El sue?o del espacio est¨¢ en la luna
La NASA cumple hoy 50 a?os cargada de proyectos, pero chocan con el presupuesto - El regreso con astronautas al sat¨¦lite en 2020, un primer paso para instalar bases y ensayar el viaje a Marte
El d¨ªa en que unos pocos astronautas (seguramente estadounidenses, todos o la mayor¨ªa) pisen la Luna, dentro de 10 o 12 a?os si los planes actuales se cumplen, el mundo contendr¨¢ de nuevo el aliento. Esta vez Internet competir¨¢ con la televisi¨®n para acercar a todos los rincones del mundo el acontecimiento, que puede ser el inicio de la primera colonia humana fuera de la Tierra. Pero el plan, como otros de la carrera espacial, afronta serias dificultades. "La NASA no est¨¢ recibiendo los recursos presupuestarios necesarios para cumplir las muchas y variadas misiones espaciales y aeron¨¢uticas que se nos piden", advierte el director de la agencia, Michael Griffin.
La idea es que la presencia humana en la Luna no se limite esta vez a unas heroicas visitas espor¨¢dicas, como los seis viajes de ida y vuelta y estancia lunar de pocas horas que cumplieron los heroicos hombres del programa Apolo, entre 1969 y 1972, sino establecer all¨ª bases permanentes para que los astronautas pasen varios meses trabajando. "Las motivaciones para ir a la Luna ahora son de naturaleza cient¨ªfica, de preparaci¨®n de futuras misiones a Marte y tambi¨¦n de explotaci¨®n econ¨®mica de recursos, sobre todo minerales, para la producci¨®n de energ¨ªa en este planeta; las perspectivas de turismo seguramente jueguen un papel. Es decir, que las motivaciones son muy diferentes de las del programa Apolo, que fueron puramente de guerra fr¨ªa", comenta Juan de Dalmau, ingeniero veterano en el sector espacial y director de la Comunidad de Ciudades Ariane.
La jubilaci¨®n de los transbordadores obligar¨¢ a utilizar c¨¢psulas rusas
La NASA lleg¨® a recibir un 4,4% del presupuesto federal, hoy es s¨®lo un 0,6%
Con este objetivo lunar en mente, la NASA, en su 50 aniversario que cumple hoy, despliega orgullosamente su bandera de las misiones Apolo. Fiestas, exposiciones y discursos conmemorativos se suceden estos d¨ªas en Estados Unidos en honor de su agencia espacial, pero tambi¨¦n debates sobre el futuro del espacio y los nuevos retos.
El plan actual de la NASA, descrito en su Visi¨®n para futuras exploraciones, es el siguiente: desarrollo del nuevo cohete antes de 2015, y adaptaci¨®n del mismo para que los astronautas y las cargas necesarias lleguen a la Luna; desarrollo paralelo de un nuevo veh¨ªculo para las tripulaciones, tipo c¨¢psula; realizaci¨®n de misiones autom¨¢ticas para ir conociendo mejor el terreno lunar y las tecnolog¨ªas necesarias; primer viaje lunar tripulado en torno a 2020: primera base de permanencia prolongada de hombres y mujeres cinco a?os despu¨¦s. El siguiente horizonte ser¨ªa Marte.
De momento, el camino de regreso a la Luna no est¨¢ exento de problemas. La semana pasada sonaron las alarmas. Seg¨²n un informe de la propia NASA, el programa lunar afronta dificultades t¨¦cnicas, aunque son superables, dice la agencia, si logra la financiaci¨®n adecuada. Son probables algunos retrasos en el calendario previsto, aunque sigan su curso los actuales trabajos de ingenier¨ªa y de ensayos.
Este a?o se ha producido un gasto imprevisto de 50 millones de euros s¨®lo en la partida de desarrollo de un motor espacial por problemas t¨¦cnicos considerados graves. Y se han identificado, seg¨²n ese informe, cuellos de botella en los desarrollos de software, en los sistemas de protecci¨®n t¨¦rmica de las naves y en las vibraciones consideradas excesivas del cohete Ares.
No hay que olvidar que, aunque las actividades de la m¨¢s famosa agencia espacial abarcan hasta los confines del universo que observan sus telescopios, los planetas vecinos que visitan sus robots o la frontera del Sistema Solar que han cruzado sus naves -y la NASA tiene mucho que celebrar hoy en esta vertiente de su actividad-, cuando sus l¨ªderes hablan de "exploraci¨®n espacial" suelen referirse a los viajes con astronautas, que se llevan la parte del le¨®n de sus presupuestos y esfuerzos.
Las misiones autom¨¢ticas y la colaboraci¨®n m¨¢quina-hombre se dan por supuestas, pero cuando un hombre o una mujer se acomoda en una nave espacial, las cosas cambian cualitativamente. Y no s¨®lo por la obvia seguridad necesaria para los seres humanos, sino tambi¨¦n por el impacto social y pol¨ªtico que suele tener todo lo relacionado con los astronautas.
