Una lecci¨®n de piratas

"En el siglo XVI, un escuadr¨®n de corsarios lleg¨® a C¨¢diz. ?Sab¨¦is el nombre de alguno?", pregunta la pirata Malapata, interpretada por Ana del Corral. "?Francis Drake!", grita parte de su audiencia, una veintena de novatos bucaneros, todos por debajo de los diez a?os, todos adornados con parches, tatuajes y falsas cicatrices. La clase prosigue: "Ten¨ªan la misi¨®n de saquear C¨¢diz, donde hab¨ªa mucho dinero por el oro que tra¨ªan los barcos de Am¨¦rica. Y, ?qu¨¦ hizo el rey de Espa?a?", lanza de nuevo Malapata. "?Una muralla!". Tienen la lecci¨®n aprendida.

Cada jueves, a partir de las siete de la tarde, un trozo de la playa de la Victoria, en C¨¢diz, se transforma. Comienzan las clases de Historia en el m¨®dulo central, junto al hotel Playa. Est¨¢n dirigidas a ni?os de entre cuatro y doce a?os, un p¨²blico que, en principio, no parece el m¨¢s interesado en dejar el mar y los castillos de arena para escuchar qu¨¦ ocurri¨® en la ciudad en el a?o 1596 o cu¨¢ndo se construy¨® el Castillo de Santa Catalina. Y, sin embargo, quienes prueban, repiten. De ah¨ª que muchos de los que escuchan las historias de Malapata, Garrapata y Lapa, los tres piratas que hacen de profesores, se adelanten en las respuestas.

"Mediante los personajes de los piratas intentamos contarles c¨®mo fue el sistema defensivo que se hizo en C¨¢diz de baluartes y castillo, y c¨®mo unos personajes tan rom¨¢nticos y que los ni?os tienen tan idealizados, los piratas, verdaderamente estuvieron en C¨¢diz y saquearon la ciudad", explica Del Corral. ?ste es el segundo a?o que su empresa, De Ida y Vuelta, aprovecha el verano para acercar la historia a los m¨¢s peque?os de la playa. Lo consiguen con la ayuda de juegos, canciones y con una caracterizaci¨®n que hace dudar a algunos de sus seguidores: "?Son piratas o son monitores?" pregunta una ni?a de cinco a?os mientras se acerca con disimulo.

Otros perdieron el miedo hace tiempo. V¨ªctor Colombo tiene seis a?os y no se pierde ni una clase con los piratas: "Vengo desde el primer d¨ªa, s¨®lo he faltado una vez. Y ya conozco mucho la historia de los piratas, y c¨®mo se hicieron las murallas". Dice que le encantan los cuentos, los juegos y que les pinten la cara cuando llegan. A los padres, que vigilan atentos -algunos con sus c¨¢maras, otros repitiendo las canciones que han aprendido a fuerza de escucharlas cada semana-, tambi¨¦n les gusta la iniciativa.

Bel¨¦n Le¨®n se acerca cada jueves con sus hijos Bel¨¦n, de cuatro a?os y medio, y ?lvaro, de tres. Junto a los ni?os debe permanecer siempre, durante la clase, alg¨²n mayor responsable. A¨²n as¨ª, para los padres es un respiro tener a los ni?os ocupados, sobre todo porque en verano tienen mucho tiempo libre y se agotan las ideas para entretenerlos. El proyecto de De Ida y Vuelta les divierte, les permite conocer otros ni?os y, de paso, aprenden por qu¨¦ existen construcciones como el Baluarte de la Candelaria.

A las ocho de la tarde, los piratas se despiden. Malapata, Garrapata y Lapa dicen adi¨®s a su escuadr¨®n de corsarios, pero volver¨¢n a atracar en C¨¢diz con sus historias el pr¨®ximo jueves.