Tiempo de descuento electoral

El Gobierno inicia con su reuni¨®n de hoy en el palacio de Miramar el ¨²ltimo tramo de su mandato, con el se?uelo de toda la legislatura, la consulta, en el ocaso de su recorrido. En las previsiones iniciales del lehendakari, las elecciones deber¨ªan haberse celebrado de modo inmediato a la prohibici¨®n del refer¨¦ndum, posiblemente cerca de la fecha del 25 de octubre, pero la derrota electoral del PNV en marzo le oblig¨® a cambiar de planes. Ahora tiene que llenar de contenido el medio a?o que resta hasta los comicios.

Las miras de los tres partidos del Ejecutivo est¨¢n ya puestas en la cita electoral, en marzo probablemente, y eso incluye la batalla entre ellos mismos por el voto. Este factor tiene un reflejo especialmente claro en las relaciones entre los dos socios nacionalistas, PNV y EA. Ambos, sobre todo EA, est¨¢n embarcados ya en una guerra de posiciones, con la decisi¨®n de reeditar o no la coalici¨®n entre ambos como tel¨®n de fondo.

Al contrario del curso pasado, en este apenas se esperan sorpresas

El PNV tratar¨¢ de debilitar las opciones del PSE como alternativa

Al igual que la gesti¨®n gubernamental y la de los aparatos pol¨ªticos del tripartito, tambi¨¦n la estrategia de la oposici¨®n est¨¢ ya al servicio de una campa?a electoral oficiosa que durar¨¢ a¨²n otros seis meses.

La comparecencia del a?o pasado por estas fechas sirvi¨® a Ibarretxe para hacer saber que convocar¨ªa su consulta en cualesquiera circunstancias, pulverizando as¨ª su promesa anterior de supeditarla al fin de la violencia. Hab¨ªa entonces inc¨®gnitas sobre qu¨¦, c¨®mo y cu¨¢ndo lo har¨ªa y serios problemas en el PNV por la oposici¨®n de su anterior presidente, Josu Jon Imaz, a la iniciativa.

Por el contrario, en la apertura de este curso pol¨ªtico todo son, m¨¢s bien, certezas, con escaso margen a las sorpresas, una vez que Ibarretxe descart¨® ese adelanto electoral, copia mim¨¦tica de su actuaci¨®n en 2005, tras el rechazo del Congreso de los Diputados a su plan de libre asociaci¨®n.

Ser¨¢ tambi¨¦n un per¨ªodo poco productivo pol¨ªticamente hablando, en tiempo ya de ocaso de su iniciativa, una vez que el 15 de septiembre quede desactivada toda posibilidad de realizar la consulta el 25 de octubre.

La renuncia forzada al mejor y m¨¢s elocuente instrumento de respuesta que ten¨ªa previsto Ibarretxe, la disoluci¨®n del Parlamento, obliga al Gobierno a buscar elementos de sustituci¨®n con los que llenar los meses que faltan hasta las lecciones. Empez¨® a hacerlo ya tras la Semana Santa pasada con el env¨ªo al Parlamento de varios proyectos de ley, de incierto futuro la mayor¨ªa.

Al tripartito le quedar¨¢ el mensaje de la queja y las acciones de protesta que emprenda, pero el PNV da claros signos de pugnar por asentar la imagen de que pasa p¨¢gina, tal y como dejaron ver tanto su presidente, I?igo Urkullu, como el del GBB, Joseba Egibar, en su mitin de apertura del curso pol¨ªtico el viernes en Zarautz.

En el PNV aseguran que no quieren ya ni alharacas ni brindis al sol una vez se oficialice la imposibilidad de la consulta. Anuncian firmeza y determinaci¨®n en la defensa del derecho a celebrarla, pero con el ¨¦nfasis puesto en que se acompa?ar¨¢n de "templanza, sentido com¨²n y sentido institucional", en palabras de Urkullu.

La consulta, ni es el ¨²nico objetivo del partido, ni siquiera el fundamental, recuerdan tambi¨¦n las fuentes consultadas, parafraseando el discurso de su m¨¢ximo dirigente el viernes pasado. Y demostrar¨¢ su condici¨®n de partido ¨²til y necesario en la negociaci¨®n presupuestaria con el PSOE en el Congreso.

El objetivo fundamental es otro: frenar las posibilidades del PSE-EE de alcanzar Ajuria Enea, despu¨¦s de que ese partido les derrotara por primera vez en los tres territorios en las elecciones generales de marzo pasado. Desbaratar la verosimilitud del cambio al frente de las instituciones comunes centra todas las estrategias.

Es b¨¢sico para ello alargar el mandato estos meses, en la confianza, seg¨²n palabras de un significado miembro del partido, de que "Zapatero se cueza en la salsa de la crisis econ¨®mica" y hacer calar mientras tanto que en Euskadi, y como consecuencia de la gesti¨®n del Ejecutivo auton¨®mico, la situaci¨®n es mejor.

El intento busca disolver la imagen de un partido y un Gobierno centrados en la est¨¦ril batalla de la consulta, que siempre estuvo perdida de antemano, y alejados de los problemas diarios de la ciudadan¨ªa. Un cambio de registro, en definitiva. La meta es movilizar el voto tradicional que se le qued¨® en casa al PNV tanto en las auton¨®micas de 2005, con la p¨¦rdida de 140.000 sufragios, como en las generales de este a?o.

Si ese esfuerzo de ¨²ltimo momento dar¨¢ o no resultados, despu¨¦s de una legislatura de focalizaci¨®n total en la consulta de Ibarretxe, s¨®lo lo dir¨¢n las urnas.