M¨¢s perros que personas en Ilulissat
Viaje al menguante glaciar de Sermeq Kujalleq, en Groenlandia, 300 kil¨®metros al norte del C¨ªrculo Polar
Kangerlussuaq. La lengua groenlandesa resuena con crujidos de hielo en los o¨ªdos v¨ªrgenes. El peque?o y frecuentado aeropuerto de Kangerlussuaq es el punto de partida obligado para viajar por las extensiones heladas de la gran isla, casi un continente; territorio de los inuit, los esquimales de la leyenda t¨®pica y blanca, constructores de igl¨²s, cazadores de focas, pescadores sobre hielo y aurigas de trineos tirados por perros. Pero los perros que reciben a los viajeros en el aeropuerto de Kangerlussuaq, que se cruzan entre sus piernas y husmean codiciosamente maletas y pantalones, jam¨¢s tiraron de trineo alguno: son perros polic¨ªa, cancerberos profesionales que preservan, libres de drogas for¨¢neas, a los inuit, los daneses del norte en su reserva helada. En la terraza del aeropuerto hacen cola los viajeros para fotografiarse bajo el c¨¦lebre poste indicador que marca las fronteras comprimidas de la aldea global: 3 horas y 15 minutos al Polo Norte, 4 horas a Nueva York, 4 horas y 25 minutos a Par¨ªs. En Groenlandia no hay d¨ªa en invierno ni noche en verano, y bajo el sol desva¨ªdo de estos primeros d¨ªas estivales se ceban los mosquitos del ?rtico, la especie m¨¢s feroz de cuantas habitan esta tierra sin ¨¢rboles. Bienvenidos a Groenlandia, la tierra verde de Eric el Rojo.
En la pista espera el avi¨®n de Air Greenland con el fuselaje pintado de rojo con lunares blancos como una bata de cola. El peque?o avi¨®n de h¨¦lice est¨¢ a punto de partir con destino a Ilulissat, 300 kil¨®metros al norte del C¨ªrculo Polar ?rtico, donde se encuentra el glaciar m¨¢s productivo del hemisferio, el de Sermeq Kujalleq, designado en 2004 por la Unesco patrimonio mundial, herencia com¨²n amenazada de muerte por la acci¨®n devastadora del g¨¦nero humano, que ha desencadenado el cambio clim¨¢tico y acelerado el alarmante deshielo de los polos
.El bimotor vuela a baja altura sobre una llanura blanca moteada de lagos de un azul pur¨ªsimo. En 2007 se evaporaron en el ?rtico miles de millones de toneladas m¨¢s de hielo que en los a?os precedentes. A este ritmo, y seg¨²n las previsiones de los investigadores del cambio clim¨¢tico del Snow and Ice Data Center de Boulder, Colorado (EE UU), los mares ¨¢rticos podr¨ªan estar completamente libres de hielo en 2012 (colegas m¨¢s optimistas ampl¨ªan el fat¨ªdico plazo hasta 2040). Pero no deshiela para disgusto de todos: la regresi¨®n de los glaciares y la evaporaci¨®n de los icebergs han hecho aflorar importantes reservas de petr¨®leo y gas. La ¨²ltima frontera sumergida bajo el casquete polar se diluye. Horas despu¨¦s, los pescadores inuit de Ilulissat comentar¨¢n tambi¨¦n las ventajas del deshielo.
Ilulissat es la patria de Knud Rasmussen, explorador y antrop¨®logo, recolector de los mitos y leyendas de los inuit. Una displicente manada de perros de trineo, uncidos con largas cadenas, monta guardia junto al rupestre monumento. Los perros se aburren durante el verano ¨¢rtico, los trineos reposan junto a las casas pintadas con todos los colores del arco iris y alguno m¨¢s para alegrar la vista sobre el manto de la nieve invernal. En Ilulissat no se pone el sol en el verano, permanece alto en el cielo azul surcado de nubecillas blancas como un reflejo invertido del mar.
