"Usain es la revoluci¨®n"
Boldon, tetramedallista, analiza el triple enfrentamiento en la gran final
Asafa Powell, el jamaicano de la calavera rapada, se?ala al infinito con su dedo mientras finge ceguera ante la c¨¢mara que le persigue. Suena el flip-flop de sus chancletas, camino de la Villa Ol¨ªmpica, sincronizado con el tronar de los pies de los periodistas y la desabrida mezcla de ruidos parece exteriorizar sus penas. Powell corri¨® ayer su semifinal de los 100 metros en 10,02s y busca hoy el oro sabi¨¦ndose rodeado de amenazas. El chico vio c¨®mo su compatriota Usain Bolt, el hombre m¨¢s r¨¢pido del mundo (9,72s), le daba un se?or aviso (9,92s). Supo tambi¨¦n Powell que el estadounidense Tyson Gay, su verdugo en los Mundiales de Osaka 2007, se sent¨ªa "lento pero seguro (10,09s)". Y as¨ª, d¨²ctil como es a las presiones externas, debi¨® de notar una inquietante presencia: la maldici¨®n de Ato Jabari Boldon, el campe¨®n sin corona ol¨ªmpica.
"Imagino una final en la que Asafa saldr¨¢ fant¨¢sticamente. Le veo liderando la carrera a los 10 metros, a los 20, a los 30 y hasta los 65 y los 70, pero no creo que sea lo suficientemente fuerte ni que pueda abrir suficiente distancia para mantener lejos a Gay y Bolt", suelta el caribe?o Boldon, ganador de cuatro medallas ol¨ªmpicas, ninguna de oro: bronce en 100 y 200 en Atlanta 96, y en 200 en en Sidney, y plata en los 100.
"S¨¦ que Asafa ha dicho que, si est¨¢ primero a los 70 metros, nadie le alcanzar¨¢. Debe decirlo. ?Cu¨¢ntas veces dije yo eso antes de que me ganara Bailey? S¨¦ c¨®mo se siente. Y no s¨¦ c¨®mo podr¨¢ mantener lejos a Bolt", explica.
Boldon, que descarta a Gay por una lesi¨®n de la que acaba de restablecerse, habla desde el pedestal de sus resultados. De la figura delineada con buril que fue s¨®lo queda su curr¨ªculo: Carl Lewis, Francis Fredericks y ¨¦l mismo son los atletas que m¨¢s medallas ol¨ªmpicas han ganado en pruebas de velocidad: cuatro. El siguiente en unirse al club, dice, ser¨¢ Bolt, la pantera de Trelawny, que pretende dominar la final de los 100 m¨¢s r¨¢pida de la historia. Hace un mes, sin embargo, Powell avanz¨® entre los gritos del p¨²blico de Estocolmo para ganarle por una cent¨¦sima. Fue como un seco tiro. Un paso al frente en la batalla. "?Y qu¨¦ m¨¢s da?", desprecia Boldon.
"Asafa caz¨® a Bolt, me dice la gente. Y lo que veo yo es que le cogi¨® cinco metros de ventaja y que Bolt le recuper¨® cuatro y medio", cuenta con la gorra calada hasta los ojos; "eso ser¨¢ importante. Quiere decir que, si Bolt hace la peor salida de su vida y Asafa la mejor de la suya, como pas¨® en Estocolmo, aun as¨ª ser¨¢ una carrera cerrada. Y no creo que mucha gente vaya a apostar en su casa a que Asafa ganar¨¢ a Bolt en esas condiciones".
Queda claro. A Boldon, velocista fino y peque?o, le tiene impresionado ver a un gigante de 196 cent¨ªmetros corriendo los 100. No es justo, piensa. No es su momento, razona. Boldon ve a Bolt y se persigna. Lo considera un mes¨ªas, un velocista venido del futuro, del siglo XXII, corriendo en el XXI. "Ha revolucionado la prueba", reconoce; "por su patr¨®n de zancadas y porque nadie pens¨® nunca que alguien con su estatura pudiera correr esto, pues le costar¨ªa arrancar. Luego, hizo 9,72s. Simplemente, es el que tiene m¨¢s formas de ganar. Puede hacerlo viniendo desde atr¨¢s. Y, si toma la delantera, todo se habr¨¢ acabado".
Boldon ha realizado una encuesta entre todos los viejos medallistas, incluidos Bailey, Dennis Mitchell o Maurice Green, con el que no se habla desde que se rumorea su dopaje. "Y todos, menos uno", cuenta con la ilusi¨®n disparada por una final con tres velocistas que corren por debajo de 9,8s, "han dicho que ganar¨¢ Bolt. No estoy seguro de que la pierna de Gay aguante. Los que arrancan bien arrancar¨¢n bien. Los finalizadores les pasar¨¢n a media carrera. Y Bolt ganar¨¢ porque es el que mejor acaba. S¨®lo ¨¦l puede ganarse".
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