?De verdad es tan peligroso mi neceser?
Los expertos consideran in¨²til e ilegal la normativa europea sobre seguridad en los aeropuertos - Varias iniciativas pol¨ªticas y jur¨ªdicas pretenden revocarla, lo que podr¨ªa suceder en oto?o
David Raya, barcelon¨¦s de 28 a?os, suele viajar con una maleta llena de medicamentos. En total, suman m¨¢s de un litro. Para ¨¦l son vitales porque padece fibrosis qu¨ªstica y diabetes y puede necesitarlos en cuesti¨®n de segundos. Le permiten sobrevivir a unas enfermedades "muy rebeldes". El problema llega cuando tiene que cruzar los controles de los aeropuertos. La normativa europea es muy restrictiva con los l¨ªquidos. Hace quince d¨ªas, en Lisboa, le volvi¨® a pasar. Le abrieron la maleta, se la revolvieron y le obligaron a justificar todo aquel despliegue de f¨¢rmacos. "Y as¨ª hasta que ped¨ª que viniera la polic¨ªa y les ense?¨¦ el informe m¨¦dico. Pero, ?por qu¨¦ tiene que saber todo el mundo que estoy enfermo?", se pregunta Raya.
El reglamento sobre el equipaje de mano fue declarado secreto
El art¨ªculo 254 del Tratado de la UE obliga a publicar todas las disposiciones
"Se pueden montar bombas con menos de 100 mililitros", se?ala un perito
"El alcohol que hay a bordo tambi¨¦n es peligroso, dice un crimin¨®logo"
?Se puede obligar a los ciudadanos a cumplir una ley que no conocen?
"El secretismo se opone al Estado de derecho", subraya un catedr¨¢tico
Su caso es extremo, pero, como ¨¦l, millones de pasajeros en toda la Uni¨®n Europea tienen que enfrentarse a registros similares para poder embarcar. Que si tiene usted que descalzarse. Que si desabr¨®chese el cintur¨®n. Que si saque el port¨¢til del estuche. Que si tiene que dejar aqu¨ª ese botell¨ªn de agua. La lista es muy larga y no tiene justificaci¨®n aparente.
Lo que muchos afectados quiz¨¢ no saben es que disponen de motivos suficientes para quejarse de la normativa que ampara semejantes excesos. Se trata del controvertido reglamento 1.546 de 2006. Consiste en un ¨²nico anexo que, entre otros puntos, proh¨ªbe llevar l¨ªquidos en envases de m¨¢s de 100 mililitros, y que sorprendentemente es secreto. Los expertos sostienen que no s¨®lo es in¨²til para garantizar la seguridad sino que, sobre todo, es ilegal. Al ser confidencial, vulnera el art¨ªculo 254 del Tratado de la Uni¨®n, que obliga a publicar todas las normas en el Diario oficial de las comunidades europeas. Incluso la propia titular de Fomento (ministerio del que dependen los aeropuertos), Magdalena ?lvarez, ha reconocido recientemente en el Congreso que no le gusta.
El reglamento seguir¨¢ incomod¨¢ndonos el resto del verano pero puede que al volver de vacaciones pase a mejor vida. Son varias las acciones pol¨ªticas y judiciales que se han emprendido para que sea retirado y que previsiblemente ser¨¢n respondidas en oto?o.
Al cruzar los controles, quien m¨¢s quien menos se habr¨¢ preguntado alguna vez: ?sirven para algo estos controles? Los expertos lo tienen claro. "Las medidas instauradas por el reglamento 1546 son completamente in¨²tiles. No han mejorado en nada la seguridad en las aeronaves ni en los aeropuertos", se?ala desde Par¨ªs Christophe Naudin, investigador del departamento de Amenazas criminales contempor¨¢neas de la Universidad Par¨ªs 2 y autor del ensayo La s?ret¨¦ a¨¦rienne. Naudin sabe de lo que habla. ?l mismo ha grabado reportajes para la televisi¨®n p¨²blica francesa en los que muestra c¨®mo ha conseguido colar a bordo cutters y artefactos explosivos simulados. Sostiene que limitar los l¨ªquidos a envases de 100 mililitros no sirve para nada porque con cantidades menores e indetectables en los esc¨¢ners se puede fabricar un artefacto qu¨ªmico que afecte a toda la cabina.
