Nueva casa, nuevo trabajo ... y divorcio
La infanta Elena afronta el pr¨®ximo curso con multitud de cambios
La infanta Elena, la hija mayor de los Reyes, se dispone a comenzar un nuevo curso lleno de cambios en su vida. Separada de Jaime de Marichalar desde el pasado noviembre, en lo que se calific¨® como "un cese temporal de la convivencia", ha decidido trazarse una nueva vida. Nadie tiene dudas de que la reconciliaci¨®n es casi imposible. Es m¨¢s, la separaci¨®n legal est¨¢ cada d¨ªa m¨¢s cerca; o al menos, el intento de do?a Elena es que ¨¦sta sea una realidad.
Las relaciones entre la Infanta y Marichalar son muy tensas; apenas se hablan. Representantes de la pareja comenzaron antes del verano a tantear las condiciones de la separaci¨®n conyugal. Marichalar se deja aconsejar por la abogada matrimonialista Concha Sierra, de gran prestigio y muy dura en las negociaciones. Do?a Elena, seg¨²n algunas fuentes, ha consultado al despacho de Ur¨ªa y Men¨¦ndez, que mantiene unas excelentes relaciones con la Casa del Rey.
Abogados de la pareja han comenzado a hablar ya de la separaci¨®n
Fuentes pr¨®ximas a la pareja aseguran que Marichalar est¨¢ siendo muy exigente en sus peticiones. En los acuerdos sobre el r¨¦gimen de visitas de Felipe y Victoria, los hijos de la pareja, no hay problemas, ya que do?a Elena est¨¢ dando todo tipo de facilidades. Las divergencias tienen que ver con el estatus de vida que el todav¨ªa duque de Lugo quiere seguir llevando.
Jaime de Marichalar ve c¨®mo peligra su presencia en algunos de los Consejos de Administraci¨®n de los que forma parte y c¨®mo su posici¨®n en actos y viajes ya no es la que era cuando conviv¨ªa con do?a Elena. Marichalar ha pasado parte del mes de julio con sus hijos. Su imagen ahora es la de un hombre cabizbajo y dicen que contrariado.
Do?a Elena se ha dejado ver poco, aunque en agosto ha estado con sus ni?os en Marivent. En estos d¨ªas se prepara para comenzar a trabajar en el Instituto de Acci¨®n Social de Mapfre y se ocupa de las obras de reforma de la casa que ha comprado en el barrio madrile?o del Ni?o Jes¨²s, un piso de m¨¢s de 500 metros. De momento, sigue en la casa que unos amigos la dejaron cuando en noviembre decidi¨® marcharse del domicilio que ocupaba con Marichalar. De eso hace ya 10 meses.
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