El Gobierno incentivar¨¢ la inversi¨®n privada en los campus

Espa?a atraviesa un momento de crisis econ¨®mica; ya nadie elude esas palabras. Y casi todos los remedios hablan de convertir la econom¨ªa del ladrillo en econom¨ªa del conocimiento, a trav¨¦s de la ciencia y la innovaci¨®n, en general, y de las universidades, en particular. Campus de excelencia, con los mejores investigadores, docentes y alumnos, centros punteros que escalen decenas de puestos en los ranking internacionales de calidad. Los objetivos del Ministerio de Ciencia e Innovaci¨®n para 2015 son tan ambiciosos como costosos. ?C¨®mo se pagar¨¢n? "La financiaci¨®n privada la tenemos que promover porque es el ¨²nico camino que nos va a llevar a una financiaci¨®n suficiente", explica la ministra Cristina Garmendia, este agosto, en su despacho.

"Nuestra universidad seguir¨¢ siendo la m¨¢s barata de Europa"

Garmendia: "Es el ¨²nico camino para tener dinero suficiente"

La f¨®rmula que emplear¨¢ Espa?a para mejorar esas cifras es, en primer lugar, el mecenazgo de las empresas -"que tan buenos resultados ha dado para la conservaci¨®n del patrimonio"-. Para lograrlo, el Ejecutivo est¨¢ dise?ando un plan de incentivos fiscales que incumbe a varios ministerios. Y, en segundo lugar, lo har¨¢ a trav¨¦s de la contrataci¨®n de investigadores, "con una normativa muy transparente para incentivar la colaboraci¨®n p¨²blica-privada, algo que nada tiene que ver con la privatizaci¨®n de la universidad", se?ala Garmendia. Esta parte est¨¢ muy vinculada a la nueva Ley de la Ciencia, cuyo borrador estar¨¢ en el Congreso antes de 2009.

En la mayor¨ªa de pa¨ªses esos mecanismos (y la posibilidad de pedir cr¨¦ditos, buscar patrocinadores) est¨¢n permitidos, con m¨¢s o menos restricciones. Pero algunos de ellos, Espa?a ni siquiera los "ha explorado", dice un estudio europeo (Eurydice) de 2007.

Los presupuestos para Ciencia e Innovaci¨®n subir¨¢n s¨®lo "ligeramente" el a?o que viene (en 2008, para universidades, becas aparte, hay unos 2.200 millones, 500 de los cuales proceden del Plan Nacional de I+D). La financiaci¨®n universitaria "no es una competencia directa" del Estado, explica la ministra. Buena parte del dinero lo tienen que poner las comunidades: "Hay que comprender que cada una tiene sus propias dificultades y situaci¨®n, y habr¨¢ que ver cu¨¢l es el acompa?amiento". Y ah¨ª es donde llega la financiaci¨®n privada.

La ministra no plantea dejar en manos de las universidades el precio de la matr¨ªcula, algo que hacen otros pa¨ªses. "La universidad espa?ola seguir¨¢ siendo de las m¨¢s baratas de Europa", dice. As¨ª que la opci¨®n que queda es la de convencer a las empresas de que inviertan en los campus, a ver si se supera el 4% de ingresos que llegaban por esa v¨ªa en 2004, menos a¨²n que en 1994, cuando rondaba el 6%, seg¨²n un informe de la OCDE de abril. Si bien Grecia o Irlanda est¨¢n por debajo de esa escasa cifra, superan el 10% Holanda, Reino Unido o Italia. Por encima del 20% est¨¢ Corea, y casi en el 30%, EE UU.

Siempre es reticente quien teme una universidad al servicio de la empresa. El presidente de los rectores, ?ngel Gabilondo, sostiene que la inversi¨®n privada es muy escasa, pero advierte de los peligros: "Ser¨ªa un error investigar s¨®lo lo que requiera el mercado", ha afirmado. Garmendia se defiende. "Lo importante es que dentro de la ecuaci¨®n total la financiaci¨®n privada sume: si es la parte de investigaci¨®n aplicada, pues estupendo; la financiaci¨®n p¨²blica se destinar¨¢ entonces a la investigaci¨®n m¨¢s b¨¢sica y a disciplinas que no tengan una aplicaci¨®n tan inmediata". Para el rector de la Universidad de Cantabria, Federico Guti¨¦rrez Solana, "la parte p¨²blica ha hecho un esfuerzo de financiaci¨®n y ahora hay que estimular la parte privada".

La pregunta es: ?c¨®mo se va a atraer esa financiaci¨®n privada en un momento de crisis en el que las compa?¨ªas recortan gastos? "Precisamente ahora, es un momento para reflexionar sobre el modelo de colaboraci¨®n con la universidad". Pero, quiz¨¢ llegue la reflexi¨®n y falte el dinero. "En los campus de excelencia internacional, la empresa privada estar¨¢ en la ecuaci¨®n. Creo que este a?o conseguiremos concretar alguno", responde la ministra.

Esos campus de excelencia estar¨¢n formados por una o varias universidades (fusionadas), institutos de investigaci¨®n, centros tecnol¨®gicos y otros organismos de investigaci¨®n de las comunidades (como hospitales). Aut¨¦nticas ciudades (con los edificios necesarios, los laboratorios, las residencias para cient¨ªficos), que se har¨¢n en colaboraci¨®n con el Ministerio de Vivienda. Hay ejemplos, como el de la Rep¨²blica Checa, que ha conseguido en una d¨¦cada aumentar un 27% el gasto en investigaci¨®n, la mitad gracias a dinero privado, y casi la mitad dedicado a investigaci¨®n b¨¢sica. El modelo de los campus de excelencia imita a los parques tecnol¨®gicos, pero buscando la especializaci¨®n al estilo del Silicon Valley, creado por la Universidad de Stanford, que se empieza a extender por Europa.

El proyecto de campus de excelencia en Espa?a tiene un presupuesto de 1.000 millones de euros esta legislatura. En la propuesta de revisi¨®n de la financiaci¨®n universitaria, una reforma prevista para la anterior legislatura, se hablaba de inyectar 2.700 millones de euros extra en cinco a?os. El Estado pondr¨ªa 1.386 y las comunidades, 800. Y, efectivamente, la inversi¨®n privada tendr¨ªa que alcanzar 547 millones. As¨ª se llegar¨ªa a un gasto equivalente al 1,5% del PIB, otro compromiso de la anterior legislatura.

El nuevo ministerio trabaja sobre un estudio que recomienda vincular una parte de la financiaci¨®n a los resultados de calidad de los campus. "Pero creo que ser¨ªa un error poner una financiaci¨®n en el sistema si no hay reflexi¨®n previa y una hoja de ruta para alcanzar la excelencia. As¨ª, con unos objetivos claros, podremos atraer a la financiaci¨®n privada, si no ser¨¢ imposible...", argumenta Garmendia. La hoja de ruta, promete, llegar¨¢ antes de que termine 2008.