Un beb¨¦ en el confesionario
Un hombre halla a un reci¨¦n nacido abandonado en una iglesia del centro
Desde hace casi ocho a?os, Jos¨¦ acude cada ma?ana de domingo a la iglesia de Santa Teresa y San Jos¨¦, situada a pocos metros de la Plaza de Espa?a. A simple vista nadie dir¨ªa que esa persona que saluda a todos con delicada amabilidad desde la entrada al templo est¨¢ all¨ª para pedir limosna.
Ayer, Jos¨¦, pantal¨®n color crema, camisa azul de manga corta, chaquetita verde al hombro ("por si refrescaba") y cabellera plateada que anuncia que hace tiempo que pas¨® de los sesenta, encontr¨® algo m¨¢s que unas monedas. A pocos metros de su rinc¨®n habitual, en el interior de uno de los confesionarios de la iglesia, hall¨® un peque?o canastillo que conten¨ªa un beb¨¦ de apenas 10 d¨ªas de vida.
Eran las once de la ma?ana. Hac¨ªa ya casi una hora que una treintena de personas hab¨ªa abandonado el templo tras asistir a la misa de las 9.30. Jos¨¦ estaba en la puerta de la parroquia. De pronto escuch¨® un ruido que proven¨ªa del interior. Parec¨ªa el llanto de un ni?o. El eco del templo hac¨ªa dif¨ªcil localizar el foco de ese ruidito tan peculiar. Luego, dej¨® de escucharse.
El peque?o, que se encontraba bien, fue trasladado al hospital del Ni?o Jes¨²s
Pepe, como le conocen los fieles de la parroquia, desisti¨®, pero se qued¨® con la mosca detr¨¢s de la oreja. Al cabo de unos minutos volvi¨® a buscar el origen de ese llanto que se hab¨ªa quedado grabado en su cabeza. Entonces lo hall¨®. Dentro de uno de los confesionarios, metido en un canastillo, hab¨ªa un beb¨¦. "Era gordito", explicaba horas m¨¢s tarde mientras se le iluminaba la cara. Junto al ni?o hab¨ªa una bolsa con pa?ales y biberones.
Al instante alert¨® al p¨¢rroco de Santa Teresa y San Jos¨¦, Antonio L¨®pez. "Cuando llegu¨¦, all¨ª estaba, vestido con un pijama, muy arropado y bastante tranquilo. Le dije a todo el mundo que no le tocara y avis¨¦ a la polic¨ªa", recordaba a mediod¨ªa el cura. "Encontrar un ni?o tan peque?o abandonado te provoca una sensaci¨®n de impotencia, de abandono", continu¨® el religioso que, sin embargo, quiso alabar "que lo trajeran aqu¨ª y no lo abandonaran en cualquier parte".
Jos¨¦ no quiso dar muchas explicaciones. Serio, esquivo, s¨®lo captaban su atenci¨®n las preguntas sobre el peque?o. Entonces le cambiaba la cara, como quien recibe un regalo sorpresa.
El abandono del beb¨¦ debi¨® producirse entre las diez de la ma?ana y las once, cuando encontraron al peque?o, porque la misa acab¨® a las 9.30, explic¨® ayer el p¨¢rroco del templo carmelita. Seg¨²n ¨¦l, quien se decidi¨® a dejarlo all¨ª conoc¨ªa "c¨®mo funciona" la parroquia y eligi¨® un d¨ªa en el que ser¨ªa muy f¨¢cil encontrarlo y no estar¨ªa en peligro.
Alicia Gonz¨¢lez, la supervisora de guardia del Samur, destac¨® que el ni?o se encontraba "en perfecto estado de salud" y ten¨ªa aspecto de estar bien cuidado. Tras comprobar que estaba bien, los facultativos del servicio de emergencias del Ayuntamiento de Madrid lo trasladaron al hospital del Ni?o Jes¨²s. En la tarde de ayer permanec¨ªa en un centro de acogida especializado en reci¨¦n nacidos de la Comunidad.
El Grupo de Menores del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa se ha encargado de la investigaci¨®n para localizar a los padres del beb¨¦. Solicitar¨¢ informaci¨®n a los hospitales de la regi¨®n sobre todos los ni?os nacidos en los ¨²ltimos 10 d¨ªas y se cotejar¨¢ con la huella palmar del peque?o abandonado con el fin de poder identificarle.
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