Bienvenidos a un mundo sin reglas
Ja soc aqu¨ª, como dijo el primer honorable de la restauraci¨®n democr¨¢tica (y el 125? desde Berenguer de Cruilles, 1359-1362). Y, como ¨¦l, mutatis mutandis, aqu¨ª me tienen para compartir les vostres penes, els vostres sacrificis en esta rentr¨¦e marcada por la crisis, y el s¨ªndrome posvacacional. Empiezo por el principio. Como es bien sabido, de noche todos los nazis son pardos. Bueno, casi todos. Algunos van disfrazados de oscuros caballeros, como ese Batman criptofascista e hiperviolento de Christopher Nolan (Batman begins, 2005; The Dark Knight, 2008) con el que la Warner se ha empe?ado en enterrar al m¨¢s ir¨®nico y humano de Tim Burton (Batman, 1989), al tiempo que expresa cabalmente el Zeitgeist bushiano. Si eso es ahora, cuando el "pato cojo" se dispone a traspasar el despacho oval a su sucesor, no quiero imaginarme el Batman que veremos si llegan a la presidencia el astuto McCain y su runmate Sarah Palin, una ultrarreaccionaria creacionista con la que el candidato republicano pretende atraerse el voto femenino: quiz¨¢s porque piensa -como aventura Kathe Pollit en The Nation-, que el cociente intelectual de la mujer estadounidense es el mismo que el de un Tampax. Tal vez hayamos enterrado el marxismo con cierto apresuramiento, olvidando que algunas de sus tesis podr¨ªan servirnos para comprender ese mundo "sin reglas" del que habla la publicidad de esta pel¨ªcula que fulmina r¨¦cords de taquilla mientras disemina urbi et orbi los rasgos m¨¢s impresentables de la ideolog¨ªa imperial. Como somos proclives a repetir los errores del pasado (y no siempre la segunda vez como farsa) rescato del estante m¨¢s alto de mi biblioteca (all¨ª donde guardo pasiones de otros tiempos) El 18 Brumario de Luis Bonaparte y alguna cosilla m¨¢s que subray¨¦ en mi loca juventud. Mientras lo releo, y siguiendo con los horrores, Javier Rodrigo me recuerda en Hasta la ra¨ªz. Violencia durante la guerra civil y la dictadura franquista (Alianza) que el terror, que para Franco fue una apuesta de futuro ("en una guerra civil es preferible una ocupaci¨®n sistem¨¢tica del territorio, acompa?ada de una limpieza necesaria, a una r¨¢pida derrota de los ej¨¦rcitos enemigos que deje el pa¨ªs infestado de adversarios"), fue tambi¨¦n la partera de aquel "Estado Nuevo" en el que vinimos al mundo tres generaciones de espa?olitos, nos guarde Dios. Seguro que al caudillo le habr¨ªa encantado este Batman tan dispuesto.
Como es bien sabido, de noche todos los nazis son pardos. Bueno, casi todos. Algunos van disfrazados de oscuros caballeros
Vanidades
Quiz¨¢s la crisis termine propiciando una cultura de la austeridad, y en los "colorines" dominicales de los peri¨®dicos se anuncien pronto anillos de pacotilla (como el que Holly Golightly / Hepburn consigui¨® que le grabaran en Tiffany's) y ternos de rigurosa arpillera adornados con pa?uelos palestinos (made in China). Pero, mientras tanto, me entretengo veinticinco minutos con el primer n¨²mero del Vanity Fair en espa?ol, que lleva papel m¨¢s barato, menos anuncios y m¨¢s pelo de la dehesa que su padre americano. Entrevista (prescindible) con un superviviente de Atapuerca: Mario Conde ("ambicioso, inteligente, seductor": ?aghhh!). Reportaje (previsible) sobre los "incre¨ªbles 50 espa?oles que asombran al mundo", con muchos cocineros (ya saben: la nueva Kultur) y ning¨²n escritor (salvo que C¨¦sar Alierta lo sea). La revista habla adem¨¢s de Auster, Vila-Matas y Vargas Llosa. Y tambi¨¦n de (claro) Manolo (Blahnik), Elena (Ochoa), Rafa (Nadal), y todos los dem¨¢s que ustedes a?adir¨ªan a la adorable lista de adivina qui¨¦n viene a cenar esta noche en nuestras p¨¢ginas glossy. Incluyendo a Pen¨¦lope, calificada (vaya por Dios, lo que es el Zeitgeist) de "misil de crucero". A prop¨®sito, leo en una entrada de los extractos del "diario espa?ol" de Woody Allen (publicado en The New York Times): "Hice el amor simult¨¢neamente con Scarlett y Pen¨¦lope en un esfuerzo por tenerlas contentas. El m¨¦nage me dio una gran idea para el cl¨ªmax de la pel¨ªcula". Me consuelo pensando en que, a pesar del papel satinado, todav¨ªa tienen cabida en este mundo de ferias y vanidades el an¨®nimo uomo qualunque (y tambi¨¦n la donna) que han reflejado tantas veces el cine y la novela. Claro que si se hace famoso, el don nadie dejar¨¢ de serlo y tambi¨¦n encontrar¨¢ cabida en las revistas con estilo. Woody lo consigui¨® hace mucho tiempo. ?Por qu¨¦ no usted?
