"Sigan el rastro de las comisiones"
El 18 de julio de 2007, el banco estadounidense Bearn Stearns anunci¨® la quiebra de dos fondos de inversi¨®n. Entonces parec¨ªa un problema aislado, producto de la mala gesti¨®n de riesgos de la entidad. Pero era mucho m¨¢s que eso; era el primer s¨ªntoma de una enfermedad que se ha extendido como una hidra por el sistema financiero mundial. A¨²n no se ha descubierto la vacuna que acabe con esta bacteria destructiva de nombre subprime. Ya se ha cobrado 93.600 empleos. Adem¨¢s, bancos y aseguradoras han reconocido p¨¦rdidas por valor de 284.500 millones de euros y han tenido que captar 210.000 millones para tapar los agujeros de sus balances.
?Es la peor crisis de la historia? "Yo no dir¨ªa tanto, pero s¨ª creo que habr¨¢ mucha gente que lo pase muy mal en los pr¨®ximos meses". El diagn¨®stico es de Stuart E. Lucas, miembro de una de las grandes fortunas familiares estadounidenses (vinculada a la fabricaci¨®n de leche en polvo) y experto en asesorar a otros ricos sobre d¨®nde y c¨®mo invertir su dinero.
Lucas promueve la inversi¨®n ¨¦tica: "La riqueza, sin valores, es s¨®lo dinero"
El epicentro de la actual crisis hay que buscarlo en el mercado hipotecario de EE UU. Durante un largo periodo de tiempo se hab¨ªan concedido cr¨¦ditos a mansalva para la adquisici¨®n de viviendas a deudores que no ofrec¨ªan grandes garant¨ªas (pr¨¦stamos conocidos como subprime). El negocio iba como un tiro; tanto, que los bancos necesitaban liquidez para seguir dando cr¨¦ditos. ?Qu¨¦ hacer? Aprovechar la globalizaci¨®n financiera, que para algo est¨¢. Las entidades acudieron a los mercados de capitales para refinanciar las hipotecas mediante complejos productos estructurados en los que invert¨ªan desde hedge funds hasta los agricultores franceses a trav¨¦s de sus planes de pensiones. As¨ª se diversificaba el riesgo, pero, al subir la morosidad, lo que deber¨ªa haber sido un problema local se convirti¨® en una crisis planetaria.
Como en las novelas negras, en las que el detective aconseja seguir a la mujer para resolver el caso, Lucas dice que la crisis da una lecci¨®n para el futuro: "Sigan el rastro de las comisiones". Compara el caso de estas hipotecas con el de una cinta de embalaje. "La hipoteca inicial se empaquetaba en un producto llamado titulizaci¨®n que se vend¨ªa a un tercero. ?ste volv¨ªa a empaquetarlo y se lo vend¨ªa a otro cliente...".
El activo hab¨ªa cambiado tanto desde el origen que el cliente final no sab¨ªa exactamente qu¨¦ estaba comprando ni las agencias de calificaci¨®n de riesgo (otros de los grandes perdedores) lo que estaban calificando. "Cuando alguien me recomienda una inversi¨®n, en primer lugar, trato de comprender el producto y, a continuaci¨®n, saber qui¨¦n recibir¨¢ dinero si yo lo compro y por qu¨¦", a?ade Lucas.
El repunte de los morosos puso contra las cuerdas a los bancos estadounidenses. ?stos, a su vez, empezaron a incumplir sus compromisos con aquellos que les hab¨ªan dado dinero para conceder m¨¢s pr¨¦stamos, y as¨ª sucesivamente. El miedo que el agujero hab¨ªa provocado llev¨® a las entidades a no fiarse de sus rivales. El mercado interbancario, donde se prestan dinero entre s¨ª, se sec¨®, forzando a los bancos centrales a inyectar miles de millones.
Este caos coincidi¨® con los primeros s¨ªntomas de desaceleraci¨®n econ¨®mica a ambos lados del Atl¨¢ntico. Todo manual de econom¨ªa se?ala que cuando ¨¦sta se atranca, una de las armas son las rebajas de los tipos de inter¨¦s. Sin embargo, el repunte de la inflaci¨®n dificulta rebajar el precio del dinero. La tormenta perfecta, seg¨²n los expertos.
Uno de los nubarrones de esta tormenta es el encarecimiento de las materias primas, especialmente del crudo y de los alimentos b¨¢sicos. El ma¨ªz y el arroz se han convertido en un activo de inversi¨®n m¨¢s y, por tanto, en su precio influyen factores al margen de oferta y demanda. "La especulaci¨®n forma parte de la naturaleza humana. El problema es cuando hay un exceso de especuladores".
La crisis financiera ha reforzado la creencia de Lucas acerca de que no todo vale para ganar dinero. Como si se tratase de una letan¨ªa, recuerda a sus clientes las ventajas de la inversi¨®n ¨¦tica y sostenible. "La riqueza, sin valores, es s¨®lo dinero".
![Lucas es miembro de una de las grandes fortunas familiares estadounidenses. Ahora se dedica a asesorar a otros ricos sobre c¨®mo invertir.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/EUTSY2TW6AA6BA5ZBHSKSUBACM.jpg?auth=f6e460c836aa0939241ff9d09b3a25b9f37d6b950405b811ce988db3e546b9b7&width=414)
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