Trabajar encima del infierno
Los obreros que pavimentan las calles soportan temperaturas de m¨¢s de 50 grados
Con la pala y a m¨¢s de 50 grados. As¨ª curran los obreros de la tradicional campa?a veraniega municipal de reasfaltado de calles. EL PA?S visit¨® el pasado jueves a la cuadrilla que trabajaba en la calle de Salda?a (Carabanchel). En la l¨¢mina de asfalto que sal¨ªa de la m¨¢quina extendedora, sobre la que operan los hombres, el calor era infernal.
La mezcla de asfalto llega en cami¨®n desde la planta de Sese?a (Toledo) a unos 160 grados; a esto hay que a?adir la temperatura ambiente de la calle mientras lo extienden. El term¨®metro en la zona de trabajo superaba los 53 grados a la una y media de la tarde, en un d¨ªa en el que la m¨¢xima en Madrid fue de 33,9 grados.
La cuadrilla pertenece a una de las seis empresas contratadas por el Ayuntamiento en esta campa?a. Sus 10 integrantes, hombres fornidos y curtidos por el sol, realizan una labor m¨¢s artesanal de lo que parece.
Cada una de las 49 calles que se van a pavimentar este verano, entre el 21 de julio y finales de agosto, requiere que una m¨¢quina fresadora raspe previamente la calzada. Al d¨ªa siguiente, Manuel, de 53 a?os, pasa regando con un cami¨®n cisterna que lleva una emulsi¨®n especial para que despu¨¦s agarre bien el asfalto. "Es un trabajo muy bonito, lo m¨¢s importante es que haya coordinaci¨®n", afirma Manuel. No le preocupan ni los vapores del bet¨²n ni el calor, porque "as¨ª el asfalto se trabaja bien, mejor que en invierno".
Despu¨¦s pasa otro cami¨®n cargado de toneladas de asfalto, parte de las 26.600 que se van a emplear en la campa?a, y las vuelca en la siguiente m¨¢quina, la extendedora, que las reparte uniformemente en la calzada. Y ah¨ª entra en juego la velocidad de dos obreros que dominan el arte de la pala y el rastrillo para rematar los huecos dif¨ªciles. Despu¨¦s, varias pasadas de rodillo y compacto, dos tipos de apisonadora, y listo para pintar las marcas viales.
Guillermo, guineano de 31 a?os, limpia con la pala una alcantarilla en medio de la alfombra ardiente de asfalto. "Esto es Espa?a", dice Ovi, rumano de 37, "cuatro t¨ªos mirando y un negro trabajando". Sus compa?eros, a la sombra de un ¨¢rbol, r¨ªen a carcajadas. "Est¨¢ bien que los ni?os que no quieren estudiar nos vean trabajar", prosigue Ovi. Pero Daniel, de 19 a?os, no est¨¢ de acuerdo. Estudia Telecomunicaciones y aprovecha los veranos para trabajar en la obra y ganar un dinero extra. "Lo m¨¢s duro es la vuelta de la comida, a las tres de la tarde. El calor es infernal", asegura. "O hacer una calle con muchos aparcamientos o recovecos, donde la m¨¢quina no llega".
Con un presupuesto de cuatro millones de euros, la campa?a de este a?o presenta una novedad. A modo de experimento, se est¨¢ aplicando pavimento antirruido en la calle de Mart¨ªn de los Heros, al que luego se a?adir¨¢ una capa l¨ªquida (lechada) de ¨®xido de titanio. Esta mezcla provocar¨¢ una reacci¨®n fotoqu¨ªmica en los d¨ªas de gran luminosidad que, seg¨²n el Ayuntamiento, har¨¢ que se eliminen parte de los contaminantes que salen por los tubos de escape de los coches.
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