Vuelta al Tour
Los tres favoritos, Contador, Sastre y Valverde, se traspasan la responsabilidad de liderar una carrera abierta y muy monta?osa
A Alejandro Valverde se le cay¨® ayer la Vuelta encima. Literalmente. Fue sentarse en el escenario de la rueda de prensa y ca¨¦rsele encima el cartel anunciador de la carrera y sus patrocinadores. El ciclista murciano se ri¨® a carcajadas junto a Eusebio Unzue, el director del Caisse D'Epargne. Fue un incidente, no un accidente. Que nadie se alarme. Una met¨¢fora del comienzo de una Vuelta Ciclista a Espa?a en la que los tres principales candidatos, Contador, Sastre y Valverde, no quieren que les caiga el marr¨®n de sentirse favoritos. 3.133 kil¨®metros antes de empezar, Sastre, el vencedor del Tour, dice: "El que mejor lo tiene es Contador, porque se ha preparado para ello". Contador, ganador de un Giro que nunca prepar¨®, dice, sonriendo: "Cada cual se quita la presi¨®n como puede y nadie puede olvidarse de Valverde"; y Valverde dice que ¨¦l lleva mucho tiempo "en buena forma" y que aspira a ganar una etapa e "ir d¨ªa a d¨ªa". En definitiva, nadie quiere sostener el tabl¨®n de la Vuelta, no se le vaya a caer encima a la primera de cambio.
Es el bendito problema de disfrutar del a?o de oro del ciclismo espa?ol, de concitar en la Vuelta a Espa?a al ganador del Giro (Contador), del Tour (Sastre), de un posible ganador de Giro, Vuelta o Tour (Valverde), cuando consiga superar el malvado d¨ªa malo, y de tener en el archivo reciente al campe¨®n ol¨ªmpico (Samuel S¨¢nchez) que esta vez no comparece en la ronda espa?ola (su sustituto Igor Ant¨®n tambi¨¦n se quita la responsabilidad de encima y afirma que el podio lo ve, a priori, muy lejos). Muchos gallos de distinto plumaje en una Vuelta que se inspira en el Tour, fiel a uno de sus nuevos due?os (la sociedad organizadora de la carrera francesa), con tres semanas presuntamente combativas, con cinco finales en alto, con el Angliru como juez, no precisamente de paz, con una cronometrada al principio y una cronoescalada al final, con todos los detalles que hacen grande a una carrera.
Se supone que Contador llega con mejores piernas que el resto. Excluido su equipo del Tour, ha preparado a conciencia la Vuelta, sin desgastar su musculatura. S¨®lo los Juegos se le han entrometido en el camino "porque no era lo mejor para preparar la Vuelta, pero he sido uno de los elegidos para disfrutar de una carrera ¨²nica", dice. Sastre, todo pundonor y siempre magn¨ªfico en las terceras semanas, habla y no para del ciclista de Pinto como verdadero candidato al triunfo, pero su estilo dista mucho del tacticismo y radica m¨¢s en sus piernas que en sus c¨¢lculos. Valverde se limita a probarse. Unzue, su director, le liber¨® ayer an¨ªmicamente de responsabilidades y urgencias al reconocer que en la planificaci¨®n del equipo, la Vuelta era cosa de ?scar Pereiro, que no puede comparecer tras la brutal ca¨ªda del Tour.
Pero el presunto fest¨ªn en el a?o del ciclismo espa?ol, tiene amenazas. El Astan¨¢ de Contador posee dos bazas por lo que pueda ocurrir: Lepheimmer y Kloden, ambos a las ¨®rdenes de Contador pero enganchados a la carrera por si acaso. La primera sentencia la dictar¨¢ la contrarreloj de Ciudad Real (mi¨¦rcoles, 42,5 km). La segunda el Angliru (s¨¢bado, 13) y la tercera la cronoescalada de Navacerrada, s¨¢bado 20, 17,1 km). La Vuelta nunca ser¨¢ el Tour. La orograf¨ªa lo impide. Pero mantiene este a?o un regusto m¨¢s all¨¢ de lo empresarial. Hasta el duelo de espr¨ªnteres (los espa?oles Freire y Fern¨¢ndez de Larrea frente a Rebellin, Benatti, Pozzato, Bettini, Boonen o Zabel) animar¨¢ los primeros kil¨®metros y aquellos intermedios entre monta?a y monta?a. En el ambiente, sin embargo, flota el temor al dominio absoluto del Astan¨¢, sin duda la formaci¨®n m¨¢s poderosa de cuantas hoy tomar¨¢n la salida en Granada en una contrarreloj urbana por equipos de 7,7 km "en la que hay poco que ganar y mucho que perder", seg¨²n Valverde por el riesgo de ca¨ªdas. Con un tabl¨®n, piensa Alejandro, ya vale.
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