R¨¦cord de relax

El est¨®mago de los h¨¦roes es distinto. Tal vez, m¨¢s caliente. M¨¢s destructivo, m¨¢s eficaz. Un atleta necesita una media de 5.000 calor¨ªas para realizar su actividad. El desayuno que Phelps tom¨® ayer conten¨ªa 4.000. Carne de ternera, huevos, fruta, hidratos de carbono, l¨¢cteos con mucha grasa, mantequilla de cacahuete, etc. Debi¨® apurarse para que no le llevara toda la ma?ana tragarlo todo. As¨ª empez¨® el d¨ªa. Luego pas¨® por la peluquer¨ªa, y mientras su aparato digestivo absorb¨ªa el banquete como si se tratase de un caramelo, se cort¨® el pelo al uno. Despu¨¦s se entren¨® un rato. Volvi¨® a comer. Ech¨® la siesta y, antes de salir hacia a la piscina del Centro Acu¨¢tico de Pek¨ªn, se afeit¨® los bigotes y se pas¨® la cuchilla por todo el cuerpo hasta dejarlo suave como el de un delf¨ªn.

"Puede nadar la mariposa sin gastar apenas energ¨ªa", dice su entrenador

Una vez en la piscina, hizo un calentamiento y esper¨® a que le tocase su turno en las pruebas de clasificaci¨®n de los 400 metros estilos. Vio c¨®mo los nadadores hac¨ªan sus carreras. Una, dos y tres. Observ¨® que, en la segunda, el h¨²ngaro Laszlo Cseh hac¨ªa un tiempo estupendo (4m 9,26s). Luego vio que, en la tercera, Ryan Lochte terminaba con un aceler¨®n (4m 10,22s). Cuando le toc¨® a ¨¦l, se subi¨® al poyete decidido a bajar de 4m 9s. "Quise quedar primero para asegurarme la cuarta calle en la final", dijo despu¨¦s de salir del agua, tras su primera inmersi¨®n en la competici¨®n ol¨ªmpica.

Phelps se asegur¨® la cuarta calle, la del medio, para controlar mejor a sus rivales en la final que mide los cuatro estilos (mariposa, espalda, braza y libre) en 400 metros. Quer¨ªa nadar con Lochte a un costado y con Cseh al otro. No fuera a ser que se le escapasen del radar en la ¨²nica carrera que exige clase, resistencia, fuerza y sentido estrat¨¦gico. Lo consigui¨® nadando la clasificaci¨®n en un tiempo extraordinario: 4m 7,82s. La cuarta mejor marca de la historia. R¨¦cord ol¨ªmpico. Casi sin quererlo. Le bast¨® con abrir un poco el grifo en el primer parcial, el de la mariposa. Al pasar por los 150 iba a ritmo de r¨¦cord del mundo. Luego se fren¨®. Lleg¨® un segundo m¨¢s r¨¢pido de lo que pretend¨ªa. "Nunca esper¨¦ nadar tan r¨¢pido", dijo.

El metabolismo de Phelps, a sus 23 a?os, es un mecanismo tan raro que no s¨®lo le permite quemar el doble de calor¨ªas que al resto de los atletas. Adem¨¢s le concede la ventaja de regular con precisi¨®n el gasto energ¨¦tico de un dep¨®sito que carga m¨¢s que el del resto. S¨®lo as¨ª se puede aspirar a conseguir ocho oros disputando 20 carreras en nueve d¨ªas. "Cuando estoy nadando me puedo relajar bastante, sea a costa de reducir la fuerza o la intensidad del batido de piernas, o de no empujar tan fuerte con los brazos", dijo, para explicar la habilidad que ha desarrollado. "As¨ª es como me dosifico. En las series preliminares s¨®lo hago lo necesario para meterme en la final".

Bob Bowman, su entrenador, se maravilla ante el prodigio biol¨®gico que permite que Phelps domine los 400 estilos como nadie. "Ahorra energ¨ªa porque su t¨¦cnica es mejor que la de cualquier nadador en la historia, y tiene una base f¨ªsica natural que refinamos y trabajamos desde que ten¨ªa 11 a?os", advierte. "En la mariposa, su brazada no se parece a la de nadie y, adem¨¢s, es capaz de mantenerla durante largos periodos sin agotarse demasiado. Puede nadar muy r¨¢pido con menos reclamo de energ¨ªa. No s¨¦ exactamente por qu¨¦ es capaz de esto, pero lo hace. Porque lo cierto es que no entrena tanto. Garantizo que ha entrenado menos la mariposa que el resto de los mejores mariposistas del r¨¢nking".

"Probablemente", contin¨²a Bowman, "durante las carreras produce ¨¢cido l¨¢ctico m¨¢s tarde que el resto. Llega m¨¢s lejos aer¨®bicamente a una velocidad superior. Sus pruebas de estilo son tan buenas porque puede nadar la mariposa durante 55 segundos sin gastar apenas energ¨ªa. Mientras que los dem¨¢s se tienen que matar para ir a la misma velocidad. Tiene una ventaja autom¨¢tica porque puede nadar los primeros 100 sin ir a tope. Hasta que no nada la braza y el libre apenas usa las piernas. Se las ahorra. Consigue mantener una muy buena posici¨®n del cuerpo, y un buen ritmo, sin dar muchas batidas. No creo que mucha gente consiga hacer eso. La mayor¨ªa tienen que patear realmente duro".