La ancha bah¨ªa de Disko
Ilulissat, la ciudad m¨¢s populosa del norte de la isla, tiene 4.700 habitantes y m¨¢s de 5.000 perros de trineo. Ilulissat se asienta a las orillas de la anchurosa bah¨ªa de Disko, en un caser¨ªo diseminado sobre los desniveles del terreno. Los daneses del continente regentan los negocios tur¨ªsticos, los hoteles y las excursiones por el fiordo y la bah¨ªa. Los inuit, que llegaron a Groenlandia a pie enjuto desde Alaska y Canad¨¢, siguen dedicados a la caza y a la pesca.
En el puerto de Ilulissat se dan cita medio centenar de embarcaciones, lanchas motoras y peque?os pesqueros, y los inuit desembarcan sus capturas, entre las que destaca el halibut, extra?o pez de los mares fr¨ªos, omnipresente en la dieta local. Cerca del puerto, una carnicer¨ªa mar¨ªtima vende carne de foca y de ballena, y en un taller artesano se tallan peque?as piezas con dientes y huesos de los animales de la zona. A la hora de la cena, en el hotel Hvide Falk sirven un peculiar buf¨¦ de degustaci¨®n: en fuentes profusamente ornamentadas con cisnes, dragones y flores comestibles, los comensales probaremos el ubicuo halibut en variadas preparaciones, el bacalao y las ar¨¢cnidas patas del apreciado cangrejo ¨¢rtico. Para los paladares m¨¢s recios se sirve cecina de buey almizclado y espesas sopas de foca y de ballena.
Groenlandia, cuenta una leyenda local, estaba deshabitada y sometida a la tutela de dos hechiceros varones; para poblarla, uno de ellos se transform¨® en hembra y cubri¨® con su descendencia la gran isla. Para un inuit, el infierno es cualquier lugar cerrado. Hasta hace poco no hab¨ªa c¨¢rceles en Groenlandia; hoy existe una de r¨¦gimen abierto a la que los reclusos s¨®lo acuden para pernoctar. A los culpables de delitos graves les toca el exilio en las c¨¢rceles danesas, el infierno.
"Experimente la vida de los ind¨ªgenas", as¨ª anuncia la revista World of Greenland la excursion al peque?o poblado de cazadores y pescadores de Oqaatsut (Rodebay, en dan¨¦s). A primera hora de la ma?ana, el Esle, un viejo y baqueteado pesquero de madera, parte para el asentamiento de Oqaatsut. La sufrida proa del barco rompe peque?os bloques de hielo y esquiva, a veces por cent¨ªmetros, los m¨¢s grandes y compactos. El mar est¨¢ en calma en la bah¨ªa de Disko, y se asemeja a una oscura sopa en la que flotan innumerables copos helados. Los 45 pobladores de Oqaatsut se dedican a la caza y a la pesca; todos salvo quiz¨¢ los propietarios de la ¨²nica tienda y del restaurante H8 (la letra y la cifra pintadas en el tejado del establecimiento identificaban el enclave para los aviones de la fuerza a¨¦rea estadounidense). Entre las ya previsibles especialidades gastron¨®micas locales destaca la piel de ballena, rica en vitamina C, encurtida y en peque?os tacos duros y flexibles. La comida se acompa?a con la cerveza local, la Greenland, elaborada con agua de iceberg, seg¨²n reza su etiqueta. Entre el diseminado caser¨ªo de Oqaatsut, los perros esperan la llegada del invierno junto a los secaderos de pescado. En la peque?a bah¨ªa del embarcadero, un ni?o inuit se prepara para el futuro ejercit¨¢ndose en las tareas de la pesca; ha improvisado una balsa con un embalaje de poliuretano y utiliza un palo como remo y arp¨®n con el que hiere las aguas a la busca de una presa.
Agujeros de hielo
En invierno, los inuit de la zona pescar¨¢n el halibut en el glaciar practicando agujeros sobre el hielo e introduciendo en ellos l¨ªneas de anzuelos que pueden alcanzar los mil metros. La gran factor¨ªa de Royal Greenland, empresa nacional, ubicada en el puerto de Ilulissat, procesar¨¢ los frutos de la copiosa cosecha para exportarlos al resto del mundo.
