La derrota frente al campo fuerza a Cristina Fern¨¢ndez a cambiar el paso
La presidenta argentina sufre una fuerte ca¨ªda de popularidad tras la huelga agraria
Lo que fue una sonora derrota pol¨ªtica para la presidenta de Argentina, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, en el Senado y en el conflicto con el campo por la subida de los impuestos a las exportaciones, puede convertirse en una oportunidad para una gesti¨®n de ¨¦xito.
El ahorro p¨²blico basado en subidas de los impuestos agrarios ha fracasado
La inflaci¨®n registra niveles m¨¢s altos que en otros pa¨ªses latinoamericanos
En un mundo en el que escasean los alimentos, Argentina los produce y, finalizada la par¨¢lisis pol¨ªtica y econ¨®mica que causaron los cuatro meses en que el Gobierno y los agricultores discutieron c¨®mo se repart¨ªan esa riqueza, Cristina Fern¨¢ndez y su marido y antecesor, N¨¦stor Kirchner, pueden aprovechar la distensi¨®n que ha sobrevenido. Pero para ello deber¨ªan emprender importantes cambios que tal vez no quieran hacer, seg¨²n el an¨¢lisis de polit¨®logos.
Pocos imaginaban que en apenas ocho meses de gesti¨®n, Cristina Fern¨¢ndez iba a perder la mitad de la popularidad que hab¨ªa construido su marido en su Gobierno (2003-2007), en el que la econom¨ªa se hab¨ªa recuperado de la crisis y el paro hab¨ªa bajado en forma brusca. Kirchner no busc¨® la reelecci¨®n, sino que impuls¨® la candidatura de su esposa y senadora como una "estrategia de poder", seg¨²n Sebasti¨¢n Etchemendy, profesor de la Universidad Di Tella.
"Si Kirchner iba a un segundo Gobierno, corr¨ªa el riesgo de convertirse en un pato cojo [un presidente que pierde poder porque no puede ser reelegido]. Con su estrategia, Kirchner puede postularse en 2011 o su mujer puede buscar la reelecci¨®n. Pero, vistos los acontecimientos, hay que ver si esa estrategia contin¨²a porque Fern¨¢ndez tiene m¨¢s debilidades que Kirchner", analiza Etchemendy.
Ese debilitamiento se forj¨® entre marzo, cuando la peronista Fern¨¢ndez aplic¨® la subida del impuesto a las exportaciones agrarias, y julio, despu¨¦s de que el vicepresidente del Gobierno y presidente del Senado, el radical kirchnerista Julio Cobos, echara por tierra el proyecto de ley que ratificaba ese aumento. La debilidad se hizo m¨¢s evidente tras la renuncia del hombre fuerte del kirchnerismo, Alberto Fern¨¢ndez, a la jefatura del Gabinete.
Kirchner hab¨ªa basado el poder de su Gobierno hasta ese momento en tres pilares: una alta popularidad por la boyante econom¨ªa y la pol¨ªtica de derechos humanos; una rica caja fiscal gracias al encarecimiento mundial de las materias primas; y la "domesticaci¨®n del peronismo" gracias a los primeros dos factores, explica Ignacio Labaqui, docente de la Universidad Cat¨®lica. "Estas tres bases se han resquebrajado este a?o", a?ade.
La popularidad de Cristina Fern¨¢ndez cay¨® del 56% al 20%. Tambi¨¦n baj¨® del 49% al 33% la del ex presidente y actual l¨ªder del partido peronista, que al principio del Gobierno de su esposa se manten¨ªa en un segundo plano, pero despu¨¦s irrumpi¨® en escena al extenderse la pelea con el campo.
El alto super¨¢vit fiscal se contrae desde 2007, a?o electoral, a medida que crecen los subsidios para mantener casi sin cambios los precios del transporte, la energ¨ªa y los alimentos para todas las clases sociales, mientras la inflaci¨®n local se mantiene en niveles que superan a los pa¨ªses de su entorno.
Como el a?o pr¨®ximo se celebran comicios para elegir diputados y senadores y aumentan los vencimientos de la deuda p¨²blica -sigue elevada pese a la quita de 2005 y por la falta de financiamiento en los mercados-, el Gobierno deb¨ªa ahorrar m¨¢s en 2008, pero ha fracasado en su intento de hacerlo mediante un aumento de los impuestos al campo.
