Rechazo general al cerrojazo para contratar inmigrantes en origen

Con s¨®lo cuatro palabras, el ministro de Trabajo e Inmigraci¨®n, Celestino Corbacho, ha desatado una tormenta sobre su cabeza. Desde que tom¨® posesi¨®n del cargo, hace cinco meses, ven¨ªa repitiendo que se propon¨ªa revisar a la baja la contrataci¨®n de inmigrantes en el extranjero, pero el mi¨¦rcoles a?adi¨® una coletilla: "Se aproximar¨¢ a cero".

El anuncio, que ha sido traducido al rom¨¢n paladino como que el ministro quiere suprimir las contrataciones en origen, ha desatado una ola de cr¨ªticas entre los partidos pol¨ªticos, las organizaciones empresariales, los sindicatos y las organizaciones de inmigrantes.

El PSOE afirma que "lo prioritario es atender a los espa?oles"

El PP dice que el Gobierno s¨®lo deja abierta la puerta a la inmigraci¨®n ilegal

La contundencia de Corbacho pill¨® desprevenidos a la mayor¨ªa de sus compa?eros de Gobierno e, incluso, a su propio partido. A pesar de ello, todos los altos cargos socialistas consultados salieron en su defensa. Alguno de ellos, incluso, con argumentos que recuerdan al lema electoral del l¨ªder ultraderechista franc¨¦s Jean-Marie Le Pen: "Los franceses, primero".

?se ha sido el caso del portavoz parlamentario del PSOE, Jos¨¦ Antonio Alonso, quien declar¨® (y luego su partido confirm¨® a trav¨¦s de un comunicado): "Lo prioritario es atender a los ciudadanos espa?oles que necesitan trabajar. Si hay un puesto de trabajo que puede ser cubierto, en funci¨®n de la cualificaci¨®n requerida, por un desempleado espa?ol, ¨¦ste tiene que tener prioridad".

Corbacho no aspira a tanto. Ni siquiera ha previsto un solo cambio legal. El ministro pretende utilizar el margen de discrecionalidad que la ley otorga al Gobierno para reducir los contratos estables del contingente anual de trabajadores extranjeros (los temporeros seguir¨¢n llegando) y para reducir el cat¨¢logo de ocupaciones de dif¨ªcil cobertura que elabora trimestralmente el Servicio Nacional de Empleo. Por esos conceptos, el a?o pasado entraron legalmente en Espa?a 234.457 extranjeros, una cifra que parece imposible de mantener cuando el paro afecta a 2,5 millones de personas.

Un miembro del gabinete de Corbacho recordaba ayer que, en algunas provincias, el cat¨¢logo recoge como ocupaciones de dif¨ªcil cobertura las de alba?il, camarero o taxista. "?Puede alguien jurar que no hay en Espa?a un solo alba?il dispuesto a trabajar en cualquier provincia?", se preguntaba.

Pero las cuatro palabras del ministro dejaban poco margen para los matices: la contrataci¨®n en origen "se aproximar¨¢ a cero". Incluso el PP, que durante varios a?os mantuvo bloqueados los mecanismos para contratar inmigrantes, acus¨® a Corbacho de "cerrar la v¨ªa de entrada de la inmigraci¨®n legal, dejando ¨²nicamente la puerta de la inmigraci¨®n ilegal para entrar en Espa?a", seg¨²n su vicesecretario de Comunicaci¨®n, Esteban Gonz¨¢lez Pons.

La mayor¨ªa de los dem¨¢s partidos del arco parlamentario se mostraron tambi¨¦n cr¨ªticos. IU calific¨® la medida de "populista", el PNV dijo que es "insolidaria e injusta", ERC defini¨® como "reduccionista" el mensaje del ministro, Coalici¨®n Canaria habl¨® de "demagogia" y CiU pidi¨® "realismo" al Gobierno.

Los argumentos m¨¢s repetidos contra el anuncio de Corbacho son, adem¨¢s de que vincula la inmigraci¨®n con la crisis econ¨®mica, que el cierre de las contrataciones fomentar¨ªa la econom¨ªa sumergida y que favorecer¨ªa la inmigraci¨®n ilegal.

Algunos de los cr¨ªticos han mencionado, adem¨¢s, que el Gobierno no podr¨¢ sacar adelante la medida sin incumplir los convenios internacionales que ha firmado con varios pa¨ªses. Espa?a tiene convenios de inmigraci¨®n con Colombia, Ecuador, Marruecos, Rep¨²blica Dominicana, Mauritania y Ucrania (los de Rumania y Bulgaria han quedado obsoletos tras la entrada de ambos pa¨ªses en la UE). Pero fuentes oficiales aseguran que ninguno de ellos obliga a hacer un n¨²mero determinado de contratos.