Margaret Ringenberg, aviadora pionera
Pilot¨® en solitario por primera vez en la II Guerra Mundial
Margaret Ringenberg muri¨® entre aviones, su mundo. La piloto estadounidense participaba en una convenci¨®n aeron¨¢utica experimental en Oshkosh (Winsconsin). Su vida fue toda una aventura, y sigui¨® volando hasta el mes pasado. Ten¨ªa 87 a?os, en los que pas¨® m¨¢s de 40.000 horas en el aire y se alzo con m¨¢s de un centenar de trofeos en competiciones.
Ringenberg, nacida en Fort Wayne (Indiana) un 17 de junio de 1921, falleci¨® el 28 de julio por causas naturales mientras dorm¨ªa. Era una chica del mundo rural, que tuvo una vida excitante hasta el final. En junio qued¨® tercera en el Air Race Classic. Su primer contacto con el mundo de la aviaci¨®n se produjo de una manera inocente ocho d¨¦cadas antes, cuando ten¨ªa ocho a?os de edad.
Un aviador acrob¨¢tico de la ¨¦poca aterriz¨® cerca de la granja de su familia. Ella y su padre se acercaron para ver si necesitaba ayuda. En agradecimiento, el aviador les pregunt¨® si quer¨ªan volar. Margaret no dud¨® un instante y se subi¨® al avi¨®n. Comenz¨® as¨ª la pasi¨®n de toda su vida.
Ringenberg cre¨ªa que la ¨²nica v¨ªa que ten¨ªa entonces una mujer para entrar en ese mundo era como asistente de vuelo. Lo que no sab¨ªa es que la Segunda Guerra Mundial le ofrecer¨ªa una oportunidad inesperada con la que se puso al mando en solitario de un avi¨®n con 19 a?os, en 1941.
Los j¨®venes ten¨ªan que ir al frente y las escuelas de vuelo se estaban quedando sin personal en EE UU. Su carrera como piloto comenz¨® en 1943, como miembro del Women Airforce Service Pilots (WASP). Las mujeres no pod¨ªan participar en misiones de combate, pero realizaban otros servicios esenciales, como vuelos de prueba o transporte de tropas.
El periodista Tom Brokaw le dedica un cap¨ªtulo en su libro The Greatest Generation, donde documenta la vida de otros h¨¦roes de la Segunda Guerra Mundial. El programa WASP fue desmantelado en 1944. Despu¨¦s, la piloto trabaj¨® en la centralita de un aeropuerto, luego se hizo instructora de vuelo y empez¨® a competir.
Era una de las pioneras en el mundo de la aviaci¨®n, y su labor en ese programa permiti¨® a otras mujeres acceder a un mundo reservado a los hombres. A los 72 a?os, Ringenberg particip¨® en la Round the World Air Race. Tambi¨¦n compiti¨® en 2001 en la London-Sydney, y en 2003 qued¨® segunda en el Air Race Classic.
La Nacional Aeronautic Association le concedi¨® el premio Elder Statesman en 1999, que se suma a los m¨¢s de 150 trofeos que gan¨® a lo largo de su carrera. Y escribi¨® su propia biograf¨ªa, titulada Girls can?t be pilots (Las chicas no pueden ser pilotos, 1998), en la que se retrata como "una ama de casa con una carrera inusual", que le llev¨® incluso a los mandos de un simulador del transbordador espacial de la NASA.
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