La memoria recuperada
La iniciativa del juez Garz¨®n moviliza a asociaciones y familiares de v¨ªctimas
La decisi¨®n del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garz¨®n de pedir informaci¨®n para crear un censo de fusilados, enterrados en fosas comunes y desaparecidos de la represi¨®n franquista, ha sido interpretada como un espaldarazo por parte de las asociaciones para la recuperaci¨®n de la memoria que operan en la Comunidad Valenciana y por las personas que todav¨ªa conservan alguna esperanza de localizar los restos de sus familiares. Con matices, todos aplauden una iniciativa que, adem¨¢s, algunos consideran que aten¨²a las "graves carencias" de la Ley de Memoria Hist¨®rica.
La Gavilla Verde, una asociaci¨®n radicada en Santa Cruz de Moya (Cuenca), pero de ¨¢mbito estatal, ha solicitado poder exhumar los restos de 18 personas ejecutadas en 1947 por colaboraci¨®n con los maquis y que est¨¢n en fosas comunes de los cementerios de Benag¨¦ber y Albalat dels Tarongers. Para el presidente de este colectivo, Pedro Peinado, "el tema de los desaparecidos era una laguna de la ley, pero con el auto de Garz¨®n se est¨¢ impartiendo justicia. No se trata de perseguir a personas que ya habr¨¢n muerto en su mayor¨ªa como de reconocer que el Estado realiz¨® ejecuciones masivas incluso a?os despu¨¦s de la guerra. Eso no debe quedar impune".
"El fen¨®meno de la fosa com¨²n es m¨¢s importante en otras comunidades"
Portaceli, en Serra, Benag¨¦ber, Orihuela y Catarroja son sitios donde investigar
Mat¨ªas Alonso, coordinador del Grupo para la Recuperaci¨®n de la Memoria, asegura que el movimiento en la Audiencia "est¨¢ suponiendo un revulsivo". "M¨¢s all¨¢ de d¨®nde se llegue, hay un colectivo de gente que est¨¢ buscando a padres y abuelos y que por fin se sienten arropados y nos llaman porque han perdido el miedo y la verg¨¹enza a hablar". Alonso a?ade que el tema de la memoria "es especial aqu¨ª porque tenemos unas autoridades auton¨®micas y municipales con una actitud muy hostil hacia nosotros", en referencia a la Generalitat y a los ayuntamientos de Valencia y Alicante, gobernados por el PP. Precisamente, el portavoz de la Comisi¨®n C¨ªvica de Alicante para la Recuperaci¨®n de la Memoria, el escritor Enrique Cerd¨¢n Tato, cree tambi¨¦n que se abren nuevas expectativas. "En el cementerio no se han hecho las exhumaciones y excavaciones necesarias y esta orden nos viene al pelo. Ahora no s¨®lo podemos exigir a las autoridades competentes sino que existe un mandato judicial que nos respalda". Sin salir de la provincia, la Comisi¨®n para la Memoria Hist¨®rica de Orihuela y Callosa del Segura asegura que existen m¨¢s de un centenar de fusilados desaparecidos en estas poblaciones.
Amparo Salvador, del F¨°rum per la Mem¨°ria, argumenta que para documentar una persona desaparecida "se necesitan muchos datos y existe un problema grave con la documentaci¨®n que se destruy¨®. Hay quien tiene mucha, como la Iglesia, y no quiere colaborar, de ah¨ª la importancia que se pida desde un juzgado. Es un hecho sin precedentes". Salvador no atribuye el m¨¦rito a Garz¨®n sino a "las asociaciones que han puesto las denuncias en la Audiencia Nacional para que se investigue si la violencia ejercida sobre la poblaci¨®n civil es causa de genocidio".
El impulso de la Audiencia no significa que vaya a ser f¨¢cil la localizaci¨®n de desaparecidos. Entidades como la Comissi¨® per la Veritat exigen una investigaci¨®n a fondo en numerosos puntos, pero el historiador Ricard Camil Torres avanza que en la Comunidad Valenciana "el fen¨®meno de la fosa com¨²n no tiene tanta importancia como en otras comunidades por el hecho de ser territorio conquistado a ¨²ltima hora". Adem¨¢s de Albalat y Benag¨¦ber, de la fosa de Paterna y del controvertido caso del cementerio de Valencia, donde existen graves discrepancias sobre los muertos atribuibles directamente a la represi¨®n franquista, Torres apunta al campo de concentraci¨®n de Portaceli, en Serra. Otros posibles casos se sit¨²an en Moncofa y Catarroja, pero Torres advierte que "como historiadores hemos de manejarnos con cautela". A la espera de m¨¢s fosas, el resto de desaparecidos estar¨ªan desperdigados en cunetas y cementerios de toda la geograf¨ªa espa?ola, lo que har¨ªa necesario "disponer de alg¨²n registro en todas las provincias". Y ni as¨ª ser¨ªa sencillo. Detr¨¢s de todo esto est¨¢n las vivencias concretas, como la de un nonagenario de Montesa, que no quiere ser identificado, a quien le gustar¨ªa encontrar a su padre, ca¨ªdo en Madrid. O de Mar¨ªa Jos¨¦ Albert, una vecina de Alcossebre que busca a su abuelo, Domingo Rubio, pero que no sabe "ni por d¨®nde comenzar". De ¨¦l conserva sus ¨²ltimas cartas, datadas en los Pirineos. "Era un hombre sencillo de Borriol, casi un ni?o, que no entend¨ªa nada y que contaba que ten¨ªa mucho fr¨ªo y que lo estaba pasando muy mal. Me da mucha pena que pueda caer en el olvido", cuenta.
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