El marat¨®n del rey

Sin apenas tiempo para comerse unas alitas de pollo, llenarse la boca de chucher¨ªas y dormir todas las horas posibles, Usain Bolt volvi¨® al tajo esta madrugada. Se calz¨® las puma doradas, anud¨® los cordones, posiblemente mejor que cuando su final de los 100 metros, que corri¨® con el izquierdo suelto, y ech¨® a andar camino de su segundo objetivo, el oro en los 200, su prueba, del que le separan cuatro etapas en tres d¨ªas: dos series (hoy), las semifinales (ma?ana: 15.25, hora peninsular espa?ola) y la final del mi¨¦rcoles (16.20). Ser¨¢ el esprint m¨¢s largo del rey de los 100 metros. El d¨ªa siguiente, el jueves, cumplir¨¢ 22 a?os. Los podr¨¢ celebrar como doble campe¨®n ol¨ªmpico, como rey indiscutible del esprint. Cuando el ¨²ltimo atleta consigui¨® el doblete ol¨ªmpico de la velocidad (Carl Lewis en Los ?ngeles 1984), ¨¦l no hab¨ªa nacido.

"Ser¨¢ capaz de batir mi r¨¦cord", dice Johnson, "pero no ahora. Har¨¢ 19,50s"

Pero quiz¨¢s tampoco haya nacido a¨²n un atleta con un talento tan precoz como Bolt, quien a los 16 a?os ya era dos veces campe¨®n mundial juvenil de los 200 metros y a los 17 y ocho meses, en abril de 2004, se convirti¨® en el velocista m¨¢s joven que ha bajado de los 20 segundos en la media vuelta a la pista: 19,93s, r¨¦cord mundial junior que permanece. Bolt, como Donald Quarrie, el atleta m¨¢s venerado de Jamaica, es un hombre de 200 metros, la ¨²nica religi¨®n de la isla, que s¨®lo se sinti¨® pleno el d¨ªa de junio pasado en que bati¨®, con 19,83s, el r¨¦cord nacional que el campe¨®n ol¨ªmpico de Montreal 1976 hab¨ªa fijado en 1971 en 19,86s, en la altura de Cali. S¨®lo le falta igualar su t¨ªtulo ol¨ªmpico.

Bolt es un Tommie Smith -la misma altura, el mismo pie, la misma zancada enga?osamente relajada, la misma aceleraci¨®n brutal en la recta que el campe¨®n de M¨¦xico 1968- al que su entrenador, Glenn Mills, intent¨® convencer, siguiendo los viejos c¨¢nones del atletismo, de que su distancia natural era el 400. Bolt, siguiendo los dictados de una irreprimible tendencia a la pereza, se neg¨® a entrenarse m¨¢s, por lo que Mills dio la vuelta a la propuesta. Le convenci¨® de que para mejorar en la curva del 200, su lunar, deber¨ªa acortar la zancada, demasiado amplia, demasiado descompensada, tanto que m¨¢s que impulsarse se frenaba despu¨¦s de cada paso. Para conseguirlo necesitar¨ªa hacer m¨¢s pesas, gastar m¨¢s horas en el gimnasio, trabajar brazos y torso. Curiosamente, el tratamiento para el 200, el acortamiento de la zancada, supuso una mejora tremenda en su eficiencia, lo que le convirti¨® de la noche a la ma?ana, en s¨®lo unos meses, en el mejor atleta de la historia en los 100.

Y quiere ser tambi¨¦n el mejor en los 200, un puesto que lleva 12 a?os ocupando un atleta norteamericano al que se podr¨ªa considerar el reverso de la medalla: Michael Johnson, el del tronco erguido, los pasos cortos, la incre¨ªble frecuencia. Su marca, 19,32s, es, dicen los expertos, el r¨¦cord m¨¢s caro. ?Inaccesible tambi¨¦n para el fen¨®meno Bolt?

"No pienso en el r¨¦cord, sino en ganar el oro", dice Bolt, que quiz¨¢s encuentre m¨¢s oposici¨®n en los norteamericanos Walter Dix y Wallace Spearmon que la que le opusieron en los 100 Thompson y el propio Dix, tercero: "He venido a por el doble. Ya tendr¨¦ tiempo de pensar en el r¨¦cord". "No est¨¢ a¨²n preparado para el r¨¦cord", dice su entrenador; "debe mejorar a¨²n su capacidad de fuerza-resistencia, mantener m¨¢s tiempo su fuerza m¨¢xima".

En junio de 1996, Johnson hab¨ªa batido, con 19,66s, los hist¨®ricos 19,72s que Pietro Mennea hab¨ªa fijado como r¨¦cord mundial en 1979. Dos meses despu¨¦s, en la final ol¨ªmpica de Atlanta, lo rebaj¨® 34 cent¨¦simas. Hace un mes, Bolt dej¨® el r¨¦cord de Jamaica en 19,67s, la mejor marca mundial del a?o. Para batir el r¨¦cord del norteamericano deber¨ªa darle un mordisco de 36 cent¨¦simas. "Ser¨¢ capaz de hacerlo, pero no ahora", dice Johnson; "tiene tiempo para lograrlo. Aqu¨ª se quedar¨¢ en 19,50s".