La izquierda latinoamericana arropa al nuevo presidente de Paraguay
El obispo Fernando Lugo deja entrever que sus modelos son Lula y Bachelet
Honestidad y austeridad. Sobre estas dos l¨ªneas Fernando Lugo ejercer¨¢ su mandato en Paraguay durante los pr¨®ximos cinco a?os. Acompa?ado de los principales representantes de la izquierda latinoamericana -y las notables ausencias de los presidentes colombiano, ?lvaro Uribe, y peruano, Alan Garc¨ªa- el ex obispo puso oficialmente fin ayer en la capital paraguaya a 61 a?os de hegemon¨ªa del Partido Colorado.
El mandatario promete austeridad y honestidad en su gesti¨®n
Honestidad y austeridad. Sobre estas dos l¨ªneas Fernando Lugo ejercer¨¢ su mandato en Paraguay durante los pr¨®ximos cinco a?os. Acompa?ado de los principales representantes de la izquierda latinoamericana -y las notables ausencias de los presidentes colombiano, ?lvaro Uribe, y peruano, Alan Garc¨ªa- el ex obispo puso oficialmente fin ayer en la capital paraguaya a 61 a?os de hegemon¨ªa del Partido Colorado.
Ataviado con la misma camisa clara que utilizaba siendo obispo, pero sin alzacuellos, Lugo recibi¨® la banda presidencial y el bast¨®n de mando ante miles de personas en el centro de Asunci¨®n en una ceremonia en la que se utilizaron por igual los dos idiomas oficiales de Paraguay: el espa?ol y el guaran¨ª. Entre los invitados destacaban casi todos los presidentes suramericanos y el pr¨ªncipe de Asturias.
Lejos de un discurso triunfalista, el l¨ªder de la Alianza Patri¨®tica para el Cambio, pint¨® un panorama de duro trabajo para su mandato que estar¨¢ centrado en la lucha contra las desigualdades sociales y la corrupci¨®n. El nuevo presidente no despej¨® la duda sobre el modelo de izquierda sobre el que optar¨¢, el socialdem¨®crata brasile?o y chileno, o el populista venezolano y boliviano, pero s¨ª dio algunas pistas. En sus palabras cit¨® en primer lugar al brasile?o Luiz In¨¢cio Lula da Silva y a la chilena Michelle Bachelet, y m¨¢s adelante tuvo una referencia especial hacia Salvador Allende. Propuso a la derrotada oposici¨®n un pacto social y prometi¨® evitar el despilfarro y el "secretismo del Estado". Fue un discurso en un tono muy parecido al que pronunci¨® el uruguayo Tabar¨¦ V¨¢zquez cuando asumi¨® el poder en 2005.
El programa que se propone llevar a cabo Lugo supone toda una revoluci¨®n en un pa¨ªs estancado durante d¨¦cadas con un Estado sumido por una inercia inoperante. Antes de tomar posesi¨®n anunci¨® una subida de impuestos, una estricta aplicaci¨®n de la pol¨ªtica fiscal, una reforma agraria -unas 200 familias poseen el 70% de la tierra-, atacar la lacra del contrabando y una mejora en las condiciones de vida de funcionarios y polic¨ªas para atenuar el verdadero c¨¢ncer de la sociedad paraguaya que es la corrupci¨®n.
El elemento ind¨ªgena en este pa¨ªs bicultural tuvo una important¨ªsima presencia en la ceremonia. Tanto Lugo como el presidente del Congreso, Enrique Gonz¨¢lez Quintana, hablaron en primer lugar en guaran¨ª y lo hicieron mucho m¨¢s all¨¢ de unas pocas frases de cortes¨ªa. Lugo hizo referencia expl¨ªcita a la protecci¨®n de los ind¨ªgenas m¨¢s pobres y advirti¨® que har¨¢ una "defensa irrestricta de los derechos humanos" y amenaz¨®: "Ning¨²n blanco tendr¨¢ impunidad contra el ind¨ªgena".
Lugo, que a petici¨®n propia ha sido devuelto al estado laico por el Vaticano, se defini¨® a s¨ª mismo como un "hombre de fe" y reivindic¨® a los te¨®logos de la liberaci¨®n con los que se identific¨® por su "opci¨®n por los pobres y los perseguidos". Eso s¨ª, acto seguido se defini¨® como "un laico eternamente agradecido a la madre la Iglesia", y nada m¨¢s acabar su discurso se dirigi¨® a la Catedral Metropolitana para asistir al Te Deum de acci¨®n de gracias que marca el inicio de su mandato.
