Ch¨¢vez gobierna a golpe de decreto
El presidente venezolano emite en un d¨ªa 26 leyes que refuerzan su poder - La oposici¨®n cree que las medidas son una revisi¨®n constitucional encubierta
Es habitual escuchar a los opositores del presidente Hugo Ch¨¢vez afirmar que el mandatario venezolano ya no les sorprende. Pero tal idea es b¨¢sicamente falsa. Sin ir muy lejos, la ma?ana del 1 de agosto, unos cuantos se llevaron la sorpresa del a?o.
El jefe del Estado aprovech¨® los minutos finales del ¨²ltimo de los 545 d¨ªas durante los cuales estuvo facultado para legislar, y dispar¨® 26 decretos ley que dejaron estupefactos a unos adversarios supuestamente vacunados contra la sorpresa.
La idea de una milicia bolivariana aterroriza a la clase media opositora La nueva legislaci¨®n abre la puerta a las expropiaciones agr¨ªcolas
Se imponen reformas rechazadas en las urnas en 2007, dicen varios expertos
Tanto fue el efecto, que han tardado varios d¨ªas en reaccionar, aunque en los medios de comunicaci¨®n abundan los llamamientos a la desobediencia civil y a las manifestaciones en las calles. Pero m¨¢s de una semana despu¨¦s del anuncio, no han logrado articular una protesta digna de rese?ar.
El paquete decretado por Ch¨¢vez incluye leyes que refuerzan el poder presidencial sobre la econom¨ªa, especialmente en el campo de la producci¨®n de alimentos. Otro de los textos permite al jefe de Estado designar autoridades de enlace con las regiones, lo que, seg¨²n los cr¨ªticos, debilitar¨¢ la autonom¨ªa de las gobernaciones de los Estados.
A principios de 2007, Ch¨¢vez fue autorizado por la Asamblea Nacional a modificar leyes sin seguir el procedimiento parlamentario. Este mecanismo es legal y se ha utilizado con frecuencia en Venezuela durante el ¨²ltimo medio siglo. Tanto la anterior Constituci¨®n (que databa de 1961) como la actual (aprobada en 1999) autorizan al Parlamento a cederle al jefe del Ejecutivo su facultad legislativa mediante la aprobaci¨®n de un texto jur¨ªdico conocido como Ley Habilitante. Ch¨¢vez ha disfrutado tres veces de este privilegio a lo largo de los casi diez a?os que ha gobernado. Anteriores presidentes tambi¨¦n lo usaron, aunque por periodos m¨¢s cortos y con una agenda predeterminada de las leyes que ser¨ªan aprobadas o modificadas por decreto.
En esta ocasi¨®n, Ch¨¢vez tuvo discrecionalidad total para emitir los decretos "con rango, valor y fuerza de ley", como se?ala la Constituci¨®n. En total, dict¨® 65.
En 2001, amparado en otra Ley Habilitante, Ch¨¢vez emiti¨® 49 decretos ley. La historia contempor¨¢nea registra ese hecho como el detonante de una ola de inestabilidad pol¨ªtica que caus¨® incluso el derrocamiento del Gobierno durante 47 horas en abril de 2002.
Los venezolanos se acostaron la noche del 31 de julio en un pa¨ªs y amanecieron el 1 de agosto en otro, al menos sem¨¢nticamente. Por ejemplo, hasta el ¨²ltimo d¨ªa de julio, la instituci¨®n militar se llamaba Fuerza Armada Nacional (FAN) y estaba integrada por el Ej¨¦rcito, la Marina, la Aviaci¨®n y la Guardia Nacional. Como quinto componente aparec¨ªan la Reserva Nacional y la Guardia Territorial. Despu¨¦s de la sorpresa nocturna, la nomenclatura ha cambiado: Fuerza Armada Nacional Bolivariana, Ej¨¦rcito Bolivariano, Marina Bolivariana, Aviaci¨®n Militar Bolivariana. Esto, seg¨²n el abogado Gustavo Linares, "es como si se le llamara Fuerza Armada Chavista, porque en la actualidad, bolivariano es sin¨®nimo de chavista".
"En ning¨²n momento se est¨¢ cambiando el nombre de la instituci¨®n, ni tampoco sus funciones o estructura organizativa. Simplemente, se le a?ade el t¨¦rmino bolivariana para reconocer el legado hist¨®rico que tiene la FAN en la defensa de la patria y los ideales del libertador Sim¨®n Bol¨ªvar", respondi¨® la procuradora (fiscal) general de la Rep¨²blica, Gladys Guti¨¦rrez.
M¨¢s que el nombre, a los opositores les preocupa que la reserva haya cedido paso a la Milicia Nacional Bolivariana. No es un cambio cosm¨¦tico, dicen los rivales pol¨ªticos del Gobierno. La oposici¨®n est¨¢ convencida de que esa milicia ser¨¢ una especie de guardia de corps de Ch¨¢vez, quien no dudar¨¢ en emplearla contra la poblaci¨®n civil o contra los componentes profesionales de la Fuerza Armada en un eventual momento de efervescencia pol¨ªtica.
De la Milicia Nacional Bolivariana forman parte hombres que cumplieron el servicio militar y civiles que han recibido rudimentos de defensa. Portavoces del Gobierno han dicho que ser¨¢ una pieza clave si Venezuela se ve envuelta en una guerra contra "una potencia imperialista invasora".
La idea de un grupo armado y entrenado aterroriza a la clase media opositora, aunque quiz¨¢ no tanto como un fantasma que ha reaparecido: las amenazas contra la propiedad privada.
Varias de las leyes aprobadas por Ch¨¢vez, gracias al poder que le otorg¨® el Parlamento, se refieren a los temas agr¨ªcola y alimentario, y plantean la posibilidad de medidas de expropiaci¨®n que eventualmente afectar¨¢n a productores del campo y agroindustriales.
"?sta es la v¨ªa hacia el comunismo: hay que salir a las calles a pelear por la democracia, los derechos humanos y la propiedad individual", clama el empresario agroindustrial Rafael Alfonzo Hern¨¢ndez, quien en 2004 form¨® parte de la coalici¨®n opositora Coordinadora Democr¨¢tica.
Otros representantes de la patronal y de los partidos opositores coinciden con Alfonzo en que las leyes aprobadas por Ch¨¢vez sin discusi¨®n parlamentaria son, en la pr¨¢ctica, la concreci¨®n de la reforma constitucional que la mayor¨ªa del electorado rechaz¨® el 2 de diciembre de 2007. La campa?a en contra de esa reforma se bas¨® precisamente en el argumento de que se pretend¨ªa atentar contra el derecho a la propiedad privada.
La Academia de Ciencias Pol¨ªticas y Sociales emiti¨® un comunicado en el que asegura que el conjunto de leyes modifica de facto la Constituci¨®n y va en contra de los resultados del refer¨¦ndum del a?o pasado.
El vicepresidente de la Rep¨²blica, Ram¨®n Carriz¨¢lez, ha rechazado tales cr¨ªticas argumentando que, por el contrario, las leyes apuntalan derechos ciudadanos fundamentales, como la seguridad alimentaria y el derecho a la vivienda. "Es por eso por lo que las atacan los sectores privilegiados. Por supuesto que establecen regulaciones, porque la seguridad alimentaria del pa¨ªs no puede estar en manos de los caprichos de unos particulares", dijo.


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