Los sanitarios exigen m¨¢s medidas contra las agresiones de pacientes

Un m¨¦dico de Uleila (Almer¨ªa) ha sido la ¨²ltima v¨ªctima. La semana pasada, un paciente le peg¨® por no recetarle unas pastillas y se dio a la fuga. La Guardia Civil lo busca desde entonces. Como este m¨¦dico, los profesionales sanitarios en Andaluc¨ªa han sufrido dos agresiones al d¨ªa desde comienzos de a?o. Y la escandalosa estad¨ªstica s¨®lo recoge la agresividad que denuncian por escrito m¨¦dicos, enfermeros, auxiliares o celadores. Aunque las agresiones han descendido, los sanitarios a¨²n consideran insuficientes las medidas adoptadas desde 2005, que han costado 24 millones de euros.

Desde el pasado enero se han producido 440 agresiones, 104 f¨ªsicas y 337 verbales, una cifra descendente respecto a las 875 agresiones registradas en 2007 y un 25% menos que las 1.005 agresiones producidas en 2006. Llama la atenci¨®n que Sevilla (143) y M¨¢laga (124) lideren las agresiones muy por encima de su mayor poblaci¨®n, y que C¨®rdoba (44) duplique las registradas en C¨¢diz (22), una provincia con mucha m¨¢s poblaci¨®n. A los golpes y patadas (591 desde 2005) se suman las amenazas directas: "O me das de baja o yo s¨¦ a qu¨¦ colegio van tus hijos..." "Como le pase algo a mi padre, luego vas t¨²".

"O me das de baja o yo s¨¦ a qu¨¦ colegio van tus hijos..."

El Servicio Andaluz de Salud puso en marcha el Plan de Prevenci¨®n y Atenci¨®n de Agresiones en abril de 2005. Desde entonces, 272 vigilantes de seguridad intentan reducir los brotes violentos, se han instalado 577 videoc¨¢maras para disuadir en pasillos y salas de espera, y los profesionales cuentan con medidas como 489 timbres antip¨¢nicos, 1.352 interfonos y 355 tel¨¦fonos. Este a?o la Junta ha invertido 24 millones en el plan, aunque los profesionales ven la cifra insuficiente.

De fondo, laten medidas que al parecer van calando en la sociedad y frenan ciertos impulsos. La Fiscal¨ªa asumi¨® el a?o pasado la tipificaci¨®n de las agresiones a m¨¦dicos como un delito de atentado a la autoridad. Esto supone condenas de 1 a 3 a?os de prisi¨®n, frente a la pena que anta?o se solicitaba que se limitaba a una sanci¨®n econ¨®mica. En 2008 ya se han dictado 16 sentencias en las que los agresores han sido condenados a penas de prisi¨®n y se han dictado otras seis ¨®rdenes de alejamiento.

No es f¨¢cil encontrar una explicaci¨®n para que personas no agresivas habitualmente pierdan los estribos y amenacen o lesionen a un m¨¦dico o enfermero. Los profesionales denuncian que la creciente cobertura del sistema sanitario no va acompa?ada de una inversi¨®n en personal y medios. "A nivel pol¨ªtico siguen prometiendo m¨¢s servicios, derechos y demora cero. Pero al mismo tiempo cierran camas y aumentan las plantillas eventuales. Y claro, t¨² eres la cara del sistema...", razona un m¨¦dico. El nivel de exigencia tambi¨¦n ha aumentado de manera considerable. "Antes el paciente quer¨ªa una anal¨ªtica y una radiograf¨ªa, ahora exige una Ecograf¨ªa y un Tac, pero el sistema no puede asumirlo", concluye este facultativo.

La ratio de violencia se incrementa en urgencias y atenci¨®n primaria de centros de salud (91%), mientras que s¨®lo un 7% se registra en hospitales. "Estas agresiones impactan mucho sobre el profesional y casi todos los d¨ªas hay una. Es necesario profundizar en las campa?as de cara al ciudadano que no sabe comportarse", opina Jos¨¦ Luis Navas, portavoz del Sindicato M¨¦dico.

Los casos de agresi¨®n m¨¢s frecuentes est¨¢n motivados por la negativa a conceder la baja laboral, seguidos de otros como el de obtener el medicamento que el paciente considera necesario. "Muchos desisten antes de poner la denuncia. Piensan que el paciente se r¨ªe de ellos porque luego se declaran insolventes", razona Jos¨¦ Fern¨¢ndez Amurrio, profesional del gabinete jur¨ªdico del Colegio de M¨¦dicos de Sevilla.

En los hospitales y ante la mayor vigilancia, el agresor se achanta. Pero suele crecerse en centros de salud de ¨¢mbitos rurales y a horas intempestivas. "A veces son tres personas entre m¨¦dico, enfermero y celador y de noche, dos de ellas mujeres. Entonces el paciente se cree impune", valora Carlos Gonz¨¢lez, presidente del Consejo Andaluz de Colegios de M¨¦dicos.