Deferr agranda su historia
Con la plata en suelo, el gimnasta suma ya tres medallas ol¨ªmpicas e iguala al ciclista Joan Llaneras como el espa?ol m¨¢s premiado
Se reclin¨® sobre una valla, mir¨® a la nube de periodistas que le esperaban con una media sonrisa p¨ªcara en los labios y revent¨®: "?Qu¨¦ complicado ha sido! ?Qu¨¦ nervios ten¨ªa!". As¨ª es Gervi. Gervasio Deferr. Vivaracho, espont¨¢neo, magn¨¦tico cuando es feliz. Lo era. Vaya que s¨ª. All¨ª, en las tripas del Palacio de Deportes Ol¨ªmpico de Pek¨ªn, verbalizando su desbordante alegr¨ªa, su cl¨ªmax emocional despu¨¦s de cuatro a?os plagados de dificultades rematados con una medalla de plata en suelo. "Tres medallas en tres Juegos, no tengo mucho m¨¢s que decir". Una broma, claro. C¨®mo no iba a tener nada m¨¢s que decir un tipo tan extravertido, volc¨¢nico, como ¨¦l: "No. No es la medalla de oro, pero ¨¦sta es en suelo y tambi¨¦n me sabe a oro. Estoy exultante. No pod¨ªa fallar y no lo he hecho. Se agranda la historia".
"No s¨¦ por qu¨¦, pero, cuando volaba por el aire, ya sab¨ªa que iba a clavarlo"
"Tres medallas en tres Juegos. No tengo mucho m¨¢s que decir"
Cuando toc¨® diana en la Villa Ol¨ªmpica, las sensaciones del gimnasta que iba a luchar por la tarde para agrandar su epopeya y ganar una tercera medalla, tras las dos de oro en salto en Sidney y Atenas, not¨® un hormigueo en el est¨®mago: "Ten¨ªa un sentimiento de ansiedad. Sab¨ªa que iba a estar complicado". S¨®lo unos d¨ªas antes hab¨ªa tenido que renunciar al salto. La mu?eca le estallaba. Pero se hab¨ªa preparado a conciencia para el ejercicio de suelo.
La competencia en la final era de a¨²pa. Ten¨ªa que salir el ¨²ltimo tras los otros siete finalistas. Dos de ellos hab¨ªan conseguido mejores notas en la ronda clasificatoria. "He sufrido como un cabr¨®n. Cuando he visto que Dragu [el rumano Dragulescu] se ca¨ªa de culo, cuando he visto que Hyp¨®lito...; bueno, Hip¨®lito es lento de salida y sab¨ªa que pod¨ªa fallar como as¨ª ha sido. 'No puede ser que pase esto', me he dicho. He pensado: 'Les pasa lo mismo que a m¨ª, que no soportan la presi¨®n'. S¨®lo faltaba que fallara el chino, pero no. Le han puntuado un poco alto, pero yo no he hecho un ejercicio mejor que ¨¦l", reconoci¨® el espa?ol comentado el ejercicio del campe¨®n, Zou Kai.
A medida que fallaban sus competidores, en la mente de Gervi se solidific¨® una sola idea. No fallar, no arriesgarse m¨¢s de la cuenta: "S¨®lo ten¨ªa que hacer mi trabajo, sin buscar maravillas". Y all¨¢ que se fue. Hubo un momento, cuando hizo un sencillo San Pedro, en que las piernas se le fueron levemente. Pod¨ªan penalizarle de una a tres d¨¦cimas. Lo atribuy¨® a que los pies se le deslizaron un poco: "Soy uno de los pocos que voy descalzo. Me pongo un spray para que no me suden los pies. No ha habido mayor problema. Sab¨ªa que todo iba bien. No s¨¦ por qu¨¦, pero, cuando volaba por el aire, ya sab¨ªa que iba a clavarlo. Cuando he visto la nota, no sab¨ªa si era segundo o tercero. Lo he visto en la pantalla y me he dicho: 'Genial".
Un poco m¨¢s relajado, cont¨® que ya no se monta las pel¨ªculas que se montaba cuando era un poco m¨¢s joven, que no se tatuar¨¢ como hizo en Sidney y Atenas porque la promesa era s¨®lo si lograba el tercer oro. Y, liberado, muy liberado, Gervi prosigui¨®: "A mis 27 a?os, operados dos veces de los hombros, tocado en la espalda, hace dos meses que casi me romp¨ª el pie... Mi padre me ha dicho que siga haciendo historia". Pero la duda planeaba. Le preguntaron de nuevo. Confes¨® haciendo un canto a su pasi¨®n por uno de los deportes m¨¢s universales y m¨¢s medi¨¢ticos en los Juegos. "De momento, sigo. No me ech¨¦is todav¨ªa. Soy longevo, s¨ª; pero viejo, no. Espero poder estar en forma y continuar en los pr¨®ximos Juegos. A m¨ª me gusta y disfruto. No me cuesta entrenarme. Para aqu¨¦llos que critican mi forma de entrenarme, a los hechos me remito. He trabajado muy duro para esto. Las he pasado canutas en Madrid y ¨¦ste es el resultado".
Alfredo Hueto, su entrenador, se emocion¨® cuando explic¨® ante la prensa lo mucho que Deferr ha dado al deporte espa?ol: "Es el Maradona de la gimnasia. Cuando se sube ah¨ª, es una m¨¢quina. Estar aqu¨ª con la medalla de plata despu¨¦s de todo lo que hemos pasado es algo incre¨ªble". Sobre el futuro de su pupilo, brome¨®: "Si Llaneras est¨¢ ah¨ª con 39 a?os, ¨¦l tambi¨¦n puede seguir. Hay gimnastas mayores que ¨¦l. En suelo, lleva tres medallas de plata en los Mundiales [la de 2002 la perdi¨® por fumarse un porro] y ahora una en los Juegos. La pr¨®xima vez tiene que ser de oro. Pero los que hoy han fallado se lo van a poner muy dif¨ªcil".
Antes de hablar con la prensa, nada m¨¢s enfilar el t¨²nel hacia la zona mixta y los vestuarios, Gervi habl¨® por tel¨¦fono con su padre y su hermano, que siguieron su ejercicio por televisi¨®n desde Barcelona y Girona. "?Enorme, eres muy grande. Lo has clavado!", le dec¨ªa su hermano. "No pod¨ªa fallar. Lo hab¨ªa hecho millones de veces". Acto seguido, se dirigi¨® a la zona en que le aguardaba do?a Cristina, que le agradeci¨® el ramo de flores que le regal¨® tras la ceremonia de las medallas. "?Qu¨¦ nervios ten¨ªa!", le dijo. "?C¨®mo no! ?Nosotros tambi¨¦n est¨¢bamos muy nerviosos!", le contest¨® la Infanta antes de pasarle el m¨®vil desde el que le felicit¨® don Juan Carlos. Tambi¨¦n habl¨® con el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Gervasio era la encarnaci¨®n de la felicidad. Dudaban de ¨¦l, pero de Pek¨ªn se ir¨¢ con su tercera medalla en tres Juegos, el ¨²nico espa?ol con Joan Llaneras que lo ha logrado, y m¨¢s admirado que nunca por su calidad y su competitividad.
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