Estos d¨ªas la sociedad paraguaya vive un ambiente en el que se mezclan el optimismo y la expectaci¨®n. Las grandes medidas de seguridad no han desanimado a la ciudadan¨ªa a participar de los festejos presidenciales. La misma expectaci¨®n se da entre los pa¨ªses vecinos. Lugo ha sido muy cuidadoso al tocar el espinoso tema de la venta de energ¨ªa el¨¦ctrica a Brasil y Argentina, pa¨ªses con cada uno de los cuales comparte gigantescas centrales hidroel¨¦ctricas. De hecho, Paraguay es el primer productor del mundo en electricidad por habitante. Lugo se deshizo ayer en elogios hacia Argentina, pa¨ªs que hist¨®ricamente es el primer receptor de la emigraci¨®n paraguaya, y trat¨® con gran deferencia al presidente brasile?o.
En segundo plano en las celebraciones quedaron el venezolano Hugo Ch¨¢vez -quien esta misma semana ha denunciado una conspiraci¨®n "de los oligarcas para no dejar gobernar a Lugo"-, Rafael Correa, de Ecuador; Evo Morales, de Bolivia, y Daniel Ortega, de Nicaragua. Llam¨® la atenci¨®n la presencia del presidente de Taiw¨¢n, Ma-Yiung-Yeou, ya que Paraguay es uno de los pocos pa¨ªses que reconoce a la isla como Estado independiente, y de Salem Salek, ministro de Exteriores de la autoproclamada Rep¨²blica ?rabe Saharui Democr¨¢tica.
El soborno es la lacra del pa¨ªs
El ejemplo por delante. Fernando Lugo tiene ante s¨ª una labor que a muchos se antoja imposible, como es acabar con la corrupci¨®n galopante que se da en todos los estratos de la Administraci¨®n paraguaya. El soborno es algo ampliamente admitido y justificado tanto en la costumbre como por los raqu¨ªticos sueldos. As¨ª las cosas, el nuevo presidente ha anunciado que renuncia a su sueldo -"no necesito el dinero", ha dicho- y ha pedido a sus conciudadanos esp¨ªritu solidario para acabar con la que es, junto a la pobreza, la peor lacra del pa¨ªs.
Como una lluvia incesante, nuevos casos de corrupci¨®n son conocidos pr¨¢cticamente a diario por la sociedad paraguaya. S¨®lo esta semana se ha descubierto que se han emitido visados discrecionalmente en Oriente Pr¨®ximo a ciudadanos extranjeros que no cumpl¨ªan los requisitos que marca la ley; un tr¨¢fico de influencias en el Tribunal Constitucional que permiti¨® en el ¨²ltimo segundo rechazar un recurso; la venta de ca?a de az¨²car por una importante cantidad de dinero por parte de militares, o la adjudicaci¨®n para proveer software a toda la Administraci¨®n paraguaya a una empresa tapadera de otra que no tiene experiencia previa. El problema es que la cadena interminable de esc¨¢ndalos instala en la sociedad la creencia de que no se puede hacer nada, lo que es m¨¢s da?ino, la convicci¨®n de que todo el mundo lo hace.
"La gente que se ha aprovechado, que ha malgastado, que ha destruido la naturaleza... La justicia estar¨¢ para ellos", subray¨® ayer el mandatario en su domicilio minutos antes de ser investido. "Lugo cree en lo que dice", opina el padre ?ngel Garc¨ªa, presidente de Mensajeros de La Paz. Hace 15 d¨ªas el ex obispo se reuni¨® con familiares de v¨ªctimas de un incendio en un centro comercial acaecido en 2004 que cost¨® la vida a 237 personas. Los responsables del centro bloquearon las puertas de emergencia para evitar robos. A comienzos de a?o fueron condenados dos a?os de prisi¨®n en vez de los 25 reclamados por la fiscal¨ªa. "Desde el Gobierno vamos a recordar al poder judicial que hay que administrar justicia a todos por igual", advirti¨® el presidente.
El incendio de la corrupci¨®n tiene en el dinero negro el combustible que lo alimenta sin parar. Paraguay es uno de los pa¨ªses con mayor cantidad de objetos falsificados y contrabando del mundo. Una industria que ya ha atentado contra la vida de varios pol¨ªticos paraguayos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.