Intensidad y recursos
El arsenal espa?ol, con Rudy y Calder¨®n al frente, destruye a las estrellas griegas
Diamantidis y Papaloukas son dos de los jugadores mejor pagados de Europa. Tienen calidad y cach¨¦. Spanoulis, otro que tal, despu¨¦s de una breve excursi¨®n por la NBA. Forma un buen equipo Grecia, subcampe¨®n mundial. Ante un rival as¨ª, con el sello adem¨¢s de su fiera defensa, Espa?a tir¨® de recursos y de una intensidad que marca distancias. Una noticia que respalda los buenos augurios que adornan a la selecci¨®n de A¨ªto Garc¨ªa Reneses. El partido no fue espectacular. Los desprop¨®sitos se acumularon en la primera parte, por ambos bandos. Esos condicionantes, deficiente ritmo de juego en los primeros 15 minutos y un rival de entidad enfrente, todav¨ªa dicen m¨¢s del triunfo del conjunto espa?ol, que bastante antes del final del tercer cuarto hab¨ªa anudado el triunfo.
Espa?a es un torbellino. Puede surgir la calidad de Pau o los chispazos de Navarro
La victoria se fragu¨® en la panoplia de recursos que guarda en su carpeta A¨ªto Garc¨ªa Reneses. El juego espa?ol es un torbellino. Puede surgir en un momento dado la garra y decisi¨®n de Rudy, en otro imponerse el sentido t¨¢ctico de Calder¨®n, la calidad de Pau Gasol, los chispazos demoledores de Navarro. El caj¨®n parece no tener fondo, como le gusta a A¨ªto, que adem¨¢s intercambia piezas, tan pronto hace jugar de 4 como de 5 a Pau, de 3 o de 4 a Mumbr¨², pone en juego a dos escoltas como Navarro y Rudy, ordena una defensa presionante, una zona. El carrusel sin fin. El equipo griego sobrevivi¨® mientras Spanoulis tuvo cuerda. A la que el equipo espa?ol le ech¨® la red encima, observando que era el ¨²nico capaz de hacerle da?o, la oposici¨®n griega se desvaneci¨®.
Grecia, en ese inicio de generalizado juego r¨¢cano e impreciso, perdi¨® la ocasi¨®n de adquirir alguna ventaja apreciable porque su balance lleg¨® a ser de un acierto en sus primeros ocho tiros libres y perdi¨® siete balones. Y a¨²n as¨ª, lleg¨® a adelantarse fugazmente (22-24). Espa?a llevaba la iniciativa pero no ajustaba la punter¨ªa, con un p¨ªrrico 33% de acierto, ni el control del juego.
Pero el carrusel de relevos espa?ol, aderezado con los cambios de posici¨®n de sus jugadores, acab¨® haciendo mella en el equipo de Yannakis. La irrupci¨®n de Ricky Rubio signific¨® un punto de inflexi¨®n. El chaval de 17 a?os, en su estreno en partido oficial de competici¨®n, encontr¨® el ritmo de juego id¨®neo. El equipo espa?ol empez¨® a poner tierra de por medio (35-29 al descanso).
La contienda acab¨® de decantarse de manera s¨²bita al principio del tercer cuarto, cuando Calder¨®n reparti¨® mejor el juego, los griegos tuvieron que cerrar un poco m¨¢s su defensa y el propio Calder¨®n y Navarro afinaron sus mu?ecas (50-31). En un abrir y cerrar de ojos, la cosa qued¨® vista para sentencia. A¨ªto continu¨® con su desfile de relevos. Calder¨®n, con 24 minutos, y Rudy, con 22, fueron los que disfrutaron de m¨¢s minutos. A¨ªto desea una intensidad de juego m¨¢xima. Sus jugadores deben ir a tope en la porci¨®n de tiempo de que disponen.
Grecia perdi¨® por completo la batalla cerca de los aros y el aluvi¨®n de juego que se le vino encima la dej¨® inerme. Fotsis, Bourousis y Tsartsaris fueron ampliamente dominados pese a que Pau Gasol y Felipe Reyes no estuvieron precisamente plet¨®ricos. Marc Gasol, Garbajosa y alguna vez Jim¨¦nez sumaron esfuerzos para barrer en el interior de la zona. Lo mejor de Pau es que, a¨²n sin acaparar minutos ni bal¨®n, es capaz de sumar 11 puntos y 7 rebotes como quien no quiere la cosa. Yannakis se jug¨® la baza del corpulento Schortsanitis pero el intento no dur¨® ni cinco minutos. Marc Gasol y Garbajosa le tienen tomada la medida, como Espa?a a Grecia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.