El testimonio y el testigo
Cuando Alexandr Solzhenitsin public¨® Archipi¨¦lago Gulag, el mundo tuvo constancia de que el pa¨ªs que se presentaba como el para¨ªso en la Tierra escond¨ªa, en realidad, un infierno semejante al que erigi¨® el nazismo. Su denuncia de los campos de concentraci¨®n sovi¨¦ticos resultaba tan documentada e incontestable que el ¨²nico argumento para desmentirla consist¨ªa en sembrar dudas sobre el autor, un recurso que ni comenz¨® con los reg¨ªmenes comunistas ni, por desgracia, desapareci¨® con ellos. Por su personalidad extremosa y por el car¨¢cter m¨ªstico y muchas veces reaccionario de su ideolog¨ªa, Solzhenitsin se lo puso f¨¢cil a sus cr¨ªticos. Requeridos por el manique¨ªsmo, arrebatados por la artificiosa exigencia del conmigo o contra m¨ª -un mal del que, por cierto, ning¨²n tiempo est¨¢ a salvo-, los defensores de la utop¨ªa comunista cometieron el m¨¢s obtuso de los errores: creyeron que bastar¨ªa con desacreditar al testigo para desmentir el testimonio. Tras la publicaci¨®n del libro, el Gobierno de Br¨¦znev le retir¨® la nacionalidad y Solzhenitsin comenz¨® un largo exilio en Occidente.
Archipi¨¦lago Gulag demostr¨® la existencia de campos de concentraci¨®n en la Uni¨®n Sovi¨¦tica, contribuyendo a esclarecer la verdad de una ¨¦poca. Pero el proceso general incoado contra Solzhenitsin revel¨®, adem¨¢s, un equ¨ªvoco que aspira a convertirse en el peor legado del siglo XX: combatir una causa abominable no hace necesariamente buena la causa desde la que se combate. Stalin luch¨® contra el nazismo, pero eso no redim¨ªa al estalinismo como creyeron tantos de sus partidarios. El propio Solzhenitsin desenmascar¨® el estalinismo, pero eso no convalidaba la ideolog¨ªa que le anim¨®.
Solzhenitsin fue un habitante excepcional del siglo XX, capaz de resumir sus m¨¢s dram¨¢ticas contradicciones. Pocos escritores demostraron como ¨¦l que se puede acertar y al mismo tiempo defender ideas l¨²gubres o autoritarias. Por eso quienes se conformaron con reproch¨¢rselas se equivocaron m¨¢s que ¨¦l, intentando absolver en nombre de una ideolog¨ªa opuesta, aunque tambi¨¦n autoritaria, un sistema que, junto al nazismo, perpetr¨® las mayores matanzas de la historia.
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