Un Bar?a redondo
El equipo de Guardiola derrota con solvencia y dos goles de Eto'o al Wisla
![Jordi Quixano](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F15947109-0adc-4953-b242-58c820cdd3e6.png?auth=46faa5da37d765018853ea3bacc01b9da4cf07983b79d689fdda160adfdb5e2e&width=100&height=100&smart=true)
Con un espantap¨¢jaros como adversario, el Bar?a aclar¨® sin titubeos su futuro en Europa. Repas¨® al pusil¨¢nime Wisla de Cracovia y se present¨® en sociedad como un equipo de registros, de gusto exquisito por un f¨²tbol de elaborada construcci¨®n y sensacional pegada. As¨ª lo exige Guardiola, que transmite unas ideas tan sencillas a la comprensi¨®n como dif¨ªciles de ejecuci¨®n. El t¨¦cnico insta a que el conjunto se defina por la pelota, que circula con fluidez y sentido t¨¢ctico, al tiempo que entiende el ejercicio defensivo como el primer paso para atacar. Arriba resuelve Eto'o. Ante el Wisla, equipo rampl¨®n y desapegado al cuero sin ning¨²n tipo de rubor, el Bar?a dio pinceladas de lo que pretende, pero le falt¨® claridad y solvencia en el aspecto defensivo.
BARCELONA 4 - WISLA CRACOVIA 0
Barcelona: Vald¨¦s; Alves (Piqu¨¦, m. 76), M¨¢rquez, Puyol, Abidal; Xavi, Keita, Iniesta; Pedro (Tour¨¦, m. 64), Eto'o y Henry (Hleb, m.83). No utilizados: Pinto, C¨¢ceres, Gudjohnsen, Bojan y Sylvinho.
Wisla Cracovia: Pawelek; Baszczynski, Cleber, D¨ªaz, Brozek; Lobodzinski, Cantoro, Sobolewski, Boguski (Niedzielan, m.67); Jirsak (Zienczuk, m.45) y P. Brozek. No utilizados: Juszczyk, Singlar, Malecki y Kowalski.
Goles: 1-0. M. 17. M¨¢rquez pasa en profundidad a Eto'o, que dispara cruzado. 2-0. M. 25. Xavi, desde fuera del ¨¢rea. 3-0. M. 50. Henry marca de vaselina. 4-0. M. 82. Eto'o.
?rbitro: Claudio Circhetta (Suiza). Mostr¨® la cartulina amarilla a Cantoro.
56.157 espectadores en el Camp Nou.
Abrochado por definici¨®n, el Wisla se desentendi¨® del ¨¢rea rival. Se content¨® con cerrar los espacios, defender con los once jugadores en campo propio y lanzar balonazos largos a Brozek, que se busc¨® sin ¨¦xito las habichuelas entre los dos centrales azulgrana. Una t¨¢ctica -fundamentada en un 4-4-1- que propici¨® el regocijo del Bar?a, bien c¨®modo con el bal¨®n entre los pies. Con el prop¨®sito de superar las l¨ªneas escalonadamente, Guardiola obliga a jugar todas las pelotas. El origen es M¨¢rquez, que da un paso atr¨¢s para recibir el cuero y cederlo a Alves o al medio que se ofrezca, y se remata en el punto de penalti. Sin pelotazos, sin regalos. Eto'o, descartado al principio de curso pero readmitido por m¨¦ritos propios y por un compromiso t¨¢cito de buen comportamiento, se relame desde el balc¨®n del ¨¢rea, donde el Bar?a lo puntea todo.
Sin Messi y sin la llegada de un extremo o un futbolista que se desenvuelva con bizarr¨ªa por la banda, se le presupon¨ªa al equipo azulgrana un cojeo notorio por los costados. No lo demostr¨® anoche, donde el juvenil Pedro, de recorrido largo y vertiginoso en el desborde, reclam¨® con su descaro una cuota de participaci¨®n elevada en el primer equipo. Y Henry, rebajado durante la pretemporada como ariete, resurgi¨® en el Camp Nou como extremo, demarcaci¨®n que repeli¨® p¨²blicamente el a?o pasado.
No es la ¨²nica diferencia entre el equipo de Rijkaard y el de Guardiola, que lo controla todo al punto de establecer las dietas de los jugadores o sus horarios nocturnos. Ahora, el Bar?a ensaya las jugadas a bal¨®n parado -lanza Xavi y los centrales suben a rematar al tiempo que los laterales cierran-, los extremos profundizan, los medios permutan sus posiciones y no se obcecan con el pase interior, la presi¨®n se inicia en campo contrario, y la zaga practica la trampa del fuera de juego. Los goles resumen las versiones azulgrana: Eto'o le gan¨® la espalda a la zaga por dos veces y resolvi¨® dentro del ¨¢rea; Henry recibi¨® en el v¨¦rtice del ¨¢rea y retras¨® para Xavi, que solt¨® un zapatazo estupendo y prolong¨® su idilio del curso anterior con el gol; y Henry la pic¨® dentro del ¨¢rea chica tras una pared. La lesi¨®n en el hombro de Alves, baja por quince d¨ªas, fue el ¨²nico punto negro en una noche redonda.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.