"No he sabido estar a la altura"

El templo del lanzador acab¨® convertido en altar de sacrificio. "Entr¨¦ y tuve la misma sensaci¨®n que pudieron tener los gladiadores al salir a la arena del circo de Roma", dec¨ªa Manolo Mart¨ªnez, lanzador de peso, el primer d¨ªa que vio El Nido. "El estadio es descomunal, algo nunca visto". Vio Mart¨ªnez los techos curvados y las paredes entrelazadas, calcul¨® la inclinaci¨®n de las gradas y la prestancia del pebetero, y crey¨® haber encontrado un templo del atletismo. Su coraz¨®n se aceler¨®, igual que su ¨¢nimo combativo, y pens¨® en lograr una ristra de marcas personales del a?o que le colocaran en la final. Pero Mart¨ªnez logr¨® ayer un mejor tiro de 19,81m. No hubo condescendencia ni pulgar hacia arriba. El leon¨¦s, de 34 a?os y campe¨®n del mundo en pista cubierta en 2003, se clasific¨® decimonoveno, qued¨® fuera de la gran final y anunci¨® que buscaba motivos para descartar la retirada.

"No he sabido estar a la altura y me he llevado una gran decepci¨®n", dijo con las gotas de sudor cercando su perilla erizada. "Ha sido un gran golpe. Es duro", resumi¨®. "Estaba seguro de mis posibilidades. Ten¨ªa la t¨¦cnica bastante ajustada, pero no he sabido solventar la situaci¨®n. Estaba para hacer 20,50m sin ning¨²n problema, y no he sido capaz", prosigui¨®. "Ha sido un golpe muy fuerte. Ten¨ªa muchas ilusiones. No me he llevado una decepci¨®n tan grande desde hace muchos a?os. Debo mirar al futuro, y a?o a a?o plantearme si voy a seguir o no compitiendo", concluy¨® el lanzador espa?ol.