Pone un ejemplo Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Fierro, qu¨ªmico y profesor de investigaci¨®n del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC): "La peroxiacetona se puede fabricar muy f¨¢cilmente con cantidades del orden de 50 mililitros de tres componentes: agua oxigenada, acetona y un ¨¢cido". Con una peque?a chispa, a?ade, el compuesto entrar¨ªa en combusti¨®n y la onda podr¨ªa romper los cristales.
Eso por no hablar del peligro potencial de las bebidas alcoh¨®licas que se sirven durante el vuelo. "Quitarles las botellas de agua a los pasajeros con el pretexto de que los l¨ªquidos pueden ser explosivos es absurdo, cuando es tan f¨¢cil armar un c¨®ctel mol¨®tov con el alcohol que se vende a bordo", critica Naudin. "El fuego en un avi¨®n en vuelo es tan peligroso como una explosi¨®n" -advierte-; "una organizaci¨®n criminal podr¨ªa iniciar varios fuegos al mismo tiempo en una aeronave, lo que dejar¨ªa a la tripulaci¨®n sin capacidad para combatirlos al mismo tiempo", advierte el experto franc¨¦s.
El crimin¨®logo a?ade que lo ¨²nico que ha conseguido el reglamento ha sido generar ansiedad entre los pasajeros. Naudin se opone al texto porque colisiona con el Estado de Derecho al soslayar la presunci¨®n de inocencia. Opina que estas medidas consideran al pasajero como "un terrorista o un delincuente en potencia" que tiene que demostrar que es inocente.
El reglamento, considerado un desatino por los expertos en Derecho, fue redactado y aprobado por la Comisi¨®n Europea en un santiam¨¦n. Todo empez¨® en agosto de 2006, cuando Reino Unido desbarat¨® una supuesta trama para hacer estallar con l¨ªquidos explosivos varios aviones con destino a Norteam¨¦rica. Londres aplic¨® entonces una serie de medidas restrictivas con los l¨ªquidos y envi¨® un informe a la Comisi¨®n. All¨ª, el Comit¨¦ de Seguridad de la Aviaci¨®n Civil, integrado por expertos de los 25 Estados miembros, se reuni¨® a puerta cerrada el 27 de septiembre de 2006 para debatir la revisi¨®n de la seguridad y adopt¨® las medidas brit¨¢nicas. S¨®lo se opusieron tres pa¨ªses: Italia, Irlanda y Rep¨²blica Checa, que lo consideraron "desproporcionado".
En cuesti¨®n de diez d¨ªas, la Comisi¨®n ratific¨® el reglamento sin consultarlo con el Parlamento y lo convirti¨® en ley para toda la Uni¨®n. El texto tiene un ¨²nico art¨ªculo que ordena aplicar las normas del anexo, donde se detalla lo que no pueden embarcar los pasajeros. Su contenido fue declarado secreto y nunca ha sido publicado de manera oficial, aunque ha sido divulgado por varios medios de comunicaci¨®n. La Comisi¨®n justifica que la normativa ha de ser confidencial para no dar pistas a presuntos terroristas. Hay otras explicaciones. "Si unas normas tan absurdas fueran p¨²blicas, el pitorreo general impedir¨ªa aplicarlas", opina al tel¨¦fono desde Nueva York Joan J. Queralt, catedr¨¢tico de Derecho penal de la Universidad de Barcelona.
No est¨¢ muy claro, sin embargo, c¨®mo se puede cumplir una normativa que nadie conoce. Ni los pasajeros ni los propios vigilantes de seguridad y guardias civiles. Este secretismo, seg¨²n los expertos, vulnera derechos del ciudadano. "Es contrario al Estado de derecho", subraya Juan Jos¨¦ Soloz¨¢bal, catedr¨¢tico de Derecho Constitucional de la Universidad Aut¨®noma de Madrid. "El ciudadano tiene que saber lo que no puede hacer. La publicaci¨®n de las normas es fundamental para que ¨¦stas puedan cumplirse", precisa.
El desconocimiento de la norma puede perjudicar gravemente a los enfermos. Es el caso de David Carlos Zapata Garnica, un enfermo terminal de c¨¢ncer. La compa?¨ªa a¨¦rea con la que quer¨ªa regresar a Bolivia le prohibi¨® volar. Alegaba que la botella de ox¨ªgeno que necesita para respirar supon¨ªa "un problema de seguridad" para el vuelo. Se amparaban en la normativa, aunque el texto estipula que los l¨ªquidos para "necesidades m¨¦dicas" pueden embarcarse.
