"Esta crisis est¨¢ fortaleciendo a Latinoam¨¦rica"
Am¨¦rica Latina es una de las grandes sorpresas de esta crisis. La regi¨®n ha sido el epicentro de muchos de los problemas de la econom¨ªa mundial en los ¨²ltimos a?os -efectos samba, tequila, tango y dem¨¢s-, pero esta vez parece diferente. Las turbulencias financieras han pasado de largo tanto. Al menos por ahora. El colombiano Luis Alberto Moreno, que en 2005 sustituy¨® al uruguayo Enrique Iglesias al frente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), considera que despu¨¦s de tantos tropiezos Am¨¦rica Latina "parece haber aprendido la lecci¨®n". Tras un lustro de notable crecimiento, el ¨²nico problema parece ahora espantar el fantasma de la inflaci¨®n. Algo nada f¨¢cil ni banal en una regi¨®n que hist¨®ricamente ha tenido serios problemas de precios y estabilidad macroecon¨®mica. "La inflaci¨®n es ahora mismo el gran reto", concluye Moreno durante una reciente visita a Madrid.
"Se ha aprendido el valor de controlar la inflaci¨®n y el gasto p¨²blico"
Pregunta. Los problemas de precios reaparecen con fuerza. ?Teme que puedan acabar con los logros de los ¨²ltimos a?os?
Respuesta. La inflaci¨®n es ahora mismo un problema mundial, no s¨®lo latinoamericano.
P. ?Qu¨¦ respuestas est¨¢ dando la regi¨®n?
R. Hay que mantener la estabilidad que se logr¨® en los ¨²ltimos cinco a?os y que ha permitido mantener unas tasas de crecimiento promedio del 5%. Las presiones inflacionistas derivadas de los alimentos y combustibles son el gran reto de la pol¨ªtica econ¨®mica de la regi¨®n. Cada pa¨ªs lo encara de una forma distinta, pero mientras EE UU bajaba los tipos de inter¨¦s en los ¨²ltimos meses, los pa¨ªses latinoamericanos los han subido. Eso supone mantener la estabilidad a costa de que a corto plazo se vea afectado el crecimiento. Pero es una reacci¨®n muy positiva. Esta crisis internacional est¨¢ fortaleciendo a la regi¨®n, al menos por ahora.
P. ?Van a tener que apretarse el cintur¨®n?
R. La inflaci¨®n est¨¢ por encima del 5% de media. El crecimiento fue del 5,7% en 2007 y para este a?o estar¨¢ en torno al 4%, que sigue siendo bueno comparativamente con el resto del mundo.
P. ?La bonanza de los ¨²ltimos a?os puede atribuirse al boom de los alimentos y la energ¨ªa?
R. En los pr¨®ximos 30 a?os, el mundo va a tener que elevar la producci¨®n alimentaria un 50%. Y ?frica y Am¨¦rica Latina son las dos regiones que pueden ampliar su frontera agr¨ªcola con ¨¦xito. Tambi¨¦n hay posibilidades en miner¨ªa y energ¨ªa para crecer mucho m¨¢s. En suma: sigue habiendo recorrido. Cuando uno suma todo eso con lo que ha ocurrido en los ¨²ltimos a?os, es evidente que en t¨¦rminos generales esa coyuntura le ha venido bien a Latinoam¨¦rica.
P. Hace unas semanas ped¨ªa una acci¨®n decidida del G-8 en Jap¨®n para solucionar la crisis alimentaria. No ha sido as¨ª.
R. No. Lamentablemente, no.
P. ?Esa falta de respuestas a escala global pone en entredicho el papel de las organizaciones multilaterales?
R. Tenemos grandes retos por delante, eso seguro. Afortunadamente, el FMI se fue quedando sin clientes. Eso de por s¨ª no es una mala noticia. La econom¨ªa mundial est¨¢ mucho mejor y el FMI debe hacer otras cosas: investigar, repensar su papel. El Banco Mundial, como todos los organismos de cr¨¦dito internacionales, tiene que ajustarse a estas nuevas realidades econ¨®micas y entender que trabaja en un mundo mucho m¨¢s heterog¨¦neo. Y la nueva arquitectura internacional no puede dejar de lado a las potencias emergentes, como China, M¨¦xico o Brasil.
P. Sorprende que Am¨¦rica Latina haya capeado tan bien la crisis. ?A qu¨¦ lo atribuye?
R. Hasta hace bien poco, nadie se hubiera imaginado dos cosas. La primera, que esta crisis no arrancara en Latinoam¨¦rica. La segunda, que el terremoto originado en las subprime de EE UU no alcanzara a la regi¨®n. Eso habla de bien los esfuerzos por la estabilidad macroecon¨®mica, de las bases de crecimiento que han podido comprobar las empresas espa?olas en Am¨¦rica Latina.
P. ?Han aprendido la lecci¨®n de crisis anteriores?
R. Hoy la calidad t¨¦cnica de la pol¨ªtica econ¨®mica es buena. Se aprendi¨® de las crisis el valor de controlar la inflaci¨®n y el gasto p¨²blico, de tener monedas sanas cuya cotizaci¨®n responda a un buen manejo fiscal. Y no hay que olvidar que el auge de productos b¨¢sicos obviamente ha venido bien. Las econom¨ªas de la regi¨®n son ahora, en promedio, un 80% m¨¢s grandes que hace cinco a?os.
P. Sin embargo, los niveles de pobreza son apabullantes.
R. Ha habido avances en la reducci¨®n de la pobreza extrema con programas de creaci¨®n de tejido social a trav¨¦s de transferencias condicionadas. Y la regi¨®n ha experimentado con pol¨ªticas sociales de frontera. Pero no hay duda de que el crecimiento no lo es todo: es necesaria una mayor inclusi¨®n social.
P. ?C¨®mo ve la inversi¨®n espa?ola en Latinoam¨¦rica? ?Habr¨¢ una segunda oleada?
R. A las empresas espa?olas les ha ido muy bien.
P. Con algunas excepciones...
R. Pudo haberlas, pero las empresas que tienen inversiones desde hace ya alg¨²n tiempo las han consolidado. Los ritmos de la inversi¨®n extranjera son buenos, hasta 120.000 millones de d¨®lares el a?o pasado. Y con el crecimiento actual se va a requerir much¨ªsima m¨¢s inversi¨®n. Va a haber oportunidades para los inversores extranjeros. Pero no s¨®lo para Espa?a y EE UU: el papel de China es cada vez m¨¢s relevante.
P. ?Las renacionalizaciones en algunos pa¨ªses pueden dificultar ese proceso?
R. Los pa¨ªses que toman decisiones que espantan a la inversi¨®n extranjera tienen que asumir los costes de esa pol¨ªtica. Pero es una opci¨®n, siempre que se tenga claro que la inversi¨®n extranjera es muy cobarde: va donde se siente m¨¢s tranquila.
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