Los bueyes ya no pelean en Mu¨ª?os
El ayuntamiento orensano acaba con la tradici¨®n por la presi¨®n ecologista
Los gallos "pica no chan", propiedad del ayuntamiento, llevan tres meses en casa de sus "criadores", vecinos de Mu¨ª?os que los adoptan en mayo y los dejan crecer por ah¨ª sueltos, comiendo del suelo todo lo que encuentran. Ayer, algunos de estos gallos volvieron al consistorio para morir, y de aqu¨ª al jueves ser¨¢n devueltos y sacrificados el resto. El s¨¢bado, los cocineros los guisar¨¢n en el colegio p¨²blico. Saldr¨¢n entre 800 y 1.000 raciones con dos buenas tajadas, salsa, patatas y verduras, que los asistentes se comer¨¢n despu¨¦s de seguir por las calles el desfile de unas genuinas garotas "reci¨¦n llegadas del Brasil".
Lo de las brasileiras es pura estrategia. Psicolog¨ªa consistorial. Este a?o, el programa de las fiestas (as Festas das Sopas do Burro Canso de Mu¨ª?os, famosas aqu¨ª y all¨¢ en Portugal, desde Montalegre hasta Tr¨¢s-os-Montes) viene prieto y cargado de exotismo para que los vecinos no echen en falta los bueyes.
Para que los vecinos olviden la "chega", habr¨¢ mulatas brasileiras
Dos aldeas siguen montando peleas de bueyes burlando el control ecologista
De manera oficial, la "chega de bois" o pelea de bueyes ven¨ªa celebr¨¢ndose desde hace 28 a?os, pero era una tradici¨®n mucho m¨¢s antigua. La de soltar en un campo cerrado dos bueyes del pa¨ªs de casi mil kilos, los dos m¨¢s peleones que se han hallado en la comarca, es una costumbre extendida en el norte luso y lo fue tambi¨¦n a esta vera de la raia. ?ltimamente, en Galicia la chega s¨®lo se organizaba, como fiesta, en Mu¨ª?os, pero desde este ayuntamiento orensano se asegura, sin dar nombres, que en dos aldeas "monta?osas" del municipio se siguen celebrando, a la chita callando, estos enfrentamientos. Y seguir¨¢n haci¨¦ndolo, con disimulo y en d¨ªas no anunciados, casi de forma espont¨¢nea, para burlar la vigilancia de Amigos da Terra, el grupo ecologista que denunci¨® reiteradamente a Mu¨ª?os por esta fiesta.
"Es algo natural que nadie puede prohibir", explica el teniente de alcalde, Alejandro Castro: "Si dejas dos bois loitadores juntos en una finca con ribada, para que no salgan, puede pasar una hora, pero los animales acabar¨¢n peleando". Empuj¨¢ndose de frente, "a golpes con la testuz y la cornamenta", para "marcar su territorio" pero "sin hacerse da?o, porque nunca en Mu¨ª?os se han visto heridas ni sangre". El p¨²blico se pondr¨¢ entonces de parte de uno o de otro, algunos cruzar¨¢n apuestas, y el bicho que gane ser¨¢ el que consiga que el otro se retire, que el otro deje la pelea y marche porque est¨¢ agotado.
Pero en Mu¨ª?os capital, de forma programada y a las claras, la estampa de los bois acheg¨¢ndose en medio de una polvareda s¨®lo se va a poder seguir viendo en internet. Los v¨ªdeos proliferan en YouTube y la p¨¢gina del ayuntamiento no ha retirado la foto, porque mostrarla, de momento, no es delito. En cambio, la celebraci¨®n de las peleas le ha costado ya al Gobierno municipal denuncias de los ecologistas ante la Fiscal¨ªa Provincial de Ourense, ante el Seprona, ante la Xunta, ante el Valedor y ante la polic¨ªa nacional. Temporada tras temporada, relata el concejal, las autoridades "frieron a multas" al ayuntamiento, alguna "de 6.000 euros", y hace un a?o, el fiscal lleg¨® a "incriminar" al alcalde del PP, Pl¨¢cido ?lvarez, que ya no quiso arriesgarse m¨¢s pese al clamor popular en pro de la chega.
"Los de Mu¨ª?os somos de Mu¨ª?os, y los de Allariz son de Allariz". La obviedad del teniente de alcalde esconde una cr¨ªtica. Una cr¨ªtica muy gorda contra la "doble moral" de los ecologistas y los gobernantes, que aplauden determinadas torturas, permitidas por las normas vigentes, y atacan, hasta hacerlas desaparecer, otras "tradiciones" igual de "milenarias". La Festa do Boi de Allariz, en la que se persigue y se azuza al animal por las calles del pueblo, fue declarada Festa de Interese Tur¨ªstico por la actual Xunta. "Y los ecologistas de Amigos da Terra no tocan el tema, porque est¨¢n encantados con las subvenciones que reciben", acusa Castro.
Mu¨ª?os ha apelado al valor cultural de su fiesta y ha pedido a Medio Ambiente que se la autorice, pero a¨²n no hay respuesta. El s¨¢bado, adem¨¢s del pasacalles de aut¨¦nticas mulatas, despu¨¦s del guiso de gallo y antes de la merienda a base de sopas de burro cansado (pan de trigo macerado en vino "muy tinto" con az¨²car), el ayuntamiento montar¨¢ un espect¨¢culo con tres novillos.
Habr¨¢ rejoneo a caballo y una exhibici¨®n de "forcados" portugueses: "20 mozos valientes", explica Castro, se plantan frente a la res. "El m¨¢s aguerrido" salta sobre el animal y se coloca entre sus cuernos. "Montado sobre el toro, le aprieta la garganta, y entonces los otros se abalanzan y lo derriban". A continuaci¨®n, el espect¨¢culo se transforma en corrida y el animal es toreado. Al final, para sortear una ley que proh¨ªbe las peleas pero permite la lidia y los encierros, Mu¨ª?os se apunta tambi¨¦n a la doble moral y celebra una fiesta cruel.
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