Tampoco conoc¨ªa la normativa al austriaco Gottfried Heinrich, cuando en 2005 le obligaron a bajar de un avi¨®n porque hab¨ªa embarcado con raquetas de tenis. Hab¨ªa vulnerado una norma que ignoraba porque, como el reglamento de 2006, era secreta. Son muchos los que consideran esta situaci¨®n un desprop¨®sito. El mayor varapalo ha llegado de la mano de la brit¨¢nica Eleanor Sharpston, abogada general del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas (TJCE). A ra¨ªz del caso de Heinrich, ha concluido que el reglamento es jur¨ªdicamente "inv¨¢lido" y que por su car¨¢cter secreto deber¨ªa ser declarado "inexistente". Aunque su dictamen no es vinculante, el Tribunal de Justicia europeo suele ratificar casi siempre las conclusiones del ponente o relator. La decisi¨®n del Tribunal se espera para oto?o.
Est¨¢ por ver qu¨¦ llegar¨¢ antes. Si el pronunciamiento del Tribunal o la marcha atr¨¢s de la propia Comisi¨®n. El comisario de Transportes que aprob¨® el texto, Jacques Barrot, anunci¨® el pasado abril, antes de dejar el cargo, que se revisar¨ªa el texto para simplificarlo y eliminar algunas obligaciones redundantes. As¨ª lo afirm¨® en una carta enviada al presidente de la Comisi¨®n de Transportes del Parlamento, Paolo Costa. El sucesor de Barrot, Antonio Tajani, ha heredado el compromiso de acometer la revisi¨®n.
El objetivo, se?al¨® Barrot en la misiva, ser¨ªa acabar con las restricciones al transporte de l¨ªquidos en el equipaje de mano. Y a?ad¨ªa que habr¨ªa que aplicar cada vez m¨¢s la tecnolog¨ªa. El eurodiputado liberal Ignasi Guardans (Converg¨¨ncia i Uni¨®), acostumbrado a recorrer los aeropuertos europeos, cuenta que, en el de Bruselas, los pasajeros no tienen que quitarse los zapatos. Una m¨¢quina especial les revisa el calzado. La aplicaci¨®n de tecnolog¨ªa nueva "depende de lo que se quieran gastar los aeropuertos", se?ala el europarlamentario.
Su prop¨®sito se a?ade a la promesa de la Comisi¨®n de publicar el anexo. Su representante, Marion Knoben, asegur¨® que se publicar¨ªan las reglas en el diario oficial tras escuchar la queja de David Raya, enfermo de fibrosis qu¨ªstica y diabetes. El pasado mayo tuvo cinco minutos para exponer ante la c¨¢mara su calvario para poder pasar las medicinas en los controles. Knoben, eso s¨ª, no fij¨® la fecha de publicaci¨®n. "Seguramente lo har¨¢n en septiembre u octubre", avanza Raya desde Barcelona.
A su protesta se han sumado algunos blogs, como nosinzapatos.com, que recoge testimonios de pasajeros cabreados. Como el de una usuaria a la que le impidieron embarcar un tubo de 100 mililitros de jab¨®n facial. ?La raz¨®n? Lo llevaba en el neceser transparente de la maleta en vez de la bolsa de pl¨¢stico que prescribe la normativa.
Las quejas ya han llegado a algunos Parlamentos nacionales, como el espa?ol, donde varios diputados, como Joan Herrera, de Iniciativa per Catalunya, y Josep Antoni Duran Lleida, de CiU, han pedido explicaciones a Fomento en el Congreso. El Ministerio tendr¨¢ que responder tras el verano.
El secretismo causa otra molestia a los pasajeros: la arbitrariedad. La norma se aplica de manera diferente en cada pa¨ªs e incluso en cada aeropuerto. As¨ª se dan casos como el de la ensaimada rellena de crema que puede volar de Mallorca a Berl¨ªn, pero no de Berl¨ªn a Par¨ªs. En otros pa¨ªses la pol¨¦mica la han protagonizado el foie y el queso cremoso.