Cam¨¢ndulas
Los coleccionables siempre vuelven, como anta?o las golondrinas. Ya est¨¢n ah¨ª, bombarde¨¢ndonos desde la tele y desde los atiborrados quioscos-bazares, aprovech¨¢ndose de nuestros buenos prop¨®sitos veraniegos (cambiar la vida comienza siempre por un fasc¨ªculo), dirigi¨¦ndose a nuestros m¨¢s elementales anhelos con la misma precisi¨®n con que el equipo de psic¨®logos y mercadot¨¦cnicos de un hipermercado decide c¨®mo y d¨®nde colocar los productos para que compremos lo que no necesitamos. Este a?o con algunas novedades muy sintom¨¢ticas. Adem¨¢s de los consabidos m¨¦todos de idiomas y otros coleccionables educativos o l¨²dicos (sic), hay superh¨¦roes (de plomo), naves de Star Wars, soldados de las guerras del siglo XX (?quiz¨¢s con un ap¨¦ndice para las ya numerosas del XXI?), y hasta una reproducci¨®n a escala del "m¨ªtico" acorazado Bismarck (1939-1941). Pero el que m¨¢s me enternece es el de Rosarios (Salvat). No se trata (desambiguaci¨®n, advertir¨ªa Wiki) de un coleccionable dedicado a ese frecuente top¨®nimo de villas y ciudades hispanoamericanas. Ni, tampoco, de una serie biogr¨¢fica de mujeres c¨¦lebres con ese nombre, incluyendo a la inmortal Rosario a secas, la casquivana novia de Popeye (tambi¨¦n llamada Oliva). No: es un coleccionable consagrado (nunca mejor escrito) a distintos modelos de esa herramienta lit¨²rgica imprescindible en el culto mariano. La misma que, seg¨²n la tradici¨®n, entreg¨® la propia Virgen Mar¨ªa a santo Domingo de Guzm¨¢n para ayudarle a combatir la herej¨ªa albigense, y cuyo uso tanto han promocionado los papas Le¨®n XIII, Juan Pablo II y el propio Benedicto XIV. Salvat, un sello experto en venta en quiosco, anuncia su colecci¨®n de cam¨¢ndulas (o coronas de rosario), como "joyas de la fe realizadas a mano para meditar y coleccionar". Y en los fasc¨ªculos adjuntos (que sirven para abaratar el IVA total del producto) se nos explicar¨¢ todo sobre el piadoso admin¨ªculo con el que orar y celebrar los misterios gozosos, dolorosos y gloriosos (y, desde Juan Pablo II, tambi¨¦n los luminosos) de la tradici¨®n cristiana. Les recomiendo este coleccionable moderadamente surrealista. Al fin y al cabo, gracias al rezo del rosario se derrot¨® al infiel en Lepanto, de manera que supongo que los de Salvat habr¨¢n tenido la delicadeza de enviar una cam¨¢ndula de madreperla al se?or Bush para ayudarle tambi¨¦n en su cruzada. Y a ustedes, mis improbables lectores, espero encontr¨¢rmelos en el metro con recogimiento y repasando con devoci¨®n las cuentas de alg¨²n ejemplar de la colecci¨®n de rosarios de Salvat. Si no, llamo a Rouco y que todo acabe como el de la aurora. -
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