"Gritaron '?que nadie se mueva!' y se liaron a dar mazazos a las mesas"
Asalto a un sal¨®n de juegos de M¨®stoles ante una veintena de clientes
Francisco es un hombre alto y corpulento, ya jubilado. Ayer, tras sus gafas de metal, abrazando su bolso, a¨²n resoplaba al recordar la ins¨®lita experiencia de la noche anterior. ?l y su esposa acababan de cruzar el umbral de la sala de juegos M¨¢s Tr¨ªplex, en M¨®stoles. Iban camino a las mesas que encaran la larga barra del sal¨®n, que tiene unas tragaperras al fondo. Pero ni siquiera les dio tiempo a pedir una cerveza.
"Pens¨¦ que rodaban una pel¨ªcula", asegura una vecina que vio la huida
Justo detr¨¢s de ellos entraron dos hombres tapados con pa?uelos blancos, armados con mazas y una barra de hierro. "Gritaron '?que nadie se mueva! y se liaron a dar mazazos a las mesas y las vitrinas del bar". Francisco se asust¨®. Tem¨ªa por la seguridad de ¨¦l, de los 25 parroquianos que hab¨ªa a esas horas en la sala.
Otros dos hombres, tambi¨¦n con la cara tapada, vigilaban las dos entradas del bar. A unos metros, un quinto aguardaba en el interior de un Mercedes con el motor en marcha. Sin mediar palabra, los dos ladrones que estaban dentro se lanzaron a golpear las m¨¢quinas tragaperras junto a la barra. "Fueron revent¨¢ndolas una a una y llev¨¢ndose fuera los cajones repletos de dinero", contin¨²a Francisco. Lograron abrir cinco m¨¢quinas. Tambi¨¦n se llevaron el contenido de la caja registradora. Sin embargo, no siguieron con el resto de las tragaperras situadas al fondo del local.
Ni la polic¨ªa ni los responsables del bar, que acudieron ayer por la ma?ana a la comisar¨ªa de M¨®stoles a poner la denuncia, confirmaron la cantidad robada. "Fue r¨¢pido, tres o cuatro minutos, y se les ve¨ªa muy tranquilos, no se encararon con nadie, aunque la verdad es que ninguno opusimos resistencia", prosigue el hombre. Seg¨²n ¨¦l, los dos encapuchados que estaban dentro del bar hablaban en perfecto castellano, si bien dice que reconoci¨® un acento latinoamericano en alguno de los que esperaban fuera.
Una vez con el bot¨ªn, los atracadores se montaron en el veh¨ªculo y huyeron a toda velocidad. A lo lejos ya se o¨ªan las sirenas de los coches patrulla. El lugar en el que se encuentra el sal¨®n de juegos, entre las calles de Libertad y de Badajoz, est¨¢ a las afueras y permite un acceso r¨¢pido tanto a la M-506 como a la M-50.
"Pens¨¦ que estaban rodando una pel¨ªcula o una serie", reconoc¨ªa Mar¨ªa, que vio c¨®mo hu¨ªan los atracadores mientras volv¨ªa a casa. Como ella, m¨¢s de una decena de personas presenciaron en la calle lo sucedido. "Un hombre gritaba que si nadie iba a hacer nada, pero es que todos est¨¢bamos petrificados", se excusaba otro de los vecinos. Varios lograron tomar la matr¨ªcula del coche en el que se dieron a la fuga los asaltantes. Seg¨²n los indicios, es robado.
El barrio ya ha sufrido atracos similares. Hace apenas un mes, tres encapuchados entraron en el bar de Marcelino, el Sacrys. "Me hicieron lo mismo. Reventaron las m¨¢quinas tragaperras y se llevaron la recaudaci¨®n. Luego me pidieron el dinero de la caja", recordaba ¨¦l ayer.
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