El banco de la Generalitat aumenta un 44% la dotaci¨®n para morosidad

La inquietud del Gobierno catal¨¢n por las dificultades de las empresas viables para acceder a financiaci¨®n bancaria en estos tiempos de sequ¨ªa de cr¨¦dito, ha convertido al Instituto Catal¨¢n de Finanzas (ICF) en un instrumento clave en el actual contexto. Tras ampliar en 500 millones de euros la capacidad de endeudarse de la entidad de cr¨¦dito p¨²blico de la Generalitat, el endeudamiento autorizado para el ICF asciende a casi 4.000 millones de euros. El volumen de endeudamiento de la entidad, cuyo cometido es ayudar a financiar proyectos estrat¨¦gicos de empresas radicadas en Catalu?a y que inviertan en la comunidad, era, a 30 de junio pasado, de 2.649,3 millones. El recorrido que tiene por delante para endeudarse supera ahora los 1.000 millones. A pesar de que el banco de la Generalitat no prev¨¦ un repunte significativo de los cr¨¦ditos que no le pueden devolver las empresas, la cantidad destinada a provisiones por si aumenta la morosidad se ha elevado en un 44%, y ha pasado de 9 a 13 millones de euros. La morosidad, cuyos niveles se est¨¢n duplicando en los bancos privados y las cajas de ahorros, ha subido una d¨¦cima respecto al a?o pasado, hasta situarse en el 2%, y el ICF prev¨¦ que, a finales de a?o, el porcentaje repunte ligeramente, sin superar el 2,5%.

Antoni Castells est¨¢ preocupado por la dimensi¨®n de las firmas catalanas

El recorte en los bancos aumenta el inter¨¦s de empresas por el cr¨¦dito oficial

La semana pasada, por la junta de gobierno del ICF, que preside Andreu Morillas, pasaron las cuentas de la entidad financiera p¨²blica al cierre del primer semestre del a?o, que todav¨ªa no se han difundido. En el ICF se habla de "normalidad", de "tranquilidad" en la actividad ordinaria, tanto por el tipo de operaciones y de clientes que llaman a su puerta como por los indicadores de impagados. Sin embargo, el volumen de cr¨¦dito aprobado en los primeros seis meses del a?o, al margen del ritmo que luego sigan los desembolsos en la pr¨¢ctica, es muy superior (31%) al que se hab¨ªa registrado en los primeros seis meses de 2007 y roza los 400 millones de euros. "Nosotros no hemos cerrado el grifo", aseguran fuentes de la instituci¨®n, cuyo consejero delegado es Jos¨¦ Mar¨ªa Ayala. Pero no se trata de que las operaciones de financiaci¨®n se hayan disparado, sino de que aquellas en las que ha participado son de mayor envergadura, siguiendo la tendencia contraria a la del a?o pasado, en que la cuant¨ªa de la operaci¨®n media descendi¨® de 2,8 millones en 2006 a 1,3 millones en 2007.

Sin llegar a definir la situaci¨®n como una avalancha, la entidad s¨ª ha notado el acercamiento de empresas, sobre todo peque?as y medianas, que llaman a su puerta tras sufrir la restricci¨®n en la financiaci¨®n, mucho m¨¢s selectiva, rigurosa y cara del sector financiero privado.

Para el conjunto del a?o 2008, el ICF prev¨¦ una actividad inversora similar a la del a?o anterior; es decir, en torno a 1.060 millones de euros, aunque la inversi¨®n total en cartera est¨¢ previsto que suba casi un 25%. La actividad actual se sit¨²a ligeramente por encima de los niveles r¨¦cord alcanzados por la instituci¨®n en 2003, a?o del cambio de inquilinos en el Palau de la Generalitat. Los socialistas, entonces en la oposici¨®n, hab¨ªan acusado a CiU de convertir el ICF, a las puertas de las elecciones de noviembre de ese a?o, en una m¨¢quina de favores, traducidos en apoyo financiero, para empresas incluso poco viables (975 millones de euros).

Uno de los efectos de la crisis es la menor participaci¨®n del ICF en cr¨¦ditos sindicados, que suelen ser de cuant¨ªas muy voluminosas y pactarse con un grupo de entidades financieras, debido precisamente a la escasez de grandes operaciones en el mercado. El peso tradicional de las operaciones sindicadas suele ser de un tercio (los otros dos tercios son bilaterales entre el ICF y una empresa).

El ICF ha aprobado operaciones por 23,5 millones en cuatro meses para ayudar a empresas catalanas a ganar tama?o, y estudia operaciones por 20 millones, seg¨²n fuentes de la entidad. El Gobierno catal¨¢n dio luz verde el pasado 18 de marzo a una nueva v¨ªa de pr¨¦stamos del ICF de hasta 150 millones de euros con el fin de favorecer las fusiones y las compras de empresas.

Estos pr¨¦stamos, de 1 a 15 millones de euros, pueden ser ordinarios o participativos (en este ¨²ltimo caso, el ICF tiene derechos econ¨®micos sobre los beneficios de la compa?¨ªa a la que presta dinero), y los plazos de amortizaci¨®n llegan a los 15 a?os, incluidos dos de carencia. La falta de tama?o de las empresas catalanas es una de las preocupaciones del consejero de Econom¨ªa, Antoni Castells, ya que en el contexto de globalizaci¨®n actual, la dimensi¨®n es un factor de competitividad. Esta l¨ªnea de cr¨¦ditos ha sido la primera iniciativa concreta que la Generalitat ha puesto sobre la mesa.

Los usos del ICF se multiplican. A mediados de junio pasado, la Generalitat abri¨® a trav¨¦s de esta entidad l¨ªneas de financiaci¨®n para promotores inmobiliarios que quieran comprar suelo destinado a vivienda de protecci¨®n oficial o a la urbanizaci¨®n para pisos de alquiler.

Otra l¨ªnea de actividad, a¨²n pendiente de aprobaci¨®n por la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV), es la apuesta por las cooperativas. El ICF es una de las entidades financieras que participan, junto a tres cajas de ahorros, dos grupos franceses y el grupo de cooperativas catalanas Clade, en la nueva sociedad Sicoop. Esta sociedad de capital riesgo invertir¨¢ exclusivamente en proyectos relevantes en el ¨¢mbito de las cooperativas, con partidas de entre 300.000 y 1,5 millones de euros.

ICF Cr¨¨dit, por su parte, lleva ya ofrecidos 977 millones de euros en cr¨¦ditos en condiciones preferentes para pymes. Funciona desde hace tres a?os. La ¨²ltima dotaci¨®n, anunciada hace pocos d¨ªas, creci¨® el 20% hasta 300 millones de euros. Econom¨ªa quiere emplearla para ayudar a minimizar el impacto de la crisis.