M¨¢s poder chino

El nuevo poder del piano chino forj¨® ayer un nombre para su lista de int¨¦rpretes de raza: Jue Wang, contundente ganador del Concurso Internacional de Piano de Santander Paloma O'Shea, sin dudas por parte del jurado, despu¨¦s de imponerse al japon¨¦s Kotaro Fukuma y al canadiense, nacido en Hong Kong, Avan Yu.

Lo hizo con el Concierto n¨²mero 1 de Chaikovski, junto a la Filarm¨®nica de Dresde y Rafael Fr¨¹hbeck de Burgos, en el Palacio de Festivales, donde culmin¨® una competici¨®n de 10 d¨ªas intensos en la que se ha demostrado que la fuerza oriental en el futuro dominio del instrumento ya es realidad. "Vivimos la decadencia de Occidente en el piano", comentaba a este diario el presidente del jurado, Antoni Ros Marb¨¤. "Ni Lang Lang, ni Yundi Li decoran como una rareza ex¨®tica los escenarios internacionales. M¨¢s bien, si todo sigue as¨ª, ser¨¢n los italianos, alemanes o norteamericanos los que ocupen ese lugar". Para Paloma O'Shea no hay duda: "?ste es claramente el a?o del drag¨®n".

"Es la decadencia de Occidente de este instrumento", dijo el presidente del jurado

No era Jue Wang, de 24 a?os, el ¨²nico chino que compet¨ªa. Entre 20 participantes, cinco ten¨ªan su nacionalidad, aparte de tres japoneses y una coreana. Oriente se impone. Y s¨®lo la todav¨ªa dominante escuela rusa -con cuatro competidores- puede igualar su fuerza en los pr¨®ximos a?os.

Apenas atac¨® Wang el martes los primeros compases de Chaikovski, pocas dudas cab¨ªan sobre el ganador. Hab¨ªa un pianista en el escenario. Un Sans¨®n, decidido y dominador, que concentraba toda la atracci¨®n. Rob¨® todo el protagonismo a una orquesta que en la actuaci¨®n anterior, la del japon¨¦s Fukuma (fue tercero), hab¨ªa quedado por encima del concursante. Junto a Wang, la batuta de Fr¨¹hbeck no pod¨ªa traspasar la barrera que el pianista marcaba, con un sonido poderos¨ªsimo y arrebatador. Se limitaron a ser meros sparrings para aguantar los golpes de talento del pianista.

Si en el primer movimiento dej¨® una marca de tit¨¢n, en el segundo, Andantino, Wang se mostr¨® delicado y juguet¨®n. Su imaginaci¨®n, muy sugerente, proporcionar¨¢ grandes emociones al que le siga. En todo momento supo aprovecharse del efectismo de la pieza. Ante aquella exhibici¨®n, el joven Avan Yu, de 21 a?os, sab¨ªa que le esperaba una papeleta. Se mostr¨® bastante nervioso, aunque se gan¨® al p¨²blico a base de una extrema delicadeza en el diab¨®lico primer concierto de Brahms. Repiti¨® la misma pieza que el elegante Fukuma, pero lleg¨® m¨¢s al fondo y consigui¨® el Premio del P¨²blico.

Los 30.000 euros -que otorga el Ministerio de Cultura-, la gira internacional, el piano de cola Kawai y el reloj Rolex han ido a parar al pianista chino, que ayer no ten¨ªa casi palabras para describir lo que le suced¨ªa: "Estoy feliz, aunque no puedo definir la m¨²sica que hago con palabras. Si pudiera no ser¨ªa m¨²sica".

Pero los tres tuvieron otro regalo inesperado. El legendario Ivo Pogorelich pasaba por Santander y pudo felicitarles. El pianista de la ex Yugoslavia les augur¨®: "Los europeos no tienen paciencia para este instrumento, quieren resultados inmediatos. Ellos, en cambio, saben esperar".