El nuevo presidente de Pakist¨¢n hereda un pa¨ªs azotado por la violencia
Asif Al¨ª Zardari, viudo de Benazir Bhutto, sustituye al general Musharraf
Asif Al¨ª Zardari, de 52 a?os, fue elegido ayer presidente de Pakist¨¢n. El viudo de Benazir Bhutto, la popular l¨ªder del Partido Popular de Pakist¨¢n (PPP) asesinada el pasado diciembre, es el pol¨ªtico m¨¢s controvertido del pa¨ªs, donde se le conoce popularmente como Mister 10%, por las supuestas comisiones que cobraba durante los dos Gobiernos de su esposa. Su elecci¨®n, sin embargo, fue respaldada por una amplia mayor¨ªa de las dos c¨¢maras nacionales (la Asamblea y el Senado) y de las cuatro provinciales. De un total de 702 diputados y senadores, 481 votaron a favor de Zardari, que dirige las huestes del PPP desde el 30 de diciembre. Los votos restantes se los repartieron los otros dos candidatos designados por los partidos rivales.
Zardari estuvo en la c¨¢rcel en dos ocasiones, acusado de corrupci¨®n
EE UU tendr¨¢ que negociar con ¨¦l c¨®mo hacer frente a la ofensiva talib¨¢n
La dimisi¨®n de Pervez Musharraf como jefe del Estado hace 20 d¨ªas facilit¨® la celebraci¨®n de las elecciones presidenciales. Musharraf, que gobern¨® con pu?o de hierro desde que en 1999 se hizo con el poder en un golpe de Estado, prefiri¨® dejar el cargo a someterse a la investigaci¨®n del Parlamento por "abuso de poder". Los partidos vencedores de las elecciones del pasado febrero, el PPP y la Liga Musulmana de Pakist¨¢n-N (PML-N), unidos en una coalici¨®n gubernamental, forzaron la salida del gran aliado de George W. Bush en su guerra contra el terror.
Pero Zardari no lo tendr¨¢ f¨¢cil. El ¨²nico pa¨ªs musulm¨¢n que posee la bomba at¨®mica se encuentra sumido en una oleada de violencia que alimentan el integrismo isl¨¢mico y las m¨ªseras condiciones de vida de dos terceras partes de los 165 millones de paquistan¨ªes, que viven con menos de un euro por persona y d¨ªa. La alianza entre Al Qaeda y los talibanes que combaten a las tropas de EE UU y de la OTAN en el vecino Afganist¨¢n a?ade fuego a la explosiva situaci¨®n interna de Pakist¨¢n.
Ayer mismo, un suicida estrell¨® su coche bomba contra un puesto de polic¨ªa en Peshawar, la capital de la llamada Provincia Fronteriza del Noroeste, que linda con Afganist¨¢n y la franja de zonas tribales que dan refugio a bandoleros, terroristas y narcotraficantes. Al menos 30 personas resultaron muertas al derrumbarse los edificios vecinos al lugar de la explosi¨®n. En lo que va de a?o han perdido la vida m¨¢s de 1.200 personas.
El Gobierno estadounidense, que trat¨® por todos los medios de mantener a Musharraf al frente de Pakist¨¢n, tendr¨¢ ahora que negociar con Zardari c¨®mo hacer frente a la ofensiva talib¨¢n. El l¨ªder del PPP es un antiguo hombre de negocios, al que se considera prooccidental y dispuesto a impulsar la modernizaci¨®n y la moderaci¨®n del pa¨ªs. Sin embargo, el antiamericanismo de la mayor¨ªa de los paquistan¨ªes y la necesidad de no desestabilizar m¨¢s el pa¨ªs pueden dificultar las relaciones de Washington con Zardari, m¨¢s partidario de abordar a los radicales con la zanahoria que con el palo.
La ruptura hace dos semanas del Gobierno de coalici¨®n dificulta tambi¨¦n la gobernabilidad de este pa¨ªs que, desde su creaci¨®n como Estado en 1947, malvive dentro de un c¨ªrculo vicioso de generales golpistas y pol¨ªticos corruptos. El ex primer ministro Nawaz Sharif, l¨ªder de la PML-N, dej¨® el Gobierno tras acusar a Zardari de "incumplir sus compromisos". El PPP tendr¨¢ que recurrir a pactos puntuales con partidos minoritarios para seguir gobernando. Todo apunta hacia una nueva convocatoria de elecciones.
Sharif pretend¨ªa el apoyo del PPP para restablecer en su cargo al ex presidente del Tribunal Supremo Iftijar Chaudry, destituido por Musharraf cuando cuestion¨® su reelecci¨®n presidencial. El juez tambi¨¦n hab¨ªa puesto en tela de juicio la amnist¨ªa de los cargos pendientes por corrupci¨®n que, a instancias de EE UU, concedi¨® Musharraf a la familia Bhutto para facilitar su regreso a Pakist¨¢n. De ah¨ª, que Zardari no tenga el m¨¢s m¨ªnimo inter¨¦s en que Chaudry vuelva a presidir el Supremo.
Zardari ya estuvo en la c¨¢rcel en dos ocasiones anteriores. De 1990 a 1993 y de 1996 a 2004, acusado de corrupci¨®n, malversaci¨®n, abuso y conexi¨®n con el asesinato de Murtaza Bhutto, hermano y rival pol¨ªtico de Benazir. El ya presidente de Pakist¨¢n asegura que es "inocente" y que todas las acusaciones fueron "pol¨ªticas" y nunca se pudieron probar.
Tras la amnist¨ªa, el Gobierno paquistan¨ª retir¨® los cargos contra los Bhutto en distintos pa¨ªses: Espa?a, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos, lo que permiti¨® descongelar las cuentas de decenas de millones de euros en distintas entidades bancarias.
Al borde de la bancarrota
Pakist¨¢n es una pura crisis: energ¨¦tica, alimentaria, financiera... La inestabilidad pol¨ªtica sufrida desde el pasado a?o ha espantado a los inversores y la econom¨ªa, con una inflaci¨®n desbocada cercana al 60% y un d¨¦ficit de cuenta corriente superior al 5% del Producto Interior Bruto (PIB), se desliza peligrosamente hacia la bancarrota. Desde principios de a?o, las reservas del pa¨ªs menguan a un ritmo mensual de 2.000 millones de d¨®lares aproximadamente [unos 1.400 millones de euros] y en la actualidad quedan en las arcas apenas 6.000 millones de d¨®lares. Si no llega un inmediato paquete de ayuda internacional la situaci¨®n ser¨¢ dram¨¢tica.
La bonanza econ¨®mica del primer quinquenio del siglo s¨®lo benefici¨® a las clases alta y media, que apenas suponen el 10% de los 165 millones de habitantes del pa¨ªs, mientras que la crisis se ha cebado en la inmensa mayor¨ªa de la poblaci¨®n que, con salarios de miseria, se enfrenta a cortes de energ¨ªa el¨¦ctrica y de gas y sobre todo al precio disparatado de los alimentos b¨¢sicos como la harina y el arroz.
El nuevo presidente y el Gobierno tendr¨¢n que adoptar urgentemente un plan que permita detener el deterioro de la situaci¨®n, frenar el descontento cada d¨ªa m¨¢s palpable de la poblaci¨®n y devolver la confianza a los inversores.
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