"NO CREO EN LOS NACIONALISMOS"
?ngela Odina (47 a?os) estudi¨® odontolog¨ªa, pero a media carrera dej¨® los estudios y se dedic¨® a la corrupci¨®n urban¨ªstica. "Es un oficio m¨¢s seguro y m¨¢s rentable". Se inici¨® en la corrupci¨®n por casualidad. Un amigo le ofreci¨® un dinero a cambio de utilizar su nombre en una operaci¨®n de recalificaci¨®n de terrenos. "A partir de ah¨ª, una cosa te lleva a la otra".
-?Todos los pol¨ªticos son iguales?
-No, no. Ni todos los fontaneros, ni todos los ciclistas. Pero esto no va por colores. No hay pol¨ªticos de un color que no y que no, ni pol¨ªticos de otro color que s¨ª y que s¨ª. No va por colores. Va por personas. Hay personas que valen y personas que no valen para esto. Mi papel como intermediaria es saber qu¨¦ tecla tocar. Si toco una tecla que no va, pues no hago bien mi trabajo.
?ngela Odina ha participado en operaciones de soborno con pol¨ªticos (hombres y mujeres) de diferentes partidos y en diferentes territorios de Espa?a. Por eso, dice, no cree en los nacionalismos. "Un pelotazo es un pelotazo, en Lugo, Albacete, Lekeitio o Granollers".
-Usted no cree en la Espa?a plural.
-?S¨ª, por supuesto! En cada lugar tienen su estilo. Pero hay algo que nos une a los seres humanos por encima de todas las cosas. Hay un algo, yo qu¨¦ s¨¦, valores. La ambici¨®n, el deseo de pisar el cuello al de al lado, esa llamada profunda de ser humano, ese querer tener m¨¢s que el vecino.
-?Qu¨¦ le parecen las leyes anticorrupci¨®n?
-Pues qu¨¦ me van a parecer. Tiene que haberlas.
-Aunque vayan en su contra.
-S¨ª, pero tiene que haberlas, l¨®gicamente, porque si no, esto ser¨ªa la selva.
-?Qu¨¦ quiere decir?
-Estas leyes cumplen una funci¨®n muy importante. Ayudan a la selecci¨®n natural. Si no hubiera leyes, se dedicar¨ªa cualquiera a esto.
-Le confieso que me ha sorprendido que sea usted mujer.
-Claro. El prejuicio. A usted le dicen urbanismo y corrupci¨®n y piensa en fajos de billetes sujetos con gomilla, un gordo sudoroso ense?ando los pelos de la pechera, gafas de sol gigantes y malet¨ªn negro, ?no?
-?Cree que el intermediario corrupto tiene mala imagen?
-A la fuerza. Ustedes, los medios, nos machacan. Si esto sigue as¨ª, el d¨ªa de ma?ana ning¨²n ni?o o ni?a querr¨¢ ser intermediario de corrupci¨®n urban¨ªstica, y ser¨¢ una pena, porque se perder¨¢ una profesi¨®n muy nuestra y con mucha salida.
-Ahora me dir¨¢ que usted har¨ªa una Escuela Oficial de Corrupci¨®n Urban¨ªstica.
-?Y por qu¨¦ no? Eso lo profesionalizar¨ªa. En lugar de combatirla, ?por qu¨¦ no lo regulamos?
-A lo mejor, hubiera usted comenzado esa carrera y la hubiera dejado para dedicarse a ser dentista cobrando en negro.
-Puede ser, ja, ja, puede ser. Yo siempre he ido un poco a la contra. Mi madre me lo dec¨ªa: Angelita, eres una culopatr¨¢s. Puede que vaya en mi car¨¢cter.
-Pero usted lo tiene claro: por m¨¢s leyes que hubiera, no le impedir¨ªan trabajar.
-Mire, las leyes est¨¢n bien. Nos civilizan. Pero cuando dos personas quieren entenderse, las leyes est¨¢n de m¨¢s. Un apret¨®n de manos vale m¨¢s que mil notarios.
?NGELA ODINA. INTERMEDIARIA Y CORRUPTA
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