Trato degradante

Soy la madre de V. P., de 18 a?os, disminuida f¨ªsica y ps¨ªquicamente con incapacidad reconocida (Generalitat de Catalu?a) de un 86% y de ayuda de tercera persona: mi hija tiene las dos piernas amputadas al 75%, en ambos casos por encima de la rodilla, lo que es f¨¢cilmente perceptible a simple vista. A pesar de ello, mi hija es alta y corpulenta, pesando unos 83 kilos. Cualquier persona a varios metros de distancia sabe perfectamente de su imposibilidad total para caminar. El lunes pasado fuimos sometidas a un trato vejatorio por parte de la compa?¨ªa Alitalia.

Creo que es de inter¨¦s general que estas cosas se sepan. Y que ocurren en Europa, justo al lado de casa; un enorme da?o moral por violaci¨®n de la dignidad humana, por trato humillante a la persona de mi hija y a m¨ª misma, ocurrido en tres etapas: primero, a la llegada al Counter 131 de la terminal A, por los errores de asignaci¨®n de asiento y por negligencia grave por falta de prestaci¨®n global del servicio de asistencia contratado; en segundo lugar, durante el trayecto realizado sin ayuda, ante los ojos de todos y con pasividad total de los servicios en tierra; y, tercero, ya en el avi¨®n, por trato degradante, oblig¨¢ndose a mi hija a "gatear", ante los ojos impert¨¦rritos de tripulaci¨®n y pasajeros (al principio) y de tripulaci¨®n y servicio de limpieza (a la llegada).