trabajo", detall¨® un profesor de la EOI de Barcelona. El nivel de referencia que emplea Educaci¨®n permite comunicarse en ingl¨¦s a c¨¢mara lenta y sin desmarcarse del lenguaje m¨¢s b¨¢sico. "Uno ser¨ªa capaz de pedir un refresco en Londres, pero tendr¨ªa dificultades para pedir el cambio", ilustr¨® el profesor de la EOI.
La brecha se hace m¨¢s profunda en el ¨¢mbito laboral. "Las empresas empiezan a pedir ingl¨¦s desde el nivel intermedio. M¨¢s abajo no hay nada", sintetiz¨® Miquel Bonet, experto en temas laborales de Select, empresa de selecci¨®n de personal. "Y se fijan sobre todo en la capacidad de conversaci¨®n", a?adi¨®.
Precisamente, la expresi¨®n oral es el factor que potenciar¨¢ la prueba de Selectividad: por primera vez, en 2012 har¨¢n hablar en ingl¨¦s a los alumnos. Maragall explic¨® que la soluci¨®n para mejorar este aspecto no incumbe al Departamento. "Es un est¨ªmulo que los centros incorporan por s¨ª solos", detall¨®. El consejero remiti¨® al plan de impulso de las lenguas extranjeras que el Departamento inici¨® en 2007. "La ESO otorgar¨¢ un dominio real del ingl¨¦s". Para que sea realidad, se?al¨®, habr¨¢ que esperar a 2015.
Promesas
Los docentes de ingl¨¦s llevan a?os burl¨¢ndose de las promesas sobre las mejoras en la ense?anza del idioma: ni la omnipresencia de la globalizaci¨®n, el auge del comercio internacional o el desarrollo de las nuevas tecnolog¨ªas ha cambiado gran cosa en las aulas. "Seguimos igual que en los noventa: grupos muy numerosos con niveles demasiado diferentes. A final de curso uno se pregunta cu¨¢l es el objetivo de dar clases", relata Montserrat Garc¨ªa, profesora de Bachillerato en Barcelona. "El nivel es muy bajo", admite Mar¨ªa Sagrera, tambi¨¦n profesora. "Si la finalidad es acabar la escuela con un nivel de ingl¨¦s aceptable, muy pocos lo logran". La mayor¨ªa, recurriendo a recibir clases adicionales fuera de los colegios.
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