El triunfo de los suicidas

?C¨®mo he disfrutado! De repente, 28 a?os despu¨¦s de mi medalla, tambi¨¦n la ¨²ltima espa?ola en kayak, me han salido herederos. Carlos P¨¦rez y Sa¨²l Craviotto han logrado en K-2 500 metros un oro que parec¨ªa imposible. Han ganado a la pareja alemana, que llevaba siete a?os dominando la modalidad con gran autoridad, sin perder una carrera. Y lo han hecho como a m¨ª me gusta, realizando una salida espectacular y administrando la ventaja para terminar primeros. Lo cierto es que, si la meta hubiera estado 20 metros m¨¢s lejos, los alemanes habr¨ªan remontado.

Llevaron a cabo un plan suicida y les sali¨® a la perfecci¨®n. Se la jugaron porque, cuando se realiza una arrancada tan explosiva, se corre el riesgo de pagar el esfuerzo. En este sentido, hay que extender la felicitaci¨®n al entrenador por su planificaci¨®n. De P¨¦rez y Craviotto, tapados por la figura de Cal, no se hab¨ªa hablado mucho, pero yo sab¨ªa que estaban en condiciones de tocar medallas. En mi opini¨®n, rondaban el bronce o incluso la plata, pero el oro ha sido una gran sorpresa. Conoc¨ª a Sa¨²l Craviotto cuando era ni?o porque su padre remaba conmigo. Me imagino la felicidad que habr¨¢ supuesto para ¨¦l ver a su hijo triunfar.

Tampoco me quiero olvidar de Cal, que, sin hacer mucho ruido, ya ha ganado cuatro medallas ol¨ªmpicas. Es un fen¨®meno que se ha puesto las expectativas muy altas y que, cuando pase el tiempo, se dar¨¢ cuenta de lo que ha obtenido. A m¨ª me pas¨® algo parecido en Mosc¨² 80. Logramos la plata en K-2 y me qued¨® una sensaci¨®n de derrota. En caliente, no estaba contento, pero con el tiempo valor¨¦ lo que hab¨ªa hecho. A Cal le pasar¨¢ lo mismo.

Herminio Men¨¦ndez fue plata en K-4 1.000 en Montreal 1976 y plata en K-2 500 y bronce en K-2 1.000 en Mosc¨² 1980.