Con los pies en el lago
A la orilla del estanque de Banyoles un caf¨¦ permite admirar el paisaje
Pese a estar a orillas de un lago, bien comunicada y atesorar una de las plazas porticadas m¨¢s bonitas de Catalu?a, el turismo sigue pasando de puntillas por Banyoles. De vez en cuando llega un autocar con jubilados o grupos de escolares y alguna familia extranjera. Se quedan un rato mirando el Estany, algunos suben al catamar¨¢n tur¨ªstico, otros admiran lo bien que viven los patos y las carpas nadando entre nen¨²fares y piedra travertina. Despu¨¦s se van deprisa, rumbo a Besal¨² o a la Costa Brava. Los que se quedan tienen la oportunidad de descubrir los secretos de una ciudad tranquila, de aire franc¨¦s, con un barrio viejo plagado de confiter¨ªas y comercios tradicionales. Y por supuesto, el famoso lago. Una cuenca lacustre misteriosa, de aguas profundas que parecen emerger de la nada y que han dado lugar a todo tipo de leyendas sobre dragones, monstruos y hasta un t¨²nel que conecta de forma subterr¨¢nea con Mallorca.
El local dispone de una terraza que se adentra en las aguas, de color siempre cambiante
Llegar al Estany es f¨¢cil y casi nunca hay problemas para aparcar el coche o la bicicleta, uno de los medios de transporte preferidos por los ba?olenses. Una buena opci¨®n es emprender la ruta a pie alrededor del lago, pasando por bosques de ribera, miradores acu¨¢ticos y pesqueras, casetas de pesca construidas a finales del siglo XIX. Piraguas y barcas de remos surcan las aguas en silencio. Nada que ver con el bullicio de los campeonatos de esqu¨ª n¨¢utico que se celebraron en la d¨¦cada de 1970. Tras el paseo, ya ser¨¢ hora de tomar un aperitivo a pie de lago; por ejemplo, en Els Banys Vells / El Caf¨¨ de l'Estany. Con unas vistas panor¨¢micas sobre las monta?as que enmarcan el lago -en los d¨ªas m¨¢s claros se divisa el Canig¨®-, el local dispone de una gran terraza y de pasarelas de madera que se adentran en las aguas, de color siempre cambiante.
Los Banys Vells s¨®lo funcionan en verano, entre la verbena de Sant Joan y mediados de septiembre. El chiringuito abre todos los d¨ªas a las doce de la ma?ana y cierra bien entrada la madrugada. El ambiente var¨ªa seg¨²n la hora del d¨ªa y el tipo de cliente. Por la ma?ana, es normal que haya cr¨ªos y familias, ya que adem¨¢s de servicio de bar, hay una zona de ba?os con vestuarios y socorrista que funciona hasta las ocho de la tarde. Los m¨¢s aprensivos calzan sandalias para no tocar el fondo de limos y cenizas que, aseguran, fa ang¨²nia. Con todo, el chapuz¨®n siempre se agradece y durante los fines de semana hay muchos ba?istas llegados de Manresa, Berga y el ¨¢rea metropolitana de Barcelona. Si entra el apetito, el bar ofrece bocadillos variados y pizzas. Entre semana, son muchos los vecinos de Banyoles que se acercan hasta la terraza para tomar un caf¨¦ por la tarde y contemplar un paisaje que no dejan de admirar aunque se lo sepan de memoria. La m¨²sica a esa hora, adem¨¢s del concierto natural de los patos y aves acu¨¢ticas, es una selecci¨®n de ¨¦xitos ochenteros o radio f¨®rmula. Por la noche, la cosa cambia. Se van los ba?istas y aparece una fauna m¨¢s sofisticada, j¨®venes de Banyoles y extranjeros que veranean en casas de turismo rural de la comarca. La banda sonora se hace lounge y tambi¨¦n se programan actividades como desfiles de moda. Este verano destaca la actuaci¨®n de monologuistas, algunos de la Paramount Comedy, que refrescan el ambiente de las noches estivales.
A la hora del cierre, una cierta melancol¨ªa se apodera de los parroquianos. La magia del lugar cala hondo y dan ganas de quedarse un rato m¨¢s. Las camareras son pacientes, no hay un toque de queda brusco. Se hace el silencio y hasta los chillones patos parecen dormirse.
- Els Banys Vells / El Caf¨¨ de l'Estany. Passeig de Llu¨ªs Maria Vidal, 1, Banyoles. - Sin tel¨¦fono.
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