Se?or¨ªos, alcald¨ªas honorarias y estatuas

La cultura religiosa campa por los ayuntamientos andaluces. El nombramiento del Cristo Nazareno como Se?or de la Villa en Rota (C¨¢diz) no es el primero que se produce en Andaluc¨ªa. En una regi¨®n en la que la cultura religiosa est¨¢ ¨ªntimamente vinculada a la popular, parece que algunos quieren ahora que llegue a la pol¨ªtica. Y no importa el color del partido que gobierne. El pasado 24 de mayo, la localidad sevillana de Mor¨®n de la Frontera, gobernada por el Partido Popular, nombr¨® a la Virgen Mar¨ªa Auxiliadora alcaldesa honoraria. Fue en un pleno extraordinario, celebrado el mismo d¨ªa de su festividad. La aprobaci¨®n sali¨® adelante con los 13 votos a favor del PP, los votos en contra de IU. Los miembros del PSOE no asistieron al pleno. Esa misma tarde el alcalde, Manuel Morilla, coloc¨® el bast¨®n de mando de la ciudad en el paso de la virgen. Cientos de vecinos de la localidad arroparon al alcalde en la procesi¨®n.

Cuatro a?os antes, en octubre de 2004, la localidad onubense de Ayamonte tom¨® una decisi¨®n parecida. En este caso, el art¨ªfice de llevar la imagen de la virgen Nuestra Se?ora de la Angustias hasta el Consistorio fue Rafael Gonz¨¢lez, del PSOE. Con la mayor¨ªa absoluta de su grupo de Gobierno, Gonz¨¢lez aprob¨® primero que la virgen fuera patrona de la localidad. M¨¢s tarde introdujo la imagen para presidir los plenos. La respuesta ciudadana no fue un¨¢nime. Los vecinos estaban divididos, pero la mayor¨ªa en democracia decide.

La relaci¨®n entre religi¨®n y pol¨ªtica est¨¢ hist¨®ricamente arraigada en los municipios de Andaluc¨ªa. Para Antonio Zoido, ensayista y autor de Ni Oriente ni Occidente. Viaje al centro de la cultura andaluza, la tradici¨®n proviene de "finales del siglo XIX". "La Restauraci¨®n viene tras la I Rep¨²blica, donde se hab¨ªa creado un ambiente civil y laico. La Guerra Civil viene tras la II Rep¨²blica, otra etapa laica. Esto ven¨ªa a reafirmar que lo civil y lo religioso estuvieran unidos para siempre. En los ¨²ltimos meses se han recrudecido estas actuaciones porque una parte de las fuerzas espa?olas m¨¢s conservadoras siguen pensando que el pa¨ªs necesita otra oleada religiosa", explic¨® Zoido, consultado por EL PA?S en mayo pasado. Para Gerhard Steingress, soci¨®logo dedicado a temas de cultura popular, afirm¨®, tambi¨¦n en mayo pasado, que este tipo de nombramientos son "una devaluaci¨®n de la democracia" y una "violaci¨®n del principio de laicidad de las instituciones p¨²blicas". Pero tambi¨¦n en la alta pol¨ªtica, la relaci¨®n pol¨ªtico-religiosa sigue viva. Los ministros espa?oles siguen jurando o prometiendo su cargo ante una Biblia y un crucifijo. Una de las asignaturas pendientes del siglo XXI.