Taconeos en los jardines de Sabatini

Silencio y oscuridad. Punteo de guitarra espa?ola. Los palmeros dan pitos a medida que una tenue luz invade el escenario y las palmas acompa?an r¨ªtmicamente el golpeo de los pies sobre las tablas. Todo listo para que aparezcan esas voces rasgadas que vienen directamente del interior del alma, y para que los protagonistas, los bailarines, se arranquen por buler¨ªas.

Los jardines de Sabatini vivieron anoche una velada de danza flamenca, dentro de la programaci¨®n de los Veranos de la Villa. De Farruca a Faraona es el ¨²ltimo espect¨¢culo de la familia gitana sevillana Montoya Manzano, en el que Rosario La Farruca y Pilar La Faraona rinden homenaje al patriarca, el m¨ªtico maestro Farruco. Les acompa?aron su sobrino El Polito y El Farru como artista invitado. El recinto, con capacidad para 1.200 personas, se llen¨® hasta sus tres cuartas partes, aunque el sector cal¨® del p¨²blico fue ocupando las sillas vac¨ªas de las primeras filas a lo largo de la hora y media que dur¨® la funci¨®n.

La Faraona y La Farruca demostraron desparpajo, habilidad y estilo. El Polito se atrevi¨® a taconear descalzo sobre las maderas y El Farru movi¨® sus caderas sin despeinar su larga melena. Al final, el p¨²blico se puso en pie, y desde el fondo del patio de butacas se escuch¨® una voz que gritaba: "?se es mi primo".