Original
Hubo una ¨¦poca en que idear una serie original resultaba sencill¨ªsimo. Bastaba un polic¨ªa con cualquier circunstancia peculiar: un polic¨ªa inv¨¢lido (Ironside), un polic¨ªa gordo (Cannon), un polic¨ªa con un loro (Baretta). Hablamos de la antig¨¹edad, claro. Con los a?os, las cosas se fueron complicando. Ya no bastaba con a?adir un detalle curioso. Si se produc¨ªa una serie de m¨¦dicos, el protagonista ten¨ªa que ser raro de narices (un mis¨¢ntropo toxic¨®mano, como el doctor House); si la serie giraba en torno a un forense, el forense ten¨ªa que ser un psic¨®pata asesino (Dexter) o trabajar sobre casos absolutamente marcianos (CSI).
La sociedad estadounidense HBO ha sido estos ¨²ltimos a?os quien m¨¢s ha forzado las meninges de sus guionistas. ?Una comedia dram¨¢tica? Nada m¨¢s divertido y humano que una empresa de pompas f¨²nebres (Dos metros bajo tierra). ?Una del oeste? Pues una recreaci¨®n de los dramas de Shakespeare (Deadwood). ?Una saga familiar? Ah¨ª est¨¢n los mafiosos de Los Soprano.
TNT, productora rival de HBO, no se qued¨® atr¨¢s. El a?o pasado lanz¨® una serie protagonizada por una polic¨ªa c¨ªnica, alcoh¨®lica y (ni?os, por favor, no le¨¢is esto) fumadora, m¨¢s o menos homicida y acompa?ada por un ¨¢ngel. Se trata de Salvando a Grace, que Cuatro estrena esta noche en Espa?a.
?Qu¨¦ pod¨ªa hacer HBO, sino pisar el acelerador? Su pen¨²ltimo invento, que se estrena hoy en Estados Unidos, se llama True blood y gira en torno al movimiento vamp¨ªrico internacional. Siempre hay, sin embargo, un m¨¢s all¨¢. Lo ultim¨ªsimo de HBO, a¨²n en fase de preparaci¨®n, se llama Hung. ?Argumento? Un entrenador de baloncesto posee un pene fara¨®nico, y decide rentabilizarlo.
Llegados a este punto, ?qu¨¦ podemos esperar para el futuro? Pid¨¢moslo todo: un psic¨®pata asesino que trabaje como m¨¦dico de enfermedades dif¨ªciles, que disponga de un original equipo de colaboradores (pongamos un ¨¢ngel, un vampiro y un cad¨¢ver embalsamado), que sea perseguido por un mafioso neur¨®tico y que, naturalmente, cure a sus pacientes con un portentoso golpe de picha.
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