El alivio de los dibujos animados
La Mostra de cine de Venecia levanta cabeza con la japonesa 'Ponyo en el acantilado del mar'
Reconociendo haber disfrutado de adulto con algunas pel¨ªculas de dibujos animados, admirando la imaginaci¨®n, la perfecci¨®n t¨¦cnica y el sentido del humor que acreditan a casi todo lo que lleva la firma de la productora Pixar, habi¨¦ndome re¨ªdo mucho con las aventuras y desventuras del ogro Shrek, confieso que el cine de animaci¨®n no es el g¨¦nero cinematogr¨¢fico que prefiero desde que me hice mayor, que casi siempre que me acerco a ¨¦l no lo hago en funci¨®n de mi placer, sino por el de los ni?os a los que acompa?o, que si tuviera que seleccionar 100 pel¨ªculas para llevarme a una isla desierta todas ellas estar¨ªan protagonizadas por gente de carne y hueso.
Por ello, deduzco que los niveles de hast¨ªo que me est¨¢ provocando esta deplorable Mostra son muy peligrosos, cuando una pel¨ªcula de dibujos animados como la japonesa Ponyo en el acantilado del mar adquiere para m¨ª condici¨®n de peque?o oasis, me da un inaplazable respiro, me hace sonre¨ªr.
Dirigida por el virtuoso Hayao Miyazaki, autor de las m¨¢s que apreciables El viaje de Chihiro y El castillo ambulante, cuenta la historia de amor entre un ni?o y un acosado pez rojo empe?ado en transformarse en humano. Ya s¨¦ que semejante tem¨¢tica no da para una tesis doctoral, pero de andar tan deprimido ante las incontables idioteces y nader¨ªas que exhibe la Mostra, que veo y escucho con bastante agrado el romance entre el anfibio y el cr¨ªo que le ha rescatado de la persecuci¨®n de un depredador del mar.
Y pasando a las ficciones ambientadas entre gente real, el panorama sigue siendo desolador. La francesa La otra, dirigida por Patrick Mario Bernard y Pierre Trividic, cuenta con rebuscada est¨¦tica de videoclip el derrumbe ps¨ªquico y la autodestrucci¨®n de una relamida y oto?al se?ora al descubrir que su joven y negro amante la ha abandonado no por una chica, sino por una mujer de su misma edad. Ser testigo de los celos, la distorsi¨®n de la realidad, la esquizofrenia y la angustia de protagonista tan desagradable durante hora y media, que se hace eterna, adquiere condici¨®n de suplicio, a pesar del convencimiento de los autores de que han hecho el an¨¢lisis definitivo y profundo sobre los monstruos que engendra la soledad urbana.
El director italiano Pupi Avati tambi¨¦n habla de las consecuencias de los celos en El padre de Giovanna pero aqu¨ª no acaban en intento de suicidio, sino en asesinato. Lo comete una adolescente notablemente zumbada contra su mejor amiga. Avati retrata esta truculenta historia en la Italia mussoliniana, lo que se presta a pretensiones de sentido cr¨ªtico y met¨¢foras sobre el estado de las cosas en ¨¦poca tan indeseable. Es una pel¨ªcula tan correcta como lineal. No provoca la irritaci¨®n de la psicoanal¨ªtica La otra, pero tampoco ni una gota de afecto, aunque la loca tenga un padre entra?able que est¨¢ volcado en su desdicha y una madre que se escaquea del horror. Al final, hay reencuentro familiar y motivos de esperanza. Por mi parte, ni una l¨¢grima.Veo y escucho con bastante agrado el romance entre un anfibio y un ni?o
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