Nueva tanda de interrogatorios por el crimen del alcalde de Polop
El asesinato de Alejandro Ponsoda es una inc¨®gnita diez meses despu¨¦s
El especializado equipo de polic¨ªa judicial y cient¨ªfica que se instal¨® en Polop de la Marina para esclarecer el asesinato del alcalde, el popular Alejandro Ponsoda (uno de los cr¨ªmenes m¨¢s enmara?ados de los ¨²ltimos a?os) interroga de nuevo a los vecinos de esta poblaci¨®n (4.000 habitantes). Los agentes persiguen hallar alguna contradicci¨®n en los testimonios de los interrogados para apuntalar sus pesquisas sobre el m¨®vil del crimen, que pivota entre el ¨¢mbito privado y el ¨¢rea de gesti¨®n p¨²blica de la v¨ªctima.
Juan Cano, que relev¨® a Ponsoda en la alcald¨ªa, recurre a la palabra decepci¨®n para resumir el sentimiento generalizado de una poblaci¨®n que teme que el misterioso asesinato del primer edil quede impune. "Confi¨¢bamos en que esto se resolviera antes", se lamenta. Casi un a?o despu¨¦s, la brigada experta en resoluci¨®n de homicidios que logr¨® con ¨¦xito desentra?ar el intrincado caso de Fago (la muerte del alcalde oscense Miguel Grima) no ha conseguido delimitar todav¨ªa el ¨¢mbito de las pesquisas. Al menos esto es lo que se desprende despu¨¦s de que el grupo de agentes haya comenzado hace un par de semanas a tomar, por segunda vez, declaraci¨®n a los vecinos, seg¨²n han confirmado el alcalde y alguno de los interrogados.
El mutismo oficial en torno a la l¨ªnea de investigaci¨®n (el Juzgado n¨²mero 2 de La Vila Joiosa mantiene el secreto del sumario) adem¨¢s del f¨¦rreo blindaje adoptado por las investigaciones siguen alimentando las especulaciones y conjeturas sobre el m¨®vil y posibles autores que acabaron con la vida del regidor. Ni siquiera el grupo de judiciales que inicialmente tom¨® las riendas de las pesquisas hasta la llegada de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil conoce el estado de las actuaciones. Fuentes pr¨®ximas al grupo que en primera instancia llev¨® la investigaci¨®n justifican la complejidad de la resoluci¨®n del asesinato en que la vida de Ponsoda ten¨ªa muchas aristas. A pesar de ser una persona aparentemente ejemplar y de gozar del respeto de sus vecinos, la vida del alcalde de Polop daba mucho de s¨ª, apuntaron entonces.
Tampoco la investigaci¨®n obvia el hecho de que este peque?o municipio se haya convertido en los ¨²ltimos a?os en un enclave urban¨ªstico goloso para especuladores y promotores. Su excelente ubicaci¨®n, en pleno coraz¨®n verde de la sierra, muy pr¨®ximo al mar y excelentemente comunicado por carretera, hacen de Polop un reclamo para el ladrillo. En este terreno, Ponsoda se granje¨® la enemistad de perjudicados por sus resoluciones. De ah¨ª, que el asunto urban¨ªstico fuera el vector que m¨¢s fuerza cobr¨® al inicio de la instrucci¨®n del caso. Pero diez meses despu¨¦s, su ¨¢mbito privado tampoco ha sido descartado por los expertos.
El paso del tiempo sin noticias reveladoras ha acabado, apunta Juan Cano, por enfriar el impacto que el 19 de octubre de 2007 golpe¨® a los vecinos de Polop. Sobre 22.30 de esa noche, a la puerta de su garaje, Ponsoda recibi¨® tres tiros. Uno le alcanz¨® el cerebro, extremo que le provoc¨® la muerte una semana despu¨¦s. "La cosa se ha ido normalizando, pero todo el pueblo est¨¢ pendiente de la resoluci¨®n del enigma", remarca Cano.
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