"Habr¨¢ que meter el gol de la gloria"

El 12 de julio de 1908, 14 socios del Club Nataci¨® Barcelona, fundado apenas ocho meses antes, disputaron en la playa de la Barceloneta, frente a los populares Ba?os Orientales, el primer partido de la historia del waterpolo espa?ol. Una foto, colgada en el primer piso del edificio principal del CNB, as¨ª lo recuerda. En ella se adivinan las cabezas de los jugadores asomando por encima del agua, las seis boyas delimitando la zona de juego y tres barcas alrededor del per¨ªmetro. Dos est¨¢n vac¨ªas. Se supone que son las que llevaron a los jugadores a 100 metros de la costa. En la otra, tres personas, parecen los ¨¢rbitros, siguen el juego. Las cr¨®nicas dicen que la playa se llen¨® de barceloneses, pero no hay datos del resultado en un partido jugado bajo las tres normas b¨¢sicas explicadas por Bernat Picornell, emprendedor socio del hoy centenario club, que se las trajo de Marsella, donde naci¨®. A partir de entonces, cada ma?ana festiva, Picornell organiz¨® un partido de waterpolo.

"No hay equipo que trabaje m¨¢s, con mayor criterio y m¨¢s ilusi¨®n que el nuestro"

Hoy, a las 12 del mediod¨ªa, en esa misma orilla, jugadores del CNB y del Club Atl¨¦tic Barceloneta recordar¨¢n los 100 a?os del deporte espa?ol de equipo mientras en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat los 13 atletas que defender¨¢n la suerte espa?ola en los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn preparan las maletas. Son los mismos que lograron el bronce en el ¨²ltimo Campeonato del Mundo. Un equipo joven, por mucho que la veteran¨ªa de Andreo -35 a?os, medallista de oro en Sidney 2000 y 340 internacionalidades- se empe?e en demostrar lo contrario. Buenas individualidades dentro de un marcado trabajo de grupo definen a la selecci¨®n de Aguilar.

Ex ol¨ªmpico -estuvo en Los ?ngeles 1996-, Aguilar lleg¨® al cargo en 2004, tras curtirse como t¨¦cnico en la pileta del Terrassa y en la federaci¨®n catalana. Dicen que, por su criterio, el waterpolo espa?ol ha dado un paso adelante al romper con la escuela yugoslava, basada en horas y horas de interminable trabajo en el gimnasio y en la pileta. Partiendo de la base de que se trata de uno de los deportes de mayor exigencia f¨ªsica, Aguilar ha racionalizado el trabajo f¨ªsico en funci¨®n de dise?os espec¨ªficos para situaciones concretas. "No s¨¦ c¨®mo explicarlo. Hoy me he metido una paliza de pesas guapa, pero acto seguido hemos aplicado un sistema de juego. Toda paliza tiene un fin, no se trata de currar por currar", razona Guillermo Willy Molina (Ceuta, 1984), el mejor jugador en el pasado Mundial de Australia.

"No s¨¦ si Willy es el mejor, pero, indudablemente, es uno de los cinco mejores del mundo y el l¨ªder natural de la selecci¨®n. Pero tiene una cosa fant¨¢stica: siempre elige la mejor opci¨®n para el equipo. Primero, el equipo; luego, ¨¦l. Por eso es un gran jugador", asegura el actual portavoz del Barcelona, Manel Estiarte. Oro ol¨ªmpico, premio Pr¨ªncipe de Asturias y abanderado en Sidney, Estiarte cree que a Espa?a le sobran razones para tocar medalla en China y, entre ellas, se?ala a Molina, defensa y m¨¢ximo goleador (103 tantos) de la Liga italiana.

"No s¨¦ si es verdad que Estiarte ha dicho eso de m¨ª", responde Molina, "pero a Manel yo no le discuto nunca. Es el m¨¢s grande. La mano de Dios es suya", razona el n¨²mero 5 espa?ol, que presume de haberse enfrentado a Estiarte en un Atl¨¦tic-Barcelona a poco de llegar a la ciudad condal. Y no es muy presumido. Cuando lleg¨® a Italia, un compa?ero se le acerc¨® y le ofreci¨® acompa?arle a comprar ropa acorde con el buen gusto bresciano. "Mira, me compro 20 camisetas y cuatro pantalones en el H&M y tengo para todo el a?o", respondi¨® Willy. No niega la an¨¦cdota mientras entre risas asume que fichar por el Barcelona le apart¨® de la delincuencia. "Estaba hecho un perla", explica. Su abuelo y su t¨ªo se dedicaron antes que ¨¦l al waterpolo. "En Ceuta hay mucha tradici¨®n", matiza antes de elogiar la mano de Aguilar. "Es posible que otros equipos trabajen como nosotros, pero no hay selecci¨®n que trabaje m¨¢s, con mayor criterio y m¨¢s ilusi¨®n que la nuestra", asegura.

La selecci¨®n se junt¨® el lunes 16 de mayo mientras ¨¦l disputaba las finales del campeonato de Italia. Su equipo, el Brescia, qued¨® segundo. Desde entonces, el plan del seleccionador transcurre de siete d¨ªas en siete. Durante las primeras tres semanas, sus jugadores cargaron pilas, puro trabajo de acondicionamiento f¨ªsico; largas sesiones de nado, mucho gimnasio y un d¨ªa de descanso semanal. El 9 de junio se fueron a Tenerife. "Desarrollo t¨¢ctico", explica Aguilar. Del 16 al 29 se encerraron en el CAR y pusieron en pr¨¢ctica el trabajo asimilado: todo el d¨ªa currando -m¨²sculo poderoso, atletas capaces de flotar con un cuerpo de 100 kilos intentando ahogarte-, todo el d¨ªa memorizando jugadas, cada vez mas r¨¢pido, gana quien marca un gol m¨¢s, eso es, quien mas sorprende a las defensas est¨¢ticas que se trabajan tanto como el ataque. A Molina no se le ha hecho largo. "Es un equipo que se lleva de maravilla", dice. "De eso se trata, pero la predisposici¨®n de los jugadores es fant¨¢stica", dice el t¨¦cnico, que incluy¨® el Europeo de M¨¢laga, del 1 al 15 de julio como parte del dise?o del trabajo. "Fue una animalada, cinco partidos en cinco d¨ªas", se lamenta. Espa?a termin¨® s¨¦ptima y casi pierde a uno de los hermanos Perrone, que sufri¨® un desprendimiento de retina: incre¨ªblemente, jugar¨¢ en Pek¨ªn.

La selecci¨®n viajar¨¢ el pr¨®ximo jueves a Jap¨®n, donde jugar¨¢n el ¨²ltimo amistoso. Vuelven a la ciudad ol¨ªmpica el 6, para desfilar por el tart¨¢n del estadio ol¨ªmpico. Espa?a debuta contra Canad¨¢ el d¨ªa 10. El grupo asusta, los cruces casi m¨¢s. "Estamos listos", convienen. Debe ser cierto vi¨¦ndoles el viernes dominar a Serbia. "Llegamos bien, pero nos falta pinchar los partidos cuando queremos dejar pasar el tiempo", se flagela el seleccionador. Espa?a tiene equipo. El problema es que Serbia, Croacia, Montenegro, Estados Unidos, Grecia e Italia y, por supuesto, Hungr¨ªa tambi¨¦n. "Diez equipos para tres medallas. Un gol lo decidir¨¢ todo", explica el seleccionador. "Pues habr¨¢ que meterlo", cierra Willy Molina.