Y la situaci¨®n actual de los vuelos tripulados de la NASA es delicada. De momento la agencia est¨¢ volcada en la construcci¨®n de la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS), seguramente m¨¢s atendiendo a los compromisos internacionales adquiridos que por entusiasmo propio por el programa. Los viejos transbordadores espaciales, seg¨²n el plan vigente, dejar¨¢n de volar en 2010 y los nuevos cohetes Ares, con las c¨¢psulas Orion, no estar¨¢n listos hasta 2015. As¨ª que, a corto plazo, los astronautas estadounidenses carecer¨¢n de nave propia durante unos a?os y tendr¨¢n que ser pasajeros de las c¨¢psulas rusas (la ¨²nica alternativa disponible por el momento) para ir y volver de la ISS; y todo va encadenado porque los viajes lunares se har¨¢n con adaptaciones de estos nuevos lanzadores y veh¨ªculos.
"El primer reto del regreso a la Luna tiene mucho que ver con las tecnolog¨ªas de propulsi¨®n, que esencialmente son las mismas que utilizaban los lanzadores Saturno -pusieron en ruta hacia la Luna a los astronautas del Apolo- de hace 40 a?os", comenta Mercedes Sierra, delegada de Espa?a en la Agencia Europea del Espacio (ESA). "En el campo de la propulsi¨®n no se ha avanzado mucho, y deber¨ªamos ser capaces de desarrollar sistemas m¨¢s eficaces y menos costosos. Adem¨¢s, est¨¢ el reto de los requisitos del soporte de la vida humana, que son especialmente importantes si hablamos del establecimiento de bases lunares permanentes".
Con los nuevos cohetes Ares, que aprovechan componentes esenciales -y controvertidos- del sistema de los transbordadores, la NASA abandona las naves reutilizables tipo avi¨®n y vuelve al sistema de las c¨¢psulas, que los rusos no han abandonado en d¨¦cadas. Las nuevas c¨¢psulas ser¨¢n, sin duda, mucho m¨¢s modernas y vers¨¢tiles que las del Apolo. Pero el principio es el mismo: los astronautas ir¨¢n alojados en la punta del cochete y no abrazados al mismo (como en los transbordadores) para el lanzamiento y regreso. Las c¨¢psulas ser¨¢n m¨¢s seguras que los transbordadores y se evitar¨¢n las costosas operaciones de reutilizaci¨®n entre vuelo y vuelo que exigen los segundos.
El plan era que en 2013 se hicieran las primeras pruebas con astronautas a bordo en el Ares-Orion, pero los ¨²ltimos an¨¢lisis de la NASA apuntan hacia 2015, como pronto. Las Orion iniciales ser¨¢n para vuelos en ¨®rbita terrestre.
Tecnolog¨ªa y financiaci¨®n adecuada para desarrollarla, reposando ambas sobre el apoyo pol¨ªtico imprescindible, parece ser la f¨®rmula de la exploraci¨®n espacial, seg¨²n los expertos. Es la f¨®rmula que funcion¨® con el programa Apolo, aunque el incentivo, la estrategia y la situaci¨®n de partida fueran diferentes de los actuales. Los expertos reiteran que es necesario un presupuesto extraordinario para cumplir objetivos extraordinarios. "Con financiaci¨®n adecuada se pueden desarrollar las tecnolog¨ªas precisas", dice Dalmau.
Pero de momento, el dinero no est¨¢ a la altura del programa lunar y marciano, que anunci¨® George W. Bush en 2004. "La NASA est¨¢ intentando hacerlo con una financiaci¨®n incierta e inadecuada", dice John Logsdon, director de pol¨ªtica espacial en la Universidad George Washington.
Griffin pone las cifras. "La propuesta presidencial de presupuesto de la NASA para 2009 es de 17.600 millones de d¨®lares [11.100 millones de euros], menos del 0,6% del presupuesto federal, mientras que en los momentos ¨¢lgidos del programa Apolo, la NASA recib¨ªa el 4,4% del presupuesto federal y empleaba a 400.000 personas, frente a unos 90.000 actuales".
Con 17.000 millones de d¨®lares este a?o, la NASA tiene que mantener los costos¨ªsimos transbordadores, construir la ISS, desarrollar las comparativamente muy econ¨®micas misiones cient¨ªficas y de exploraci¨®n -desde las misiones autom¨¢ticas en Marte, Mercurio o Saturno, hasta el telescopio espacial Hubble, el resto de los observatorios en orbita-, investigar tecnolog¨ªas avanzadas, poner los cimientos de un nuevo programa para regresar a la Luna y desarrollar el sistema de transporte Ares-Ori¨®n. No es de extra?ar que los debates presupuestarios entre la agencia espacial, la Casa Blanca y el Congreso estadounidense sean encarnizados. S¨®lo el primer viaje de regreso a la Luna costar¨ªa unos 65.000 millones de euros, calcula Griffin.
