Wallace, el coautor en la sombra
El tono general de la celebraci¨®n del aniversario de la teor¨ªa de la evoluci¨®n lleva a preguntarse por qu¨¦ el papel de Alfred Wallace, cocreador con Darwin de la misma, se ha desvanecido a lo largo de la historia. Seg¨²n George Beccaloni, responsable de la exhibici¨®n Selecci¨®n natural, la idea que cambi¨® el mundo, en el Museo de Ciencias Naturales de Londres, podr¨ªa deberse a una cuesti¨®n de marketing. "Al final del siglo XIX y comienzos del XX, la selecci¨®n natural se convirti¨® en una teor¨ªa muy impopular y muchos bi¨®logos adoptaron alternativas como el nuevo lamarquismo [teor¨ªas de Lamarck] o la ortog¨¦nesis. Cuando surgi¨® la s¨ªntesis evolutiva moderna en los a?os 1930, la selecci¨®n natural fue adoptada como el mecanismo generalmente aceptado para explicar la evoluci¨®n. Entonces se crey¨® que la idea fue primero publicada por Darwin en El origen de las especies. La industria de Darwin que se ha creado en las ¨²ltimas d¨¦cadas ha hecho que su fama crezca y se olvide a Wallace".
Puede que tampoco ayudase el hecho de que aunque Wallace defendi¨® la teor¨ªa durante casi toda su vida, al final dio un vuelco hacia viejas filosof¨ªas con tintes de dise?o inteligente. Pero la curiosa historia de la publicaci¨®n no deja lugar a dudas del papel que el prestigioso y admirado cient¨ªfico jug¨® en su difusi¨®n. La historia cuenta que Darwin descubri¨® la teor¨ªa y trabaj¨® en ella, sin atreverse a publicarla, durante m¨¢s de 20 a?os. Un d¨ªa recibi¨® el art¨ªculo de Wallace que expon¨ªa la misma idea y que iba a ser publicado. Amigos influyentes de Darwin en la Sociedad Lineana decidieron presentarlo como una idea conjunta que hab¨ªan alcanzado por separado.
"Estimados se?ores: los siguientes trabajos, que tenemos el honor de poner en conocimiento de la Sociedad Lineana de Londres, concernientes todos ellos al mismo asunto, a decir, las leyes que afectan la producci¨®n de las variedades, razas y especies, contienen el resultado de las investigaciones de dos infatigables naturalistas: Charles Darwin y Alfred Wallace". As¨ª comenzaba la carta que hace 150 a?os iba a cambiar la historia de la ciencia. El descubrimiento conjunto de la teor¨ªa de la selecci¨®n natural por parte de Darwin (1809-1882) y Wallace (1823-1913) y, un a?o m¨¢s tarde, la publicaci¨®n de El origen de las especies, del primero, marcan un cambio en la percepci¨®n que el mundo ten¨ªa de s¨ª mismo.
"Wallace es doblemente responsable de la teor¨ªa ya que su art¨ªculo gener¨® el de Darwin. Tambi¨¦n porque esto provoc¨® que Darwin decidiera publicar sus ideas de forma r¨¢pida y condens¨® lo que pensaba que iban a ser tres o cuatro vol¨²menes en uno, El origen de las especies", explica Beccaloni. "Que fuese un libro peque?o y menos denso ayud¨® a su r¨¢pida difusi¨®n y a su aceptaci¨®n generalizada, que, probablemente, no se hubiera producido con un volumen m¨¢s extenso".
Hay ideas para todos los gustos. "El hecho de que no se publicaran los cuatro vol¨²menes originales es una pena, porque dio lugar a un libro ameno, lleno de ideas, pero sin evidencias. Si Darwin hubiera tenido tiempo de publicar la obra que ten¨ªa pensada, hubiera podido aportar todos los datos y pruebas que hab¨ªa recogido tan cuidadosamente en su viaje en el Beagle", dice John van Wyhe, especialista en Darwin de la Universidad de Cambridge y director del proyecto que ha reunido su obra completa en la Red (http://darwin-online.org.uk/).
Nadie discute la importancia de legado de Darwin, tan bien condensado por el presidente de la Royal Society Brit¨¢nica, el f¨ªsico y cosm¨®logo Martin Rees: "Empezamos a entender ahora -tomando como punto de partida el inicio misterioso del universo - c¨®mo los ¨¢tomos, los planetas o las bioesferas evolucionaron. Y c¨®mo, en al menos un planeta que gira en torno a una estrella, la selecci¨®n darwiniana condujo al surgimiento de una especie capaz de preguntarse el sentido y comienzo de sus or¨ªgenes".
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