S¨¢hara
Que detr¨¢s de la cuesti¨®n saharaui hay grupos de presi¨®n que influyen en las informaciones, en los Gobiernos, en los partidos pol¨ªticos y en la misma ONU es indudable. Sin embargo, no han conseguido decantar a su favor a la opini¨®n p¨²blica espa?ola, que no entiende de realpolitik, ni de intereses geoestrat¨¦gicos.
Hay muchas familias en Espa?a que ven la cuesti¨®n saharaui a trav¨¦s de los ojos de un ni?o. Los ni?os saharauis, refugiados en la Hamada, llegan, a?o tras a?o, para pasar las vacaciones con familias de acogida. No traen equipaje, quiz¨¢ alg¨²n regalo y alguna carta sin sello desde el olvido al que los poderosos han condenado a todo su pueblo. Los espa?oles recibimos a trav¨¦s de sus miradas una lecci¨®n de justicia.
Por eso creemos que los saharauis deben hablar, decidir por s¨ª mismos su destino. Y por eso muchos de nosotros asumimos la responsabilidad que ni los Gobiernos de Espa?a ni los ¨¢rbitros del mundo han querido asumir.
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