Oro en dos regatas
Los polic¨ªas Sa¨²l Craviotto y Carlos P¨¦rez ganan el K-2 500 en su segunda competici¨®n juntos
Tim Wieskotter y Ronald Rauhe son dos regatistas alemanes que, hasta ayer, eran imbatibles. Hab¨ªan ganado todas las regatas de K-2 en la distancia de 500 metros en las que hab¨ªan participado en los ¨²ltimos siete a?os, desde que en los Juegos de Sidney fueron bronce, las de todos los Mundiales y todos los Europeos. Hasta que Sa¨²l Craviotto y Carlos P¨¦rez se cruzaron en su camino en el canal de Po de Shuny y su historia de grandeza termin¨®. Era la segunda regata de una pareja de Polic¨ªas Nacionales que se subieron a un barco a contracorriente y a contrarreloj.
En su primera competici¨®n en el Europeo de Mil¨¢n, el pasado mes de mayo, quedaron segundos y ganaron los alemanes; ayer se colgaron el oro en Pek¨ªn con una exhibici¨®n de poder¨ªo brutal: salieron primeros y en los ¨²ltimos 100 metros, cuando los germanos suelen rematar a sus v¨ªctimas, resistieron. "Pens¨¢bamos que hab¨ªamos quedado segundos, no nos hemos enterado de la victoria hasta que vimos los marcadores minutos despu¨¦s", confesaron. As¨ª que, en el barco, celebraban la plata. "Ya era un gran premio. Y cuando hemos visto que ¨¦ramos oro, no nos lo cre¨ªamos", explicaron.
Garc¨ªa, su entrenador, recibi¨® una carta de despido semanas antes de llegar a Pek¨ªn
La pareja alemana, segunda, hab¨ªa ganado siempre en los ¨²ltimos siete a?os
Sa¨²l Craviotto formaba parte del K-4 que no se clasific¨® para los Juegos y Carlos P¨¦rez, Perucho -uno de los mejores velocistas en 200 metros, categor¨ªa no ol¨ªmpica- se qued¨® fuera de la final de K-2 de Atenas 2004 s¨®lo porque antes de los Juegos su compa?ero Gonz¨¢lez Cosena dio positivo. Perucho es de Ald¨¢n (Pontevedra) -ha dejado el club del pueblo por discrepancias con el presidente-, de la misma pedan¨ªa de Cangas de Morrazo donde nacieron David Cal y la tambi¨¦n ol¨ªmpica Mar¨ªa Teresa Portela -"no s¨¦ que tenemos, ser¨¢n los mejillones"-. Los junt¨® su entrenador, Miguel Garc¨ªa, ex palista y mal visto por la federaci¨®n, que recibi¨® una carta de despido semanas antes de llegar a Pek¨ªn. "Oficialmente, ma?ana estoy en el paro, espero que esto se arregle porque me gustar¨ªa seguir trabajando con estos dos chicos", dijo ayer.
Perucho y Craviotto estuvieron a punto de perder el pasaporte a Pek¨ªn por culpa de una ley que impide tener dos barcos del mismo pa¨ªs en la misma categor¨ªa, en este caso el K-2. Un comit¨¦ de t¨¦cnicos de la federaci¨®n resolvi¨® descartar a Javier Hern¨¢n y Diego Coscaya, subcampeones de Europa en 1.000 metros. "Para m¨ª, la apuesta era clara, pero la ley es injusta", explic¨® Garc¨ªa. "Ellos habr¨ªan ganado el oro, seguro, y ten¨ªan que estar aqu¨ª", comentaron los cano¨ªstas de oro, que reconocieron haber pasado el peor mes de su vida esperando la decisi¨®n que perjudic¨® a sus compa?eros, a quienes dedicaron la victoria.
T¨¦cnicamente forman una pareja que es una bomba de adrenalina. En los primeros ensayos a estuvieron a punto de naufragar varias veces. Perucho es muy impetuoso y Sa¨²l, que va delante en la canoa, es muy r¨¢pido, destaca por medir bien las distancias y tiene un gran control sobre el ritmo de palada. "Sabe no dispararse", dice Garc¨ªa, que se?ala como clave del ¨¦xito haber trabajado mucho el agarre en el agua. "Tienen mucha sensibilidad y mucho tacto, por eso son tan r¨¢pidos". El K-2 espa?ol busc¨® una frecuencia de palada no muy elevada para explotar las frecuencias bajas alargando el ritmo intermedio: "De salida llegan a 160 paladas por minuto y luego se mantienen en 120 para llegar al ¨²ltimo tramo con una velocidad muy alta. Buscamos que la embarcaci¨®n vaya adelante, no el agua atr¨¢s". Garc¨ªa graba los entrenamientos para luego corregir en v¨ªdeos los defectos. "No ten¨ªamos mucho tiempo, se han entregado a fondo", reconoci¨® a sus chicos. Para mejorar su agarre al agua utilizaron frenos y pelotas de tenis que amarraban al barco con una cuerda, en largas sesiones de ma?ana y tarde en Tragona (Asturias). "As¨ª el agua est¨¢ m¨¢s dura, y la sensaci¨®n de agarre es mayor", explica el entrenador, harto de escucharles cantar en la canoa la canci¨®n Marinero de Cuba. "Es para relajarnos", reconocieron los pirag¨¹istas, que ayer, antes de empezar su carrera al oro, la cantaron otra vez.
En la selecci¨®n s¨®lo se escuchan elogios. "Son gente muy maja, siempre dispuestos a ayudar", dijo su compa?era Portela. Parecidos en la entrega, tienen gustos diversos. A Perucho le chifla la tecnolog¨ªa -"siempre est¨¢ a la ¨²ltima en c¨¢maras y ordenadores", explica Adriana, su novia- y a Sa¨²l la naturaleza, el cine y comer caracoles. Craviotto ya montaba en canoa con un a?o, junto a su padre. "Tiene la casa llena de medallas", cont¨® su novia. Las dos llegaron el s¨¢bado a Pek¨ªn y al verlas, Perucho brome¨®: "?Qu¨¦? Vamos a ganar el oro". No se lo cre¨ªan ni ellos. Lo ganaron en K-2, en su segunda carrera juntos.
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