La 'guerra civil' de los mejilloneros
Una batalla entre productores paraliza la descarga de molusco para conserva
Los puertos gallegos viven el a?o m¨¢s convulso de su historia. Primero, los armadores tomaron las calles para reivindicar precios justos y denunciar la "competencia desleal" del pescado importado. Ahora son los productores de mejill¨®n de Galicia, la segunda potencia mundial en la cr¨ªa del bivalvo, los que piden paso bajo esas mismas premisas, pero con el trasfondo de una guerra civil entre productores.
El conflicto surge por la negativa de dos asociaciones a unirse a Pladimega
Desde el 4 de agosto no permiten la descarga del molusco para f¨¢brica -pero s¨ª para consumo en fresco-, dejando atados de pies y manos a cocederos y conserveras, que han suspendido los pedidos ante la presencia de piquetes a pie de muelle. El paro ha dejado fuera del mercado unas 6.000 toneladas de producto, unos 300.000 euros, seg¨²n sus c¨¢lculos. Y a las puertas de la campa?a m¨¢s importante del a?o (la producci¨®n anual llega a 300.000 toneladas, con una facturaci¨®n en primera venta de 160 millones de euros) no se vislumbra el fin del conflicto.
El origen est¨¢ en la negativa de dos asociaciones de mejilloneros (Federaci¨®n Arousa Norte y Virxe do Rosario) a integrarse en la reci¨¦n creada Pladimega (Plataforma para la Distribuci¨®n del Mejill¨®n de Galicia), que agrupa a m¨¢s de 2.500 de las 3.337 bateas fondeadas en las r¨ªas gallegas, el 90% de empresas familiares. Pladimega se presenta como la f¨®rmula ideal para afrontar la comercializaci¨®n: unificar el sistema de ventas y acabar con las guerras internas por ser el primero en vender, que, seg¨²n dicen, ha llevado a una bajada progresiva de los precios.
Tanto es as¨ª que han perdido hasta el 70% de rentabilidad en una d¨¦cada, mientras el consumidor final ve¨ªa subir el precio. El portavoz Juli¨¢n Garc¨ªa acusa a la Asociaci¨®n Nacional de Fabricantes de Conservas (Anfaco) de "coartar" su forma de vida y recalca que el futuro de los bateeiros "pasa por la unidad".
En la otra orilla est¨¢n los cocederos, Anfaco y las dos asociaciones rebeldes, que denuncian presiones y da?os materiales por acci¨®n de los piquetes. El representante de los cocederos (por los que pasa el 90% del mejill¨®n que no se vende en fresco), Seraf¨ªn Sant¨®rum, acusa a Pladimega de intentar acaparar a todos los productores "para tener un ¨²nico producto a la venta". "Mis precios son hoy un 6% m¨¢s baratos que hace seis a?os. Si cedemos ante los productores, en tres a?os me voy a la ruina".
Desde Anfaco exigen "libertad de compra". Su secretario general, Juan Manuel Vieites, asegura que "m¨¢s del 90%" del mejill¨®n que usan es de Galicia. "Pero si no nos lo quieren vender lo buscaremos fuera. Se est¨¢n preparando expedientes de regulaci¨®n de empleo para unos 2.000 trabajadores", a?ade. Es el caso del presidente del Consello Regulador do Mexill¨®n, Ram¨®n Dios. Hace 10 a?os "con una batea pod¨ªan vivir tres familias, hoy, apenas una". Dios quiere que se vigile la importaci¨®n de mejill¨®n chileno "un 20% m¨¢s barato" que el gallego, con Denominaci¨®n de Origen Protegida.
![Trabajadoras de una planta gallega de mejillones en conserva.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YRSA72KJSGZGNQWGSQ4R4UXYFA.jpg?auth=cf40a442d1bba643ef889b8b990deb07aa4929b86452dca204f1e2d28a8930be&width=414)
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