El milagro que lleg¨® de Oriente

Nadie duda ya de que la alimentaci¨®n, una buena dieta, previene la aparici¨®n de algunas enfermedades o logra su mejor¨ªa. Pero tampoco se puede negar que los alimentos est¨¢n sujetos a las modas. Hubo un tiempo en que se hablaba del ajo o del lim¨®n como si fueran medicinas. En los ¨²ltimos a?os, el milagro parece haber llegado de Oriente: la soja. Soja equivale a isoflavonas. Las hay en otras legumbres -garbanzos, por ejemplo-, pero nunca en una concentraci¨®n tan alta como la que se encuentra en ella. En el mercado hay leche con soja y otros muchos productos con isoflavonas. No ser¨¢n malos, pero tampoco milagrosos. Un estudio de la Agencia Espa?ola de Seguridad Alimentaria y Nutrici¨®n (AESAN) pone orden en las bondades que se le atribuyen al consumo de esta legumbre y sentencia que no hay datos concluyentes en ese sentido. S¨®lo resultados "inconsistentes", "contradictorios" o "dispares".

Por ejemplo. A la soja se le atribuye la capacidad de mitigar los sofocos posmenop¨¢usicos. Pero AESAN encuentra contradicciones entre los distintos estudios realizados y ninguna base sobre la que sustentar ese posible beneficio. Tampoco ha encontrado argumentos cient¨ªficos sobre los que sostener su supuesta ayuda en la prevenci¨®n de enfermedades cardiovasculares -hablamos del colesterol-. No es posible saber, apunta, si los efectos se deben a la soja o a los fitoestr¨®genos. Y aqu¨ª no sirven los estudios realizados en pa¨ªses asi¨¢ticos. No son del todo extrapolables, pues la alimentaci¨®n all¨ª es distinta a la occidental.

Las dietas ricas en prote¨ªnas de soja, dice el informe, podr¨ªan contribuir a mejorar la diabetes y la obesidad, pero hay informaci¨®n contradictoria. Y respecto a los c¨¢nceres, se ha estudiado la incidencia de esta legumbre en los de mama, pr¨®stata, colon y endometrio. Siempre a la luz de los datos que arrojan los pa¨ªses asi¨¢ticos, m¨¢s favorecidos respecto a estas enfermedades. Tambi¨¦n aqu¨ª se encuentra una base cient¨ªfica inconsistente.