?Con este escenario, ser¨ªa adecuado poner en marcha un programa lunar internacional? La NASA no va esta vez en solitario como en los a?os sesenta, pero su estrategia se orienta hacia una coordinaci¨®n de esfuerzos con las otras agencias espaciales m¨¢s que hacia una plena colaboraci¨®n de socios para acometer un proyecto conjunto.
"Aunque la ESA, Rusia y puede que Jap¨®n y Canad¨¢ han mostrado mucho inter¨¦s en la colaboraci¨®n, EE UU no es partidario de ella a la hora de desarrollar las naves tripuladas", afirma Andr¨¦s Ripoll, miembro de la Real Academia Espa?ola de Ingenier¨ªa y ex director del Centro Europeo de Astronautas (de la ESA). "La NASA est¨¢ dispuesta a colaborar en la parte cient¨ªfica, la construcci¨®n de laboratorios, de m¨®dulos de servicio, incluso de naves de carga, etc¨¦tera, pero no en los elementos m¨¢s esenciales de los vuelos tripulados, como son las naves". Por ello este ingeniero cuenta m¨¢s con un escenario de convergencia de las agencias que de programa conjunto.
Dalmau est¨¢ de acuerdo: "Desgraciadamente no se prev¨¦ que el regreso a la Luna se realice en t¨¦rminos de cooperaci¨®n significativa de los pa¨ªses. Y advierte: "Es posible que China consiga a medio plazo desembarcar astronautas en la Luna". Nadie duda de que, si se ponen los medios necesarios el regreso a la Luna de la NASA es perfectamente viable, aunque tendr¨¢ que contar con problemas, contratiempos, cr¨ªticas y altibajos en los pr¨®ximos a?os.
M¨¢s impreciso est¨¢ el considerado siguiente destino espacial de los astronautas: Marte. El salto que habr¨ªa que dar para realizar vuelos tripulados al planeta vecino es tremendo. "Los desarrollos necesarios para el nuevo programa de exploraci¨®n de la Luna pueden servir para preparar cualquier futura empresa de ir a Marte", dice Ripoll. "Sin embargo, hay que ser muy cautos porque la envergadura de tal empresa es mastod¨®ntica. Creo que los astronautas no ir¨¢n a Marte antes de 2040 y posiblemente 2050".
Ripoll subraya las diferencias: en ir a la Luna, dice, se tardan unos tres d¨ªas con la tecnolog¨ªa actual. "Ir a Marte y volver llevar¨ªa un m¨ªnimo de tres a?os, durante los cuales los astronautas no podr¨ªan ser rescatados en caso de problemas".
En esta situaci¨®n, con ambiciosos planes y dificultades para ejecutarlos, cumple la NASA ahora medio siglo de existencia. Pero no se siente incapaz en absoluto de lograr los objetivos: "Alcanzar lo desconocido, hacer nuestras vidas m¨¢s grandes y nuestros horizontes m¨¢s amplios, lograr cosas antes imposibles, todo esto est¨¢ en el coraz¨®n y en el alma de lo que hacemos en la NASA", ha dicho su director con ocasi¨®n del 50 aniversario. "Empujando el futuro hacia adelante, poni¨¦ndonos retos aparentemente imposibles, estamos transformando nuestras vidas para mejor aqu¨ª en la Tierra, aunque sea explorando nuevos mundos en el espacio".
Saber m¨¢s: Lanzaderas espaciales Galer¨ªa de fotos: Misiones espaciales
Medio siglo de aventura espacial
- 29 de julio de 1958. El presidente Dwight Eisenhower firma el acta fundacional de la NASA, que arranca el 1 de octubre.
- 5 de mayo de 1961. Alan Shephard realiza el primer vuelo suborbital estadounidense, a bordo de la Freedom-7. Al a?o siguiente John Glenn se convierte en el primer estadounidense en orbitar la Tierra.
- 20 julio de 1969. Los astronautas del Apolo 11 pisan la superficie de la Luna.
- 3 de marzo de 1972. Lanzamiento de la sonda Pioneer 10, que luego fue la primera en salir del Sistema Solar.
- 12 de abril de 1981. Vuelo del Columbia, primer transbordador espacial.
- 28 de enero de 1986. Accidente del Challenger en el que murieron siete astronautas. El 1 de febrero de 2003 otras siete personas fallecieron a bordo del Columbia.
- 24 de abril de 1990. Puesta en ¨®rbita del telescopio Hubble.
- 4 de diciembre de 1996. Lanzamiento de la misi¨®n Mars Pathfinder, que abri¨® el programa en curso de exploraci¨®n de Marte.
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