El mundo debate sobre la crisis financiera y alimenticia, mientras Argentina puede aprovechar los precios altos de las materias primas. El problema es que no exporta cobre, como Chile, sino lo que se come y eso afecta sobre todo al 30% de la poblaci¨®n pobre, se?ala Labaqui. "Esto trajo pujas de poder entre grupos sociales", dice Etchemendy, que destaca como elemento positivo que, m¨¢s all¨¢ de la virulencia verbal de los Kirchner, "en un pa¨ªs con historia de asesinatos pol¨ªticos no hubo ning¨²n herido" en cuatro meses de manifestaciones a favor del Gobierno, que dec¨ªa representar a los pobres, y en su contra, de partes de los agricultores.
Pero no a todos los pa¨ªses productores de alimentos les pas¨® lo mismo: Brasil fortalece sus exportaciones y la inflaci¨®n no es tan alta. "Brasil eligi¨® otro modelo econ¨®mico: encara la pobreza con pol¨ªtica social. Argentina creci¨® m¨¢s, pero ahora est¨¢ erosionada por la inflaci¨®n. La estrategia de [Luiz In¨¢cio] Lula [da Silva] fue de menos confrontaci¨®n con los sectores poderosos, pero tambi¨¦n de menos movilizaci¨®n social. Es posible que la de Argentina sea menos eficiente en el largo plazo", admite Etchemendy.
La p¨¦rdida de popularidad y de caja fiscal de los Kirchner "afect¨® la lealtad del peronismo", comenta Labaqui, que observa que gobernadores de provincias peronistas que apoyaron a Cristina Fern¨¢ndez en el conflicto rural ahora piden autocr¨ªtica y remoci¨®n de funcionarios controvertidos y restan dramatismo al enfrentamiento con Cobos y los agricultores.
Marcos Novaro, investigador de la Universidad de Buenos Aires, opina que "los Kirchner se formaron una visi¨®n errada de cu¨¢les eran las razones de su ¨¦xito: pensaban que las pol¨ªticas de mercado siempre fracasaban, que las de distribuci¨®n populista son exitosas y que el mantenimiento de una moneda depreciada no tiene costos". Una moneda devaluada favorece el empleo, pero encarece el petr¨®leo y los alimentos.
Durante el Gobierno de Kirchner la econom¨ªa creci¨® a un ritmo chino, pero Novaro advierte que se acumulaban problemas sin resolver. "Fern¨¢ndez bien podr¨ªa armar ahora un gabinete de t¨¦cnicos o de peronistas de todo el pa¨ªs, pero ese esquema implicar¨ªa costes para un Gobierno que, cuanto m¨¢s aferrado est¨¦ a sus convicciones, m¨¢s se aislar¨¢ y no ver¨¢ las oportunidades para corregirse. Por ahora reestatalizan Aerol¨ªneas Argentinas, hablan de la traici¨®n de Cobos y la patota (pandilla violenta) sigue gobernando el Instituto de Estad¨ªsticas".
La econom¨ªa contin¨²a creciendo, pero permanece la inflaci¨®n, clave para el respaldo en las elecciones de medio t¨¦rmino de 2009, aunque las estad¨ªsticas p¨²blicas no la reconozcan.
Datos econ¨®micos
- Crecimiento. El nuevo pron¨®stico del Banco Central de Argentina para 2008 es del 6,5%, menor al 7% que preve¨ªa hace una semana y del 9% de media desde 2003.
- Inflaci¨®n. Un 14% fue la inflaci¨®n acumulada s¨®lo en la primera mitad del a?o, seg¨²n las direcciones de estad¨ªstica de cinco provincias argentinas. En cambio, el Instituto Nacional de Estad¨ªstica dice que fue del 4,6% en Buenos Aires.
- Paro. Los ¨²ltimos datos sit¨²an el desempleo en el 8,4% de la poblaci¨®n activa.
- Pobreza. Los datos del sindicato Asociaci¨®n de Trabajadores del Estado sit¨²an el nivel de pobreza en el 30%. El Instituto Nacional de Estad¨ªstica rebaja esta cifra hasta el 20%.
- Deuda p¨²blica. El Estado afronta una deuda de 138.561 millones de d¨®lares (88.245 millones de euros) en situaci¨®n regular, mientras mantiene otros 36.265 millones de d¨®lares impagados desde 2001.
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