La apocal¨ªptica desaparici¨®n de los hielos polares se resiste a ser imaginada, a la vista de los acantilados y de las cicl¨®peas cordilleras de hielo que flanquean el fiordo de Kangia, donde el colosal glaciar Sermeq Kujallek avanza sobre el mar 40 metros al d¨ªa durante el verano ¨¢rtico.
De las afueras de Ilulissat parte el camino que conduce a las orillas del majestuoso fiordo, camino serpenteante y encharcado que deja en sus m¨¢rgenes vestigios de antiguos asentamientos inuit. En poco m¨¢s de media hora, el senderista acceder¨¢ a las formaciones rocosas de la orilla para enfrentarse en el lado opuesto con un asombroso paisaje de hielo, un farall¨®n con acantilados que alcanzan los 60 metros de altura, coronados por ins¨®litas coberturas que parecen extra¨ªdas de un cat¨¢logo de arquitectura de vanguardia: c¨²pulas, agujas y onduladas cubiertas, picos afilados y torres almenadas, pliegues de acorde¨®n..., papiroflexia glaciar en las paredes verticales.
La provincia aut¨®noma de Groenlandia someter¨¢ pr¨®ximamente su autogobierno a refer¨¦ndum. El petr¨®leo de sus costas ser¨¢ la llave de su independencia. Petr¨®leo y gas natural, pero tambi¨¦n hay diamantes y rub¨ªes bajo los hielos del ?rtico. El glaciar Sermeq Kujalliq, patrimonio mundial, se extingue, pero un patrimonio muy distinto aflora del hielo y gu¨ªa la ambici¨®n de los nuevos colonizadores.
A nivel del mar, los acantilados de Kangia resultan a¨²n m¨¢s demoledores, y el barco tur¨ªstico, con una docena de pasajeros en cubierta, es una mota insignificante bajo los farallones de hielo y los icebergs que acechan a su paso. El traqueteo del motor pone sordina al silencio glacial, y los pasajeros hablan en voz baja hasta que la tripulaci¨®n les convoca para brindar a la salud del glaciar. Un marinero saca de las aguas un bloque de iceberg y lo trocea sobre los vasos antes de derramar en ellos un dedo de whisky. Una frivolidad, un gui?o sarc¨¢stico, antes de abandonar los dominios del poderoso glaciar herido de muerte.
Gu¨ªa
C¨®mo ir
? Nordikum (www.nordikum.com; 938 11 35 71) ofrece un paquete de cinco d¨ªas (cuatro noches) de estancia en Ilulissat, a partir de 2.350 euros. El precio incluye vuelos de ida y vuelta desde Copenhague hasta Ilulissat, tasas de aeropuerto, cuatro noches de estancia (una de ellas en Kangerlussuaq) en r¨¦gimen de media pensi¨®n, traslados y un gu¨ªa de habla inglesa. No incluye excursiones, ni los vuelos de ida y vuelta entre Espa?a y Copenhague. Salidas todos los lunes, martes, s¨¢bados y domingos hasta el 25 de agosto.
? La naviera Hurtigruten (www.hurtigrutenspain.com; 934 15 27 19) tiene un paquete de 17 d¨ªas (16 noches) para recorrer a bordo de un crucero la bah¨ªa de Disko y Thule, a partir de unos 5.421 euros. El precio incluye vuelos de ida y vuelta desde Madrid o Barcelona v¨ªa Copenhague, alojamiento en la capital danesa, r¨¦gimen de pensi¨®n completa a bordo del barco (salvo bebidas) y traslados. El precio no incluye tasas, excursiones opcionales (entre ellas, paseos en barco y helic¨®ptero por la bah¨ªa de Disko) y propinas. Salidas s¨®lo el 13 y el 27 de agosto.
? Tierras Polares (www.tierraspolares.es; 913 64 16 89) ofrece diversas rutas para conocer Groenlandia. Suelen incluir actividades como trekking, kayak y paseos en barco.
Informaci¨®n
? Oficina de turismo de Groenlandia
(www.greenland.com; 00299 34 28 20).
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