Como el anexo es secreto, los vigilantes de seguridad y guardias civiles s¨®lo tienen como referencia las instrucciones gen¨¦ricas que la UE distribuy¨® entre las autoridades de los pa¨ªses miembros. Su margen de aplicaci¨®n es, por tanto, muy amplio y a veces provoca situaciones totalmente injustificadas. Como la de obligar al pasajero a descalzarse antes de pasar por el arco o la de impedirle que embarque una botella de agua vac¨ªa o una lata de refresco.
"Es como si los criterios de la prueba de alcoholemia fueran secretos. Depender¨ªa de cada polic¨ªa", critica Guardans, que lleva meses batallando contra los reglamentos secretos. La desprotecci¨®n jur¨ªdica es flagrante, ya que el pasajero no puede defenderse. No hay ning¨²n documento oficial que se pueda esgrimir ante los vigilantes de seguridad.
?C¨®mo se resuelve la paradoja de que alguien que tiene que hacer cumplir una norma no la haya le¨ªdo nunca? El Ministerio de Fomento, la autoridad de la que dependen los aeropuertos, reh¨²sa explicar esta aparente contradicci¨®n. Aduce que es un asunto de seguridad y que por tanto compete a Interior. "Es una normativa secreta pero no para quien la tiene que hacer cumplir", asegura una portavoz de este ministerio.
"Los guardias civiles [responsables de los controles] instruyen a los vigilantes de seguridad, que en caso de duda les preguntan". Guardans discrepa. "Es mentira que sea competencia de Interior por tratarse de un tema de seguridad. El reglamento lo aprob¨® un Comit¨¦ de Seguridad A¨¦rea de Aviaci¨®n Civil y en este comit¨¦ hab¨ªa un representante de Fomento".
?Si todo el mundo parece estar de acuerdo en que el reglamento es in¨²til e ilegal, por qu¨¦ no se retira? "Suprimir hoy una medida de seguridad ser¨ªa reconocer que es est¨²pida e inadecuada", opina el crimin¨®logo Naudin. Hay otras razones. Un experto del Gobierno que pide anonimato considera que, a pesar de que el reglamento vulnera algunos derechos, los miembros comunitarios lo aplican "porque a todos nos da miedo que ocurra algo en nuestro pa¨ªs".
La anulaci¨®n del reglamento no supondr¨¢ el descontrol. S¨®lo se volver¨¢ a la normativa de 2006, la que "todos conocemos, que proh¨ªbe viajar con tijeras, objetos contundentes, etc¨¦tera", seg¨²n precisa el parlamentario Guardans. "Espa?a en materia de aeropuertos es como Espa?a en materia de aceite de oliva. Nos toca decir algo sobre este tema", concluye.
Las normas que la Comisi¨®n oculta
- Un anexo "secreto"
La causa de los molestos controles de los aeropuertos reside en un texto de folio y medio. Es el anexo del reglamento 1.546 sobre seguridad a¨¦rea de 2006. Contiene la lista de art¨ªculos prohibidos en el equipaje de mano. En teor¨ªa es secreto, pero se conoce desde que lo divulgaron varios medios. La lista, que a¨²n no ha sido publicada oficialmente, casi no aporta m¨¢s detalles que los folletos informativos.
- L¨ªquidos
S¨®lo podr¨¢n embarcarse en recipientes que no superen los 100 mililitros y vayan en una bolsa de pl¨¢stico transparente de capacidad no superior a un litro. Se incluyen "gel, pastas, lociones" y "pasta de dientes, gomina, bebidas, sopas, jarabes, perfume, espuma de afeitar, aerosoles".
- Exenciones
Se podr¨¢n embarcar, previa justificaci¨®n, los l¨ªquidos que sean "para ser utilizados durante el vuelo", por "necesidades m¨¦dicas" o "dietas especiales". Tambi¨¦n los que hayan sido comprados "en la zona restringida de seguridad", a bordo del avi¨®n y en otros aeropuertos comunitarios (empaquetados y con prueba de compra).
- Port¨¢tiles y abrigos
No podr¨¢n embarcarse las piezas de equipaje de m¨¢s de 56 - 45 - 25 cent¨ªmetros (excepto las que sean "fr¨¢giles" o valiosos). "Los ordenadores port¨¢tiles y otros art¨ªculos el¨¦ctricos grandes" ser¨¢n revisados fuera del equipaje. Los abrigos y chaquetas tambi¨¦n ser¨¢n examinados como